Hennessey Performance, uno de los fabricantes más bestias de Estados Unidos, ya tiene casi listo su máximo exponente, su punta de lanza en la guerra por la velocidad. Después de poner contra las cuerdas a Bugatti con el Hennessey Venom GT, le toca el turno al esperado Hennessey Venom F5, un coche que lleva tiempo en desarrollo y que ya tiene su primera unidad real.
Por el momento se trata del primer prototipo rodante, aunque ya promete sensaciones fuertes. Hennessey afirma que su propulsor supera los 1.800 CV y la velocidad punta superará los 500 km/h. Una auténtica locura que parece que no tendrá fin, aunque queda sobradamente claro, que superar ciertos límites requiere de mucho esfuerzo.
Si echamos la vista atrás, veremos cómo desde que Bugatti abriera la veda de la velocidad con el Veyron, tan solo se ha logrado aumentar el tope de velocidad en unos 100 km/h, para lo cual se han necesitado trabajar durante 15 años. Esto es, básicamente, porque a partir de cierta velocidad el aire es un verdadero muro, además, también hay que tener en cuenta que la tecnología de los neumáticos para soportar el estrés y las necesidades de potencia para echar abajo ese muro son, sencillamente, abrumadoras.
El motor es curiosamente sencillo, pero brutalmente potente
Hennessey quiere que el Venom F5 sea el coche de producción más rápido del mundo, anunciando unas prestaciones que te dejarán con la boca abierta. El Hennessey Venom F5 acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, de 0 a 200 km/h en 4,7 segundos, de 0 a 300 km/h en 8,4 segundos y de 0 a 400 km/h en 15,5 segundos. Es una bestia y lo más curioso es que ya lo anuncia con su denominación, pero como muy poca gente entiende de tornados, no nos damos cuenta.
El “F5” que figura en el nombre hace referencia a la escala de intensidad de los tornados, la cual se conoce como Escala Fujita. Dicha escala consta de cinco niveles que van desde el más bajo, denominado F0 y que hace referencia a vientos de entre 60 y 117 km/h, hasta el más alto llamado F5, que se usa para vientos de entre 420 y 510 km/h.
Curioso también resulta estudiar las características del motor. Hennessey recurre a un típico motor yankee V8, con distribución por varillas y balancines. Se trata de una tecnología que hace mucho tiempo que se dejó de usar en Europa, pero que en Estados Unidos sigue siendo habitual para deterinados modelos, aunque no cuadre mucho con coche como el Hennessey Venom F5, que se tendrá que enfrentar a un compendio tecnológico como es el Bugatti Chiron.
También es justo reconocer que es lo único que no cuadra con el tipo de coche, porque el resto del motor es como se espera. Así, la culata se fabrica con aluminio, mientras que las válvulas son de titanio y los pistones y bielas son forjados. Por otro lado, los dos turbos que emplea este V8 se fabrican parcialmente mediante impresión 3D de titanio. La cilindrada alcanza los 6,6 litros y el régimen máximo de giro es de 8.000 rpm, con el tope de par a 5.50 rpm, donde se obtienen nada menos que 1.617 Nm. El cambio es de tipo robotizado de siete relaciones y un solo embrague, con una séptima marcha muy larga.
Al contrario de lo que ocurría con el Venom GT, el F5 es un coche 100 % Hennessey
El Hennessey Venom F5 es el primer automóvil de creación propia al 100 % y por ello, han tirado la casa por la ventana. Valga un dato como ejemplo de lo que vamos a contar a continuación: el peso de todo el conjunto es de 1.360 kilos. Si no te dice nada esta cifra, quizá te gustaría saber que pesa tan solo 30 kilos más que un Ferrari F8 Tributo, pero tiene casi 1.100 CV más que este.
Para lograr un peso como ese, el Hennessey Venom F5 hace uso extensivo de materiales exóticos y muy ligeros. El chasis es un monocasco fabricado con fibra de carbono que pesa únicamente 86 kilos, el cual, está equipado con dos subchasis de aluminio para soportar las suspensiones regulables de forma manual, nada de control electrónico que añade peso. Los frenos son Brembo carbocerámicos y las llantas se fabrican con aluminio forjado.
La carrocería también se fabrica con fibra de carbono a excepción del techo, que se hace con aluminio. Como cabe esperar, el diseño está influenciado al máximo por los datos del túnel de viento, por eso pierde el alerón trasero que si tenía el prototipo que mostraron en 2017, pero añade un difusor más grande. No hay aerodinámica activa, pero la firma norteamericana afirma que se puede modificar la carga aerodinámica con solo cambiar la altura del casco (afecta al ángulo del flujo del aire).
Si comparamos el habitáculo del Venom F5 con el interior del Venom GT, podríamos caer en el error de pensar que estamos ante un coche de mucho lujo. Y no es que haya ausencia de lujo, la tapicería es de piel y al combinación de colores de las fotos oficiales resulta atractiva, pero si te fijas bien podrás ver cosas interesantes. Por un lado, no hay aislamiento ni moqueta alguna, el monocasco de carbono queda totalmente a la vista, el diseño es super espartano y los asientos, si no fuera por el tapizado, podrían pasar por buckets de carreras.
El volante no parece ser el más idóneo para un uso diario al ser casi cuadrado, aunque le falta la parte superior. El núcleo del mismo incorpora la casi totalidad de los mandos básicos para los limpiaparabrisas, las luces, los indicadores de dirección… los modos de funcionamiento también se encuentran en el volante (cinco en total: Sport, Wet, Drag, Track y F5).
Solo habrá 24 unidades al precio de 2,1 millones de dólares
La tirada del Hennessey Venom F5 es, como suele ocurrir con estos coches, muy limitada. Se tiene previsto fabricar un total de 24 unidades para todo el mundo, de los cuales, se dice que han vendido entre 12 y 14 unidades. De todas formas, su comercialización está limitada por su configuración ya que no tiene ningún tipo de airbags, lo que impide, por ejemplo, que tenga una homologación federal completa en Estados Unidos. Esto quiere decir que no se podrá circular por las vías públicas de algunos estados. En Europa entra dentro de lo que se denomina “pequeño fabricante”, y eso le exime de cumplir con las normas de contaminación o de la obligación de equipar airbags.
El precio de venta será de 2,1 millones de dólares, aproximadamente 1,72 millones de euros.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS