¿Estamos todos de acuerdo con que hace años que el universo de los diseños digitales de coches hiperrealistas se ha instalado en la comunidad del motor como un concepto en sí mismo, verdad? Entusiastas de todas partes del mundo que han encontrado en plataformas de la talla de Behance y en sus cuentas personales los espacios de difusión de sus trabajos. Un aficionado chino que adopta el Ferrari GTO original y lo convierte en una reinterpretación del mañana, un alemán que toma los modelos contemporáneos de la marca italiana para imaginar cómo sería el Testarossa en la actualidad, un diseñador e ingeniero de Dinamarca que rinde tributo a la exótica pick-up Dodge Deora ideando una versión de lo más futurista… Los ejemplos son variados e incontables.
En el caso del usuario Ildar Project, uno de los modelos que más lo divierte es el Rolls-Royce Spectre, el primer eléctrico de producción de la firma británica, el coupé fastback sucesor del Wraith, desarrollado sobre la plataforma del Cullinan y de la octava generación del Phantom VIII. Un gran turismo estéticamente fiel a los principios de la marca, donde contrastan muy bien la caída trasera con las pronunciadas molduras delanteras. Ahora bien, ¿qué es ese diseño de pilotos verticales? A mi entender, una completa aberración que, por suerte, va más allá con esta propuesta CGI.
Las llantas originales no están mal, lo admito. Sin embargo, un concepto como el de Ildar necesitaba esas intimidantes multirradio. Vaya que no defraudaron. Si va a ser un Spectre, que lo sea en su totalidad. En este render, esas características de serie adquieren más y mejor sentido. Esas molduras hacen al coche mucho más agresivo cuando se visten con este estilo dark y, no menos importante, ese diseño de luces traseras aquí sí que dan gusto. Una faceta bestial por donde se la mire. Esas llantas con esos diámetros –y el toque que le aportan las pinzas de freno roja–, insisto, lo son todo, y una zaga que le aporta deportividad extrema, pues agrega un alerón de tipo cola de pato y un imponente difusor.
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Están los fabricantes de volumen que por estas horas enfrentan el dilema de la demanda disminuida de coches eléctricos –con la nueva hegemonía china, como si no bastara– y luego están estos modelos de alta gama que siguen su curso sin la presión de los altos costos de producción y las bajas ventas. Su nicho y ya. ¿Por qué no, Rolls-Royce, acusar recibo del trabajo de Ildar Project?
Establecida esta innecesaria retórica, está claro que el Spectre es un coche con el que se puede jugar e imaginar, y encuentra en esa virtud, la de la personalización, una razón de ser. De momento, lo hecho por Ildar no pasa de creación digital, pero dado el escenario actual en el que el mundo de los bocetos en 3D se retroalimenta con el de las casas de repuestos y kits de carrocería, no sería una locura encontrarse con esta propuesta en las calles algún día. De hecho, no sería la primera vez en estar en boca de las casas de personalización, pues existe un segundo proyecto suyo del Spectre elaborado como idea de diseño para la reconocida compañía Bête Noire.
Imaginemos a Bruce Wayne llevando su Rolls-Royce Spectre a personalizar –lo sé: es un proyecto apuntado, según su autor, como coche para la mafia– y topándose con el concepto de Ildar. ¿Ustedes también lo ven saliendo de él y atrayendo los flashes de una de esas típicas fiestas privadas a las que tantas veces lo hemos visto asistir en Gótica?
Redaccion
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