Era cuestión de tiempo que el nuevo Audi RS3 saliera a la palestra. La nueva generación del compacto alemán se presentó poco antes de establecerse el estado de alarma por la propagación del SAR-CoV2, a inicios de marzo. Al mes siguiente se presentó la carrocería sedán y en plenas vacaciones de agosto de 2020, se dejó ver el Audi S3. La progresión estaba clara y es ahora, en pleno verano de 2021, cuando aparece uno de los RS de Audi más populares.
Como cabe esperar, llega con muchas novedades, pero hay cosas que, curiosamente, no cambian, como el motor. No obstante, el nuevo Audi RS3, que se presenta en sus dos carrocerías disponibles, se apunta a la moda del “modo drift” (la que has liado Ford) y adopta mucha más tecnología y una imagen, obviamente, mucho más agresiva.
De entrada, ya promete una derrota del Mercedes-AMG A45, tanto en forma de prestaciones como peso en báscula y en imagen agresiva, aunque pierde en lo referente a precios. Una batalla entre dos, pues no habrá rifirrafe con un Serie 1 “gordo” y habrá que esperar la llegada del nuevo BMW M2, para el que todavía queda bastante tiempo al haberse presentado la segunda generación del modelo alemán. Tiempo al tiempo, pero ahora, vamos a conocer el nuevo RS3.
Misma potencia, más par
El Audi A3 es todo un referente y un clásico entre los compactos. Lleva en el mercado más de 20 años, desde aquella primera generación puesta en circulación en 1996, han aparecido y desaparecido muchas versiones del compacto, destacando, lógicamente, las más deportivas. Primero fue el Audi S3, con su ya mítico 1.8 20vt de 210 CV (luego pasó a 225 CV) y un diseño que, sin recurrir al horterismo, entraba por los ojos desde el primer momento. Tenía clase, tenía garra y tenía calidad. Fue el primer compacto “ de élite” del mercado, al que tiempo después, llegó su variante más radical.
Hubo que esperar 10 años para que Audi subiera un escalón más con su compacto, entrando de lleno en un segmento donde, en aquellos momentos, reinaba el Ford Focus RS sin una clara oposición. Es cierto que en el año 2010, cuando se dio a conocer la primera generación del audi RS3 (las ventas arrancaron en 2011), todavía se vendían los Subaru Impreza WRX STI y el Mitsubishi Lancer Evolution, pero no tenían nada que ver con el compacto alemán, eran bastante más radicales.
Sin embargo, desde aquel momento estableció el que sería su motor para todas las generaciones siguiente, un bloque de cinco cilindros con 2.5 litros de cubicaje y turbo, cambio automático de doble embrague y tracción total. Tenía la particularidad de montar unas ruedas delanteras más anchas que las traseras (235 frente a 225 milímetros), algo que también se mantiene en esta nueva generación aunque bastante más grandes (265 frente a 245 milímetros), no en balde, las prestaciones también son mayores.
El nuevo Audi RS3 Sportback y RS3 Sedán, anuncian los mismos 400 CV que la generación saliente, procedentes del mismo motor 2.5 litros turbo con cinco cilindros, pero la cifra de par publicada por la marca es 20 Nm mayor, alcanzando los 500 Nm (desde 2.250 hasta 5.600 rpm). Por otro lado, la electrónica sí que cambia, recibiendo una nueva unidad de control gracias a la cual, la respuesta al acelerador a bajas revoluciones es más rápida. La marca afirma que gracias a eso y a una revisión de las relaciones de cambio, se logra un sprint desde parado más rápido, parando el crono en el 0 a 100 km/h en 3,8 segundos (el Mercedes-AMG A45 necesita 3,9 segundos).
La velocidad máxima es un apartado interesante en el nuevo Audi RS3. Por lo general, la velocidad está limitada electrónicamente a 250 km/h, que puede pasar a 280 km/h si equipa el paquete “RS Dynamic”. Pero no es todo, porque si se opta por los frenos carbocerámicos opcionales, el limitador electrónico pasa a estar en 290 km/h.
Nuevo sistema de escape y nuevo diferencial trasero con reparto vectorial
Como buen Audi RS, la potencia llega al suelo mediante un sistema de tracción a las cuatro ruedas, una solución que la marca domina con sobrada holgura. Pero en esta ocasión, recibe algún cambio que otro, como por ejemplo, la adopción de un diferencial trasero con reparto de par vectorial controlado obviamente, por electrónica. Audi lo ha bautizado como “Torque Splitter” y emplea dos embragues multidisco (uno por cada palier) para la gestión del par entre las ruedas traseras.
Al implementar este sistema, Audi afirma que se reduce la tendencia al subviraje, al mismo tiempo que en línea recta se desacopla enviando la misma cantidad de par a ambas ruedas. El reparto de par entre las ruedas depende del modo de conducción seleccionado (comfort, auto, dynamic, efficiency, RS Individual, RS Performance y RS Torque Rear) y de otras condiciones de la conducción. Cada rueda tiene un sensor de velocidad asociados al control de estabilidad, que trabajan junto a otros que analizan en ángulo de la dirección, la aceleración longitudinal y la lateral, la posición del acelerador, que marcha está engranada y el ángulo de guiñada.
Respecto a los modos de conducción, merece la pena destacar el RS Perfomance, diseñado para un uso en circuito cerrado y optimizado en combinación de neumáticos Pirelli P Zero Trofeo R (gomas tipo semi slick disponibles como opción por primera vez en el RS3). El modo RS Torque Rear es el que permite derrapar, el “modo drift” por así decirlo. con este modo seleccionado, según las condiciones, puede llegar toda la potencia disponible a una de las dos ruedas traseras (hasta 1.750 Nm de par) pudiendo “cruzar” el coche como lo hacen rivales como el mencionado anteriormente Mercedes-AMG A45.
El tren de rodaje es específico, con amortiguadores que estrenan nuevas válvulas de control que ofrecen una respuesta más sensible. Está en opción el equipo RS sport plus con sistema adaptativo. El subchasis y la estabilizadora trasera son nuevos, el eje delantero está ensanchado 33 milímetros y el trasero 10 milímetros respecto al RS3 saliente.
Por otro lado, como curiosidad, el nuevo Audi RS3 monta un nuevo sistema de escape con válvula, que cuenta con una posición intermedia, no sólo con las dos posiciones típicas en este tipo de sistemas (abierto o cerrado).
Estéticamente exagerado
Hemos dejado la imagen para lo último, pues básicamente, para ello están las fotos. No obstante, hay cosas que comentar. Por ejemplo, más allá de la exageración de las fotos, siguiendo la tendencia actual de diseño (y que suele envejecer peor que otras soluciones más comedidas), el frontal mejora la refrigeración de los frenos un 20% más que antes. Los ensanches de la carrocería son necesarios para poder cubrir las ruedas y la pequeña aleta sobre el portón trasero es específica y está diseñada para mejorar el flujo en la parte trasera.
El resto de elementos son atrezzo, como la enorme rejilla ciega que tiene el paragolpes trasero. El difusor tampoco es funcional (se puede ver la petaca trasera del sistema de escape). Habitáculo, tapicería o instrumentación cuentan igualmente con elementos específicos, destacando especialmente los gráficos de la instrumentación, que puede llegar a mostrar fuerzas g, tiempos por vuelta, aceleración de 0 a 100 o de 0 a 200 km/h, cuarto de y octavo de milla.
Galería de fotos
Audi RS3 Sportback
Audi RS3 Sedán
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS