Las 24 Horas de Le Mans 2020 fueron las más atípicas de los últimos tiempos. Y no por el vencedor, donde no hubo sorpresas y Toyota sumó su tercera corona consecutiva, sino por las circunstancias que rodearon a la disputa de la prueba en sí. Programada para el 14 y 15 de junio, reemplazada por una edición virtual, y aplazada la real a septiembre por el coronavirus, que se corriera en La Sarthe estuvo en entredicho durante bastante tiempo.
Finalmente tuvo lugar el evento con muchas modificaciones más allá de los cambios que suponen las extrañas fechas del 17 al 20 de septiembre para la 88ª edición. Se canceló el test oficial de un día, el desfile de pilotos del día previo a la carrera y no hubo presencia de público en el circuito por razones sanitarias. Además, el aplazamiento a septiembre de otra mítica prueba deportiva francesa como es el Tour de Francia provocó que la salida de Le Mans se adelantara una hora para no coincidir con este evento, arrancando así a las 14:30 del sábado 10 de septiembre.
La categoría reina, como decíamos, no deparó una gran emoción en la lucha por el triunfo, desde que Audi y Porsche abandonaron la competición y sólo hay una única fábrica compitiendo, Toyota. Los prototipos LMP1 híbridos de los japoneses siguen contando con una gran ventaja en este 2020, último año antes del cambio de normativa en 2021 y la llegada de los llamados Hypercars, que prometen atraer a más fábricas a la competición e igualar el rendimiento con los prototipos no híbridos.
El Toyota #8, pilotado por Sébastien Buemi, Kazuki Nakajima y Brendon Hartley sería el que se llevaría el gato al agua en esta edición, dejando en nada la hyperpole conseguida por Kamui Kobayashi y el Toyota #7, que volvió a encontrarse con el infortunio en su camino. Una avería en el turbo a mitad de la carrera arruinó cualquier opción de victoria para Kobayashi y sus compañeros Mike Conway y José María López, que veían cómo por tercera ver consecutiva un fallo técnico les apartaba del triunfo en las 24 Horas de Le Mans 2020.
Aun así, lograron salvar el podio gracias a los problemas que sufrió uno de los coches de la escudería Rebellion, la “mejor del resto”. El Rebellion #1 ya había marcado en clasificación la vuelta más rápida de la historia de Le Mans de un vehículo no híbrido, lo que a la postre le valió para salir en primera línea y finalizar en segunda posición. El Rebellion #3, por su parte, perdió el podio al final, pero aguantó el cuarto puesto.
LMP2 fue el territorio del equipo propiedad de Zak Brown, United Autosports, que llegó incluso a comandar la prueba durante buena parte de la noche con sus dos prototipos. Finalmente, fue el coche #22 de Phil Hanson, Filipe Albuquerque y Paul Di Resta el que se anotaría el triunfo en la categoría, con un estrecho margen sobre el #38 de la escudería británica JOTA, que estrenaba neumáticos Goodyear en el regreso del fabricante a la competición.
LMP2 es la única categoría de Le Mans que permite libre elección de neumáticos, por lo que este segundo puesto y el tercero de Panis Racing, otro equipo Goodyear, es un buen balance para la marca estadounidense. Llamó la atención la estrategia de JOTA, tratando de meter presión al piloto de United Autosports diciendo que no iban a parar más en el último relevo, cuando Phil Hanson aún tenía una parada por realizar. No era más que eso, una estratagema para intentar poner nervioso al líder, ya que también tuvieron que repostar combustible y finalmente se conformaron con el segundo puesto.
Uno de los dos españoles que competían en Le Mans en esta edición 88 era Roberto Merhi, con el coche #35 del equipo de Eurasia Motorsport. Si bien el piloto de Benicasim tuvo un gran ritmo de carrera en sus relevos, incluso siendo en algún momento el más rápido en la pista, sus compañeros de equipo no dieron la talla.
Especial mención merece Nobuya Yamanaka, piloto de 60 años y el sostén financiero del equipo, que se salió de la pista nada más comenzar y tuvo uno de los ritmos más lentos de la categoría. Eso lastraría el trabajo de Merhi, quien además tuvo que correr más tiempo por la noche al no estar autorizado el japonés a hacerlo. Finalmente terminarían en la posición 18ª en la general, 14º en su categoría.
En las categorías GT, Aston Martin logró sendas victorias para sus coches. En LMGTE-Pro se vivió un interesante duelo entre el Aston Martin #97 y el Ferrari #51, siendo el primero el que terminaría por llevarse la victoria, conducido por Alexander Lynn, Maxime Martin y Harry Tincknell.
El equipo Porsche, en su regreso a La Sarthe, decepcionaría y no pasaría del sexto lugar. Mientras, el segundo español en competición, Miguel Molina con el Ferrari #71, realizaría una gran carrera que no se vería recompensada con el buscado podio debido a un pinchazo sufrido por su compañero Sam Bird, que les relegaría al cuarto lugar. No obstante, continuaron peleando por subirse al cajón hasta que su Ferrari dijo basta en la última vuelta, no llegando a completar la carrera.
En la categoría LMGTE-Am, vivimos un intenso duelo entre dos Aston Martin, los números #90 y #98, hasta que éste último sufrió una avería en la suspensión de su coche, lo que regaló la victoria al #90 de Jonathan Adam, Charlie Eastwood y Salih Yoluc. A la anterior desgracia el Aston Martin #98 sumó una infracción en el pit-stop, lo que les acabaría sacando incluso de las tres posiciones de privilegio, las cuales terminarían ocupando dos Porsche, dando así la única alegría de la jornada a la marca alemana.
Luis Martínez
Cuando era un niño, no podía pasar una semana sin el nuevo número de mi revista de coches favorita. De adolescente, descubrí que me apasionaba escribir, divulgar y comunicar ideas. Ahora me encuentro dando mis primeros pasos en la profesión que me apasiona de la mano de la afición que ocupó buena parte de mi infancia, toda una suerte que demuestra las vueltas que puede dar la vida.COMENTARIOS