Como ya os adelantamos, al final fue Gary Paffett quien ganó el campeonato de DTM de 2018 en una apretada lucha que se produjo como colofón final en Hockenheim. Lo que aún no hemos narrado es cómo pasó, así que os voy a contar la carrera en primera persona, pues yo mismo estuve en el circuito siguiéndola de cerca.
En la clasificación para la carrera del sábado, un rapidísimo Lucas Auer colocó su Mercedes naranja en la pole-position. A su izquierda otro Mercedes, el del aspirante al título Gary Paffett. Detrás de ellos debería de estar el BMW de Timo Glock, que fue sólo 14 milésimas más lento que Paffett, pero durante los segundos entrenamientos libres tuvo un encontronazo con Phillip Eng, obteniendo ambos su cuarta advertencia y dirección de carrera les sancionó con cinco puestos en la parrilla de salida. El piloto de BMW empezó en la séptima plaza, pero manteniendo los dos puntos por su segundo mejor tiempo. De esta forma André Rast heredó la tercera posición compartiendo fila con Augusto Farfus y su BMW. Y para completar el top-five otro Audi, el de Nico Müller, que iba a dar de qué hablar el último fin de semana del DTM.
Segundos antes de las 13.33 el comisario pasó por detrás de los coches con la bandera verde indicando que todo esta en orden. Los motores llenaron el aire con su ronca melodía. Una a una se encendieron las luces rojas del semáforo, hasta que cuando todas brillan y las gradas contienen la respiración, se apagan. La expectación dio paso al movimiento y en los primeros compases de estos movimientos, un ágil Farfus aprovechó una salida poco afortunada de Rast para llegar tercero a la primera curva. Rast hizo todo lo posible por no perder el rebufo del alemán en las siguientes curvas. Con la persecución llegaron a Spitzkehre, la inconfundible horquilla del trazado que es sinónimo de mucha tensión y grandes adelantamientos. Rast se salió de la aspiración e intentó arrebatarle el puesto a Farfus frenando más tarde que su rival y tomando la línea exterior, pero Farfus tenía mejor tracción en el interior de la curva y consiguió mantener su puesto.
Por su lado, Paffett y Auer mantuvieron sus posiciones, hasta que llegaron a la tribuna Mercedes y Paffett coló su coche por el interior delante del del austríaco y se puso en cabeza. En la siguiente vuelta Paul Di Resta, que empezó sexto, logró hacerse con la quinta posición en un valiente adelantamiento por el interior de la parabólica y puso en su punto de mira al Audi de Rast que seguía en su pelea contra Farfus.
Las vueltas iban contando, la tensión no bajó. Paffett aumentó la distancia entre su coche y el resto del pelotón, que se mantenía extremadamente compacto y en el que cualquier fallo cuesta una posición. Y en el cuarto paso por Spitzkehre un espabiladísimo Rast le robó el tercer puesto a Farfus y Di Resta se quedó muy muy cerca de sobrepasar también al piloto de BMW.
El piloto de Audi no se conformó con ese tercer puesto y en el siguiente paso por la horquilla rebasó a Auer. Ya tenía delante solo al Mercedes de Paffett
Cuando el grupo que disputaba la cuarta posición pasó por sexta vez por nuestra curva favorita de Hockenheim, Robin Frijns, en una maniobra muy agresiva, empujó a Farfus con su Audi y di Resta fue empujado fuera de la pista por el coche de Farfus, mandando al escocés a la sexta posición. Al mismo tiempo Auer salió extrañamente más lento de la curva y se vio obligado a aparcar su coche en boxes por un problema con el acelerador.
Las posiciones en la cabeza se mantuvieron sin cambios, hasta que en la vuelta 14 René entró en boxes para hacer su parada obligatoria y al salir, aprovechó la pista despejada y los neumáticos nuevos para intentar rodar lo más rápido posible y recortar tiempo frente a Gary. A la vuelta siguiente es el británico el que hizo su parada obligatoria, el equipo consiguió que el coche saliese de boxes un poco más adelante del coche de René, que venía lanzado con las ruedas ya calientes.
Rast aguantó una única vuelta tras su rival y fue a la vuelta siguiente cuando, en la parabólica, abrió el DRS y logró colocarse delante del Mercedes antes de llegar a la horquilla, a la que llegó muy rápido. Tuvo que hacer una trazada más larga, dejándole la puerta abierta a Paffett, que consiguió salir de la curva recuperando su primera posición. Al llegar a la tribuna Mercedes René se metió por el interior, obteniendo el primer puesto, y lo defendió con uñas y dientes, llegando a tocar al coche de Gary. El de Mercedes, por supuesto, tenía preparada la revancha y en la siguiente pasada por la parabólica fue él quien se acercó a René Rast usando una de las doce veces que se puede activar el DRS en carrera, aunque solo le sirvió para ver los cuatro aros del Audi muy, muy cerca.
Poco a poco los dos líderes del campeonato iban sobrepasando sin problemas al resto de pilotos, que aún no habían hecho su parada en boxes y sabían perfectamente que interponerse en esa pelea no tenía sentido
Llegados a la vuelta 22, delante de la tribuna Mercedes, la persecución cambió de tono cuando Paffett intentaba encontrar un hueco, los coches se rozaron, pero se mantuvieron en pista y por tanto las posiciones. Esta no iba a ser la primera embestida y a la vuelta siguiente Gary se la jugó con una línea exterior en la horquilla al final de la parabólica. Salieron en paralelo, se tocaron, y poco antes de la tribuna el inglés ya rodaba líder de la carrera. Esto no le gustó a René que, a la vuelta siguiente, salió por el exterior de la horquilla, en paralelo con el Mercedes, abrió el DRS y es él quien llegó primero a la tribuna.
Cuando parecía que este continuo cambio de líderes no iba acabar, en la vuelta 25, una vuelta después de que el Audi rojo recuperase el liderato, la puerta del coche de Farfus salió despedida en la parte final de la parabólica, forzando un safety car que arruinó los diez segundos de ventaja que el dúo germano-británico había conseguido sacarle al resto.
Pasaron de nuevo por la línea y René hizo esta vez una salida brillante, sacando algo de ventaja al coche de Gary. Al llegar a la parabólica, Di Resta hizo una pequeña excursión por el asfalto y Wittmann, que rodaba un par de plazas tras él, recibió toda la nube de polvo y arena levantada y se vio obligado a abandonar.
A falta de siete vueltas para el final, los restantes 16 coches se agrupaban detrás del safety car, que dejaba la pista, y en las últimas curvas, la ruidosa serpiente avanzaba en uno de los convoyes más bonitos que puede dar el motorsport
A falta de 5 minutos para el final, Timo Glock se coló delante de Paffett, que se había descolgado ligeramente de la cola de René, quien poco a poco ampliaba el hueco con sus perseguidores de nuevo. Dos vuelta más tarde, Frijns intentó echarse encima del Mercedes azul de Paffett para hacer este final de carrera aún más emocionante. Al llegar a Spitzkehre, el piloto de Audi se colocó delante del Mercedes durante unos metros, antes de llegar a la curva, ayudado por el DRS.
El Mercedes se mantuvo, pero en mitad de la curva se encuentró con el BMW amarillo de Glock, que le obligó a levantar el pie del acelerador un instante, instante que el Audi consiguió aprovechar para dejar atrás definitivamente a Paffett. Pero Frijns no se conformó y en la siguiente vuelta se salió con la suya y adelantó a Glock tras tener un toque con él en mitad de la parabólica.
Al mismo tiempo, Rockenfeler y Müller relegaron a Paul di Resta a la octava posición y Frijns siguió como un cohete hacia delante recortando tiempo al mismo René Rast. Cuando cayó la bandera a cuadros, los dos Audi rodaban muy cerca el uno del otro y Paffett se quejó por radio a su equipo del mal estado de la pista tras el safety car.
Tras esta primera carrera de infarto la clasificación de pilotos quedaba así:
- Gary Paffett (Mercedes-AMG C 63 DTM): 239 puntos
- Paul di Resta (Mercedes-AMG C 63 DTM): 233 puntos
- René Rast (Audi Sport R5 DTM): 224 puntos
En el siguiente vídeo, puedes ver la carrera completa.
Tras una carrera muy emocionante, llegábamos al domingo con el final completamente abierto. En la clasificación, Marco Wittmann hacía el mejor tiempo de la mañana y eso le valía para poder aparcar su BMW delante de todos. Los dos puntos por el segundo mejor crono iban para René Rast, defendiendo su título de campeón. Detrás de Rast estaba el incombustible Paffett, que si todo acababa según la parrilla de salida, se llevaría el título a casa trece años más tarde de haberlo logrado por primera vez. El tercer candidato al título, Paul di Resta, empezaba en una discreta undécima posición, vaticinando que tenía que esforzarse muchísimo para salir de Hockenheim campeón.
Llegamos al mediodía del domingo y se repitió por última vez el ritual. Comisario, bandera verde, ruido furioso de motores, luces rojas, tensión, puños apretados, concentración… Se apagó el semáforo, las ruedas rascaron es asfalto buscando agarre y el baile comenzó.
Fue en los primeros pasos de esta danza donde René Rast, con una magistral salida, le robó a Wittmann su primera posición y empezó una fuga en solitario. Paffett contuvo las distancias, consciente de que para coronarse el fin de semana, aunque Rast ganase, a él le valían los puntos del tercer puesto. El inglés no quiso arriesgarse y fjó una estrategia conservadora, donde sin bajar el ritmo para no perder la posición, pero conservando los neumáticos y la oportunidades de usar el DRS, por si las cosas más tarde se complican, rodó a ritmo constante sin meterse en jaleos.
Todo avanzaba sin grandes cambios hasta que en el giro siete di Resta se la jugó y probó con una parada en boxes muy temprana, para tener la pista despejada e intentar recortar tiempo con la cabeza de carrera una vez todos hayan hecho la parada técnica.
