Uno de los personajes de Hollywood que más automóviles especiales ha conducido ha sido el famoso agente secreto 007, James Bond. Cabe destacar que por lo general, siempre han sido modelos de origen británico a excepción de unos alemanes descapotables como el Z3 y el Z8.
De todos esos modelos británicos y que no han lucido el sello de Aston Martin, hay uno especialmente interesante y bastante famoso por una escena en la que se sumerge bajo el mar y se convierte en un pequeño submarino. Se trata de un Lotus Esprit que apareció en la versión de “La espía que me amó” de 1977.
Como ocurre en muchas ocasiones, el coche desapareció y no se volvió a saber de él hasta hace relativamente poco, cuando salió a subasta en 2013 y un comprador anónimo pagó 997.000 dólares por él, unos 897.997 euros.
El coche volvió a salir a escena cuando Elon Musk comentó, durante la presentación del Tesla Cybertruck, que se habían inspirado parcialmente en el mencionado Lotus Esprit de James Bond. Tras esto, CNBC (propiedad de la NBC), investigó un poco sobre el caso y descubrió cosas muy interesantes.
Durante la grabación de “La espía que me amó” se emplearon un total de ocho unidades del Lotus Esprit, de los cuales, solo uno de ellos se usó para las escenas submarinas. Una unidad que apareció en 1989 en un almacén en Estados Unidos, después que un pareja de Long Island lo comprara por 100 dólares, solo 90 euros, en una subasta.
Lo más llamativo de esa subasta es que se hizo a ciegas. En Estados Unidos suelen subastar los almacenes abandonados o que no están al día del pago del alquiler, sin que nadie pueda ver su interior. Ni siquiera el vendedor. Cuando abrieron la puerta de ese almacén subastado, se encontraron con el Lotus Esprit de Bond.
Puede parecer que les tocó la lotería, como se suele decir, pero por lo visto, la pareja no había visto ni una sola película de James Bond y no tenían ni la menor idea de lo que estaban llevándose a casa. Se enteraron cuando, de camino a casa en un remolque, varios camioneros contactaron a través de la radio para hablar sobre el coche que se transportaba y lo especial que era.
Una información que le vino muy bien a la pareja, que lo restauró estéticamente y lo mostró en diversas exhibiciones. En 2013 lo pusieron en subasta y un comprador anónimo pagó casi un millón de dólares por quedarselo. Comprador que, parecer ser, era el señor Elon Musk quien es el actual propietario de este especialísimo ejemplar.
El propio Elon Musk comentó en una entrevista a Jalopnik que se decepcionó un poco cuando vio que realmente, el coche no podía transformarse, pero que le instalaría un motor de Tesla y que intentaría que se transformara de verdad.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS