Cuando la vida comercial del Subaru WRX STI está llegando a su fin, los de Ōta presentan en el Salón del Automóvil de Detroit una versión más radical, más agresiva, con más garra y porte sobre el asfalto. Se llama Subaru WRX STI S209 y tan solo se fabricarán 200 unidades, todas ellas destinadas al mercado estadounidense.

Su motor bóxer de cuatro cilindros ve incrementada su potencia hasta los 346 CV, convirtiéndose así en el WRX STI más potente hasta la fecha que haya salido de fábrica -sin contar con el Cosworth Impreza STI CS400-. Además, los ingenieros de la casa han puesto todo su quehacer profesional y emocional en este coche. No solo es más potente, sino que la carga aerodinámica y la puesta a punto también ha mejorado sustancialmente respecto al modelo estándar.

El kit aerodinámico tiene un porqué, no es únicamente una decisión estética. Las aletas reciben extensiones ante el ensanchamiento de vías, que han crecido en 1,524 cm. Ahora, el WRX STI S209 es 4,32 cm más ancho. En el frontal nos encontramos con un nuevo splitter y una doble pareja de canards que a buen seguro mantendrán el eje delantero pegado al suelo. En la vista lateral, bajo los marcados pasos de rueda, llama la atención el juego de llantas ligeras BBS de 19 pulgadas doradas calzadas con neumáticos Dunlop Sport Maxx GT600A de 256 mm de sección. Las taloneras también son de nueva factura, así como el alerón fijo del portón y el techo en fibra de carbono.

Desde que comenzara la leyenda a mediados de la década de los 90, el corazón que ha impulsado a las distintas generaciones del Impreza firmadas por Subaru Tecnica International siempre ha sido el mismo: un bloque 2.5 de cuatro cilindros enfrentados entre sí y turboalimentado, el EJ25

Para pasar de los 314 CV del WRX STI del mercado norteamericano ­-300 CV en el nuestro- a los 346 CV del S209, Subaru ha forjado pistones y bielas en beneficio de una mayor fiabilidad y ligereza de las piezas móviles. Además, dispone de un nuevo sistema de admisión ­-con un filtro de aire de alto rendimiento-, una nueva bomba de gasolina, nuevos inyectores, nuevo sistema de escape, ECU reprogramada y un nuevo turbo HKS más grande y con más presión de soplado. Ante un uso intensivo, el intercooler se puede refrigerar a través de un botón situado tras el volante que rocía agua pulverizada.

Para canalizar la potencia al firme, se sigue apostando por un sistema de tracción total permanente asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, como no podía ser de otra manera. La actuación del diferencial y de los diferentes modos de conducción tienen una nueva gestión electrónica. Junto a la configuración 4×4, la suspensión, firmada por Bilstein, garantiza un conjunto veloz y estable que será difícil de sacar de sus casillas, con muelles y barras estabilizadoras más firmes.

En el eje anterior hay una barra de refuerzo superior flexible, es decir, una “barra de torretas” articulada en su centro por una rótula. La idea es aumentar la rigidez lateral, pero con cierta flexibilidad longitudinal para no mermar en exceso el confort

Cada una de las 200 unidades saldrán de la factoría como un Subaru WRX STI “normal”, pero todas la modificaciones aportadas en esta edición S209 serán añadidas en los talleres de Subaru Tecnica International. Un proceso que tiene un precio y, aunque aún no ha sido revelado, se espera que ronde los 50.000 dólares (entre un 25 y un 30 % más que el modelo de partida). Tan solo se podrá elegir con dos combinaciones cromáticas: blanco con llantas doradas y el mítico azul Mica con -inexplicablemente- llantas grises.

Casi con total seguridad, este será el WRX STI definitivo antes de que llegue la nueva generación adaptada a los tiempos que corren. Un fin de fiesta de un coche que ha marcado historia con el transcurso de los años, manteniendo ese toque old school aún en 2019. Un coche del que tan solo podrán disfrutar en Estados Unidos.

Como no vamos a verlo por aquí, nos tendremos que conformar con la galería de 50 fotos a alta resolución:

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