Mentiría si digo que deportivos italianos de la década de 1950 y principios de la de 1960 no se encuentran entre los más fascinantes de la historia. Mezclaban diseño pasional con soluciones de ingeniería a la vanguardia, existían gran variedad de marcas y modelos hacen que conocerlos todos sea prácticamente imposible. Balbo carrozó este exquisito Siata 208 CS movido por un V8 de 2 litros muy especial, es capaz de alcanzar 200 km/h.
La cantidad de carroceros italianos que trabajaban en aquel momento era casi tan grande como la cantidad de fabricantes de automóviles, la mayoría de los cuales producían automóviles pequeños con diminutos motores en pequeñas series. Muchas de esas marcas y carrozziere italianos ya no existen, como es el caso de Balbo, el autor de este precioso vehículo basado en un Siata. Siata es un acrónimo de Società Italiana Auto Trasformazione Accessori, la empresa con sede en Turín fundada en 1926 por Giorgio Ambrosini, y que siguió al mando de la familia hasta que cerró sus puertas en 1970.
Al igual que Abarth, Siata fabricaba piezas de alto rendimiento para Fiat, especialmente para coches de competición, ganando popularidad en Europa y América después de la Segunda Guerra Mundial. Fiat brindó apoyo financiero y tecnológico a Siata, que en 1949 producía pequeños automóviles con su propio nombre y con aspiraciones más deportivas que la gama Fiat del momento. Fiat había desarrollado un motor V8 de 2 litros para un automóvil deportivo de lujo, el Otto Vu (8V), bajo la mano del ingeniero de Siata, Rudolf Hruska.
El motor de varillas, fabricado de aluminio, era capaz de alcanzar altas revoluciones y se mostraba prometedor, generando más de 125 CV a 6.000 rpm. Esa salida permitió que el automóvil tuviera una velocidad máxima de más de 200 km/h. Una caja de cambios manual de cuatro velocidades, suspensión helicoidal independiente, frenos de tambor de aleación con aletas para su refrigeración, y un chasis de estructura tubular, contribuyeron a la personalidad competitiva del modelo en carretera y circuito.
Sin embargo, el motor, llamado Tipo 104, tuvo más éxito en concepto que en realidad, con solo unas 200 unidades fabricadas, unas 114 de las cuales llegaron al Otto Vu de Fiat, producido con varias carrocerías. Los motores restantes fueron a Siata, y así nació el 208 CS. Giovanni Michelotti diseñó la carrocería para el roadster de proporciones perfectas que definía el aspecto icónico de los autos deportivos de la época. Quizás lo más sorprendente fue el modelo cupé del 208 CS, del que solo se fabricaron unos 16, siete de Stabilimenti Farina y nueve de Balbo de Turín, de los cuales solo quedan seis, incluido el chasis número CS072.
La carrocería de Balbo generalmente se considera la más hermosa, y este automóvil, que conserva su motor Tipo 104 original, representa el modelo en su forma más perfecta. Anteriormente, propiedad de Charles Betz antes de convertirse en parte de la Colección Rosso Bianco de Peter Kaus, el cupé clásico finalmente quedó en manos de Tim Walker, quien lo restauró completamente a los estándares del concurso durante la década de 2010. Recibió un premio de clase en el Pebble Beach Concours d’Elegance de 2017.
Este Siata impecable y auténtico, se puede emplear en eventos como la Mille Miglia, donde es seguro que atraerá a una multitud, como en el césped del concurso de Pebble Beach. Un automóvil que debería sorprendernos con altas pujas en la subasta de RM Sotheby’s durante la Semana del automóvil de Monterey en agosto, tiene una estimación de hasta 1.8 millones de dólares.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS