El Bugatti Chiron, como hizo anteriormente el Veyron, es una fuente inagotable o casi, de versiones especiales. Al fin y al cabo, es la forma más sencilla y rápida de dar salida a toda la producción que, aunque no es muy numerosa, si es tremendamente cara y después de un tiempo, pierde el interés de los clientes objetivo. Clientes de los que no hay muchos en el mundo, pues tener 3,2 millones de euros para gastar en un coche no es precisamente algo común. Aunque, todo hay que decirlo, de poder gastarnos ese dinero en un coche, a nadie le cabe la menor duda que lo haríamos.
Pero para la ocasión, esta versión especial no es simple imagen, aquí hay ingeniería y nuevas cifras, hay cambios de cierta importancia tanto en la fisionomía del coche como en el apartado técnico. Muy en consonancia con las últimas creaciones de la marca, que tomando como base de partida el Chiron, eran algo más que simples cambios de color y nuevas tapicerías, como si ocurrió con el Veyron, por ejemplo. La diferencia entre uno y otro, es que el actual modelo de Bugatti si resulta rentable y da la oportunidad de invertir más dinero en cambios y variantes.
El Bugatti Veyron era un agujero negro, lo sabemos todos, pero no deja ser sorprendente que Volkswagen haya podido afrontar semejante despilfarro, solo con el objetivo de resucitar una marca que no es precisamente la gallina de los huevos de oro. Es cierto que da imagen y prestigio, permitiendo al VAG demostrar sus capacidades, pero no sería la primera vez que una empresa de semejante tamaño se ahoga en proyectos demasiado grandes. Quizá por eso solo tengan un modelo en el catálogo, para no verse con el agua al cuello económicamente hablando.
Aerodinámica más avanzada y optimizada
Los cambios que se han efectuado en el Chiron Super Sport, o al menos uno de los más importantes, tiene que ver con su carrocería, con la aerodinámica de la misma. A simple vista se aprecian novedades tanto en el frontal como en los laterales, destacando especialmente la parte trasera. Dicho de forma rápida y sencilla, este Bugatti Super Sport es, básicamente, un Chiron “long tail”, con una silueta más afilada, que la acertada combinación de colores de las fotos oficiales resalta todavía más. Es notable que un coche aparentemente rechoncho como el Chiron, pueda tener un perfil afilado con pequeños cambios.
“Nuestro objetivo era darle al vehículo una configuración neutral a su velocidad máxima y al mismo tiempo darle una forma lo más aerodinámica posible. Por lo tanto, el proceso de diseño se centró en particular en lograr la eficiencia aerodinámica” – Frank Heyl, director adjunto de diseño de Bugatti
Para lograr un buen equilibrio aerodinámico y lograr mayores velocidades, objetivo básico de cualquier Bugatti moderno, se ha alargado la parte trasera 25 centímetros. Con esto, se consigue que el flujo laminar del aire se mantenga durante el mayor tiempo posible, reduciendo turbulencias y mejorando el comportamiento del aire sobre la carrocería. Pero no es el único cambio, pues el difusor también es diferente. Los ingenieros han ampliado la sección transversal del mencionado difusor, colocando el borde más alto respecto al suelo y reduciendo así la superficie de fuga en un 44 %. Así, se reduce la resistencia al avance considerablemente.
Los terminales de escape se ha recolocado, por un lado motivado por los cambios en el difusor y en la parte trasera en general y por otro lado, por mera cuestión estética. Ahora están colocados dos a dos, pero con las salidas una encima de la otra. Es una forma de colocar las salidas de escape poco habitual y que sin duda, atraerá muchas miradas. Bueno, en realidad será el coche al completo quien atraerá todas las miradas, sobre todo visto desde atrás, pues según la marca es más bajo y más ancho.
No obstante, todo lo que pasa delante, afecta detrás. En aerodinámica, la parte delantera de cualquier vehículo es la más importante, pues si se producen turbulencias ahí, llegarán a la parte trasera provocando mayores problemas. Por eso, el frontal del Bugatti Chiron Super Sport también se ha rediseñado pensando en mejorar el flujo de aire sobre la carrocería. Unas “cortinas de aire” ayudan a mantener el flujo de aire lo más pegado a la carrocería posible, porque ayudan a sortear los pasos de rueda. Esta zona es uno de los mayores quebraderos de cabeza para los ingenieros, pues son una fuente inagotable de turbulencias que “ensucian” el flujo que viaja hacia atrás por el lateral.
Los pasos de rueda tienen nuevos orificios de escape, que ayudan a reducir turbulencias mejorando, como cabe esperar, el flujo de aire, mientras que ayudan a reducir la presión de aire en los huecos de las ruedas delanteras. Esto permite que la fuerza aerodinámica sobre las ruedas delanteras sea mucho mayor.
Hasta 440 km/h con todo lujo
Bugatti es el paladín del exceso, de más y más y más en todos los apartados. El Chiron ahonda en esa idea y ofrece velocidad punta totalmente absurda (y genial, no vayamos a engañar a nadie) y lujo casi asiático. Pero donde más ahínco ponen es en la potencia y en la velocidad máxima y por eso, el Bugatti Chiron Super Sport anuncia 100 CV más, al tiempo que se pierden por el camino 23 kilos.
Si hacemos memoria, hablamos de la misma potencia que el Chiron 300+ y que el Cientodieci, aunque la marca dice haber realizado varios cambios en el motor. Los ingenieros de Bugatti, según la propia marca, han realizado modificaciones en los turbos (más grandes), en la bomba de aceite, en las culatas, en la transmisión y en el embrague.
“Aumentamos las revoluciones por minuto para lograr una aceleración longitudinal aún mayor y una experiencia de conducción más emotiva” – Michael Kodra, director de desarrollo de conducción de Bugatti
Ahora, el propulsor es capaz de girar hasta las 7.100 rpm, algo que quizá no resulte nada llamativo, pero hablamos de un propulsor con 16 cilindros y 8.000 centímetros cúbicos, que pueda girar tan rápido es digno de respeto. Así, por tanto, anuncia 1.600 CV y 1.600 Nm de par, disponibles entre 2.000 y 7.000 rpm, siendo un auténtico monstruo en cuanto a empuje. Bugatti dice que se cambia de 6ª a 7ª a 403 km/h, con una aceleración de 0 a 200 km/h en 5,8 segundos y un 0 a 300 km/h en 12,1 segundos. También acelera de 0 a 400 km/h un 12 % más rápido y que la 7ª marcha es un 3,6 % más larga.
Los turbos soplan a 2,8 bares y cuando se cambia de marcha, solo pierden algo de presión durante 0,3 segundos, permitiendo que el empuje sea constante y apenas exista lag en la respuesta de los turbos.
Nueva puesta a punto del chasis sin perder confort a alta velocidad
Cuando leemos cualquier cosa sobre coches, los aficionados nos atrevemos a juzgar las cosas como si tuvieramos toda la verdad en nuestro poder, pero en realidad nos faltan muchos datos para poder afirmar lo que a veces, nos atrevemos a afirmar. El Bugatti Chiron es una bestia, un coche realmente complejo que muchos al tildado de “elefante” por su elevado peso, sin tener en cuenta que su enorme motor de ocho litros pesa una barbaridad y que en realidad, pesa poco más que un Aston Martin DB11, por ejemplo (un DB11 V8 roza por poco los 1.900 kilos y el V12 se queda a 50 kilos de las dos toneladas), así que no es tan pesado como cabría esperar.
El caso es que ese peso hay que controlarlo a altas velocidades, absurdas velocidades deberíamos decir. Y como el Chiron Super Sport es más rápido, han tenido que trabajar también en la puesta a punto del chasis. Así, los sistemas de dirección y los amortiguadores cuentan con tarados específicos, más firmes, con muelles más duros y reajustes en la gestión electrónica del chasis. Ahora, es capaz de realizar pequeños ajustes en tiempo real necesitando apenas seis milisegundos (también hay cuatro modos de conducción: EB, Handling, Autobahn y Top Speed).
Sobre el asfalto se apoyan nuevos neumáticos Michelin Pilot Spor Cup 2 de desarrollo específico, siendo las únicas cubiertas diseñadas para rodar a 500 km/h.
“Ajustamos todos los parámetros posibles al desarrollar el chasis con el fin de lograr la mejor configuración posible para una aceleración inmensa, así como la experiencia única de lujo y comodidad de Bugatti. En comparación con el Chiron Pur Sport, el Super Sport permanece muy neutral y silencioso incluso en los rangos de velocidad más altos. Esto aumenta enormemente la sensación de seguridad” – Jachin Schwalbe, jefe de desarrollo de chasis de Bugatti.
La producción del Bugatti Chiron Super Sport comenzará en breves, en la planta que la marca tiene en Molsheim, Francia. Las entregas están programadas para inicios de 2022 y el precio es de 3,2 millones de euros netos.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS