Reinterpretar determinados automóviles no siempre resulta sencillo. Todos tenemos una visión personal de las cosas, una forma de entender el mundo y unas ideas, que, en determinadas ocasiones, no tienen por qué ser mejores. ¿Qué nos puede hacer creer que nuestra visión en mejor que la original, a pesar de que la original es un éxito? Hay que ser muy pretencioso para pensar así, y también muy engreído. De hecho, este tipo de cosas ocurren incluso dentro de las mismas marcas de automóviles, cuando un diseñador cree que puede mejorar lo que en el pasado fue un éxito.

De hecho, cuando hay que renovar determinados modelos, los diseñadores e ingenieros se encuentran ante una serie de problemas bastante complicados. ¿Acaso os pensáis que la renovación de coches como el Volkswagen Golf es sencilla? Para nada, cualquier paso en falso podría mandar al traste todo el proyecto y por eso, el Golf –ya que lo hemos mencionado–, es un coche que se parece muchísimo entre unas generaciones y otras. Porque los diseñadores e ingenieros intentan, simplemente, pulir detalles y mejorar donde realmente es necesario, ni intentar revolucionar con ideas que, posiblemente, acaben por estropear algunas cosas.

Pero ahora no va del Golf, va de otro coche mito con ruedas que recibe una renovación sumamente importante. Sabíamos desde diciembre que este coche contaría con una nueva iteración, y sabemos que no conoceremos todos los detalles hasta el mes de abril, pero la marca nos ha dejado ver como será, al menos en cuanto a diseño. Nos referimos al AC Cobra GT, la nueva interpretación de un icono de los años 60, que vuelve en pleno Siglo XXI. El Shelby Cobra fue la versión definitiva del AC Cobra, de hecho, el modelo original fue el AC Cobra, una combinación entre un modelo de AC Cars y las ideas del señor Carroll Shelby, que arrasó en competición.

El caso es, como veníamos diciendo, que actualizar un coche tan icónico no es ni mucho menos sencillo. ¿Cómo lo abordas? Estéticamente, no puedes tocar apenas nada, es la seña de identidad del modelo; mecánicamente, todo lo que no sea un V8 de elevado cubicaje podría ser un desastre –aunque hay versiones del Cobra con motores de seis cilindros– y añadir cosas como hibridación no debería siquiera plantearse. Actualizar un coche como este es un problema, porque nadie, en realidad, quiere una actualización, los fanáticos quieren que se venda como ha sido siempre. Sería posible montar un V8 actual, por supuesto, al fin y al cabo, mantendría la esencia, pero en lugar de carburadores, con inyección de combustible.

Por eso, la actualización del Cobra requiere de un ojo entrenado para captar los detalles. Los faros y los pilotos son nuevos, con tecnología LED, y cambian ligeramente su posición. La característica toma de aire delantera también es diferente, a igual que la pequeña entrada inferior, que también tiene formas diferentes. Los pasos de rueda son algo más anchos, los pilares del parabrisas son más gruesos, junto a los arcos antivuelco –ambas cosas pensadas para aumentar la seguridad–. Las formas más suaves de la carrocería pasan desapercibidas, pero le dan una imagen diferente al coche, los tiradores de las puertas están enrasados y las llantas, salta a simple vista, son específicas.

La marca no ha facilitado imágenes del interior, pero una de las fotos del coche, por su posición, permite ver algunos detalles, como los asientos tipo bucket, el nuevo volante o las nuevas formas del salpicadero.

No tenemos toda la información sobre el nuevo Shelby Cobra GT, pero si conocemos algunos detalles. La carrocería, por ejemplo, será fabricada íntegramente con aluminio y el motor, como en los orígenes, es un V8 de origen norteamericano, concretamente un 5.0 Coyote de Ford, el mismo que monta, por ejemplo, el Mustang, aunque en este caso equipado con un compresor volumétrico para alcanzar los 654 CV y alrededor de 1.000 Nm de par. Como en el Mustang, el cambio podrá ser manual de seis relaciones o bien, un cambio automático de 10 relaciones.