No es hasta la vuelta 12 cuando Paffett cambió las ruedas, preocupado porque llevaba un tiempo notando vibraciones y sospechaba que podría ser una rueda intentando divorciarse del resto del coche, arruinando sus oportunidades de cerrar una temporada perfecta. Una vuelta más tarde es Rast quien entró a cambiar neumáticos y consiguió salir del callejón de boxes por delante del piloto de Mercedes.
Y con los neumáticos nuevos la pareja empezó a imponer un fuerte ritmo en la cabeza virtual de la carrera. Este ritmo fue lo suficientemente fuerte que para cuando Wittmann salió de boxes, se tuvo que incorporar a la carrera detrás del Mercedes de Paffett. Wittmann no esta dispuesto a quedarse en esa posición y en la vuelta siguiente se metió delante del Mercedes, beneficiándose de unas gomas más frescas y de un algo pasivo Paffett, más concentrado en la clasificación general que en el espectáculo.
Pero aún no estaba todo decidido, porque Nico Müller retrasó todo lo posible su cambio de ruedas y reapareció en la pista en décima posición en la vuelta 22 de las 36 que tendría la carrera. El piloto de Audi fue de los últimos en hacer su parada en boxes, y uno a uno fue rebasando a todos los que tenía por delante aprovechando sus neumáticos frescos.
A cinco vueltas para el final ya estaba peleando con Bruno Spengler y su BMW negro por el cuarto puesto, si conseguía pasarle rápido y alcanzar a Paffett, su compañero de marca tendría algo más que una victoria de carrera que celebrar. El duelo entre los pilotos de Audi y BMW se resolvió en una vuelta y el suizo de Audi puso en su punto de mira al Mercedes, que está a 4 segundos de él. Müller no bajó el ritmo y cuando faltaban dos vueltas empezó a a aparecer en los retrovisores del Mercedes y Paffett se vio forzado a subir el ritmo si no quería que le aguasen la fiesta.
Pero al final se completaron los 55 minutos, más la vuelta extra, sin que Müller diese caza a Paffett. Rast cruzó con casi 4 segudos de ventaja sobre Wittmann y batió un récord en la historia del DTM, con seis victorias consecutivas. Detrás de Wittmann, a 12 segundos, llegó el campeón del DTM de 2018. Apenas un segundo y medio detrás de él se hallaba el Audi de Müller. De haber tenido un par de vueltas más, Rast podría haber mantenido su título, y si no, por lo menos hubiéramos tenido una preciosa batalla por el último escalón del podio.
Ya con todo terminado, los safety car agruparon a los 18 pilotos, que al llegar a la escapatoria de la última curva regalaron a los espectadores los últimos donuts de la temporada, algo que lamentablemente los vídeos no hacen justicia.
Y así termino el último baile de la temporada 2018 del DTM. René Rast primero, Marco Wittmann segundo y con un suficiente tercero Gary Paffett se coronó campeón del certamen.
Si quieres ver la segunda carrera, aquí abajo tienes el vídeo.
La guinda del pastel: mi experiencia desde el circuito
Este año pude escaparme al circuito a seguir el espectáculo en directo y es algo que, si te gustan un mínimo los coches, no puedes perderte. Desde casa es más cómodo, te enteras de todo mejor y no te mojas si llueve o te quemas si hace sol, pero amigo, te pierdes muchas cosas que ahora te voy a contar.
Lo primero es el sonido
Por muy buen equipo que tengas en casa y mucho que se esfuerce la realización, nunca vas a conseguir el sonido que hay en el circuito. Cuando pasan las máquinas olvídate de hablar con el de al lado, no vas a sonar por encima de los motores de carreras y si lo consigues, es que no están apretando.
El ambiente en las gradas
En las carreras la rivalidad es muy diferente. El público tiene un grandísimo respeto por todos los pilotos, y cada adelantamiento es celebrado. Los aficionados de todos los equipos se sientan juntos a ver pasar a sus pilotos y juntos disfrutan del espectáculo. Al final, si todo acaba como no te esperabas, no pasa nada, le das la mano al de al lado y hasta la próxima. Ya podrían aprender algunos deportes.
Las series de apoyo
Todas las los campeonatos suelen tener un par de carreras que les acompañan y consiguen que en la pista siempre haya algo bonito que ver. En el caso de la final en Hockenheim, pudimos disfrutar de la Fórmula 3, donde vimos a un Mick Schumacher (hijo del campeón de Fórmula 1) llevarse el título de la temporada.
La copa GT4 son coches de calle “ligeramente” modificados para las carreras. Eso dicen y eso me creía, hasta que explorando el paddock me pude subir en un AMG y descubrir, que aunque por fuera seguía pareciendo un coche normal de calle, las tripas habían cambiado sustancialmente: frenos de competición (con discos de acero), electrónica de carreras, suspensiones ajustables, asientos y cinturones de competición para asegurar la seguridad de el/la piloto y por supuesto, jaula de seguridad.
La última serie de apoyo, que es la que más ilusión