El CES de Las Vegas, el mayor evento del mundo sobre electrónica de consumo, lleva varios años acogiendo a fabricantes de automóviles y sus tecnologías que, en algunos casos, son bastante innovadoras. Desde que la electrónica es parte vital de los automóviles, el desarrollo tecnológico del sector ha ido “in crescendo” hasta convertir a la industria del motor en una de las más innovadoras en este sentido.
Por ello, presentar las novedades en eventos dedicados a la electrónica tiene todo el sentido del mundo, casi más que hacerlo en el tipo salón internacional. Además, los próximos años prometen ser los más prolíficos en cuanto a nuevos desarrollos gracias a la llegada en masa de los coches electrificados y la conducción autónoma
Audi es actualmente uno de los fabricantes que más apuestan por el desarrollo tecnológico y los últimos modelos presentados son una clara muestra de ello. Pero el futuro irá a más y tiene una visión muy llamativa de cómo serán sus coches. Visión que han mostrado a todos en el CES bajo la forma de un prototipo llamado Audi AI:ME, un miembro más en la familia de concept cars que comenzaron su andadura en 2017.
Con el AI:ME, la marca busca dar forma a un vehículo autónomo y totalmente conectado con el usuario, mediante el Audi Intelligence Experience con muchas funciones nuevas. El sistema combina dos elementos diferentes: la inteligencia del vehículo y la inteligencia de interacción. Ambos elementos “piensan” por sí mismos y aprenden sobre la marcha, pudiendo ser proactivos e individuales. Audi afirma que el vehículo puede interactuar con los pasajeros con inteligencia y empatía.
Mostrando un claro enfoque premium (no puede ser menos siendo Audi), el cerebro del coche acaba conociendo los gustos, deseos y necesidades del usuario, puede, por ejemplo, sugerir de forma proactiva que se pida comida al restaurante favorito mediante el sistema del propio coche. Pero no se trata de menú convencional, sino de uno sumamente avanzado de control vocal y ocular. El Audi AI:ME cuenta con dos pares de gafas de realidad virtual, que los pasajeros pueden emplear para múltiples funciones. Funcionan mediante una tecnología inmersiva, que permite que los pasajeros se adentren en un mundo virtual que incluso se adapta a los movimientos del coche en tiempo real.
Bajo el parabrisas se haya una enorme pantalla OLED tridimensional, que abarca todo lo ancho del coche. Permite seleccionar diferentes menús con solo mirarlos y habilitar otros niveles de funcionamiento diferenciados. Para ellos, dos pequeñas cámaras de infrarrojos, una para el conductor y otra para el pasajero delantero, monitorizan los movimientos de los músculos que se encuentran debajo de los ojos para determinar la línea de visión exacta. Para confirmar las selecciones, los pasajeros cuentan con zonas sensibles al tacto en apoyabrazos de la puerta.
Estéticamente, el Audi AI:ME se ve muy influenciado por un diseño pensado para ofrecer el máximo confort a bordo. Mide 4,30 metros de largo, 1,90 metros de ancho y tiene una altura de 1,52 metros. Destaca la batalla, con 2,77 metros y que contribuye sobremanera a ofrecer un habitáculo amplio y cómodo. Por supuesto, la tecnología e-tron de Audi se encarga de dar vida a este llamativo concepto.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS