Hace muy poco, el nuevo CEO de Lancia, Luca Napolitano, confirmó que la firma estaría de vuelta en el mercado internacional para el año 2024 y lo haría con un coche eléctrico. Sería el reemplazo del Lancia Ypsilon y abriría la puerta a muchos modelos más, todos ellos eléctricos pues la firma italiana sería eléctrica a partir de 2026 o 2027. Nada nuevo, no obstante, pues solo se confirmaban muchos rumores que circulaban por la red.

Lo único que no se había confirmado todavía era si la volvería a usar el nombre de Lancia Delta para otro modelo, pero eso ya que se ha quedado atrás y efectivamente, Lancia volverá a resucitar al Delta y por supuesto, en formato eléctrico. Ya se comentó hace a finales de agosto, el Lancia Delta volvería y sería un coche eléctrico, pero en aquel momento todo eran rumores y no había nada oficial, pero ahora sí es un anuncio oficial.

Al igual que la fecha de regreso y la condición eléctrica de su nuevo coche, la confirmación llega desde el CEO de la compañía italiana, Luca Napolitano, quien en unas declaraciones para el periódico Corriere della Sera afirmado que el regreso del Delta está en los planes de la marca. Lo que no ha concretado el señor Napolitano es la fecha de llegada al mercado, como tampoco ha dicho nada respecto a las prestaciones del modelo.

Lo que tenemos claro, es que no será un Delta tal y como lo conocíamos, será un compacto, sí, pero no contará con el diseño que tuvo la última generación (un fracaso, aunque tenía sus argumentos) ni tendrá la imagen del primer lanzamiento. De hecho, el nombre del Lancia Delta procede de aquella primera generación, que gracias a sus resultados en competición y a su versión más explosiva, el deseado Lancia Delta HF Integrale, lograron hacer del modelo un referente mundial en el apartado deportivo.

Sin embargo, las demás generaciones pasaron por el mercado sin pena ni gloria. La segunda generación apareció cuando la marca ya arrastraba problemas, aunque pusieron en circulación un Lancia Delta HPE con un corazón capaz de rendir más de 185 CV en su primera edición y casi 200 CV en la segunda, aunque con un talante y una imagen que se quedó algo lejos del Integrale. La tercera generación ni siquiera tuvo versión deportiva y centró en ofrecer un FIAT Bravo más grande y con aspiraciones premium.

La cuarta generación debería llegar cuando el reemplazo del Ypsilon ya se haya asentado en el mercado, es decir, no lo veremos antes de 2025. Compartirá muchas cosas con el resto de marcas premium de Stellantis (DS Automobiles y Alfa Romeo) y según la propia marca, será un coche apasionante, un manifiesto de progreso y tecnología. Unas palabras que encierran un compacto eléctrico, ultradigitalizado y con acabados y destalles premium, pero no será el Lancia Delta que todos los aficionados quieren ver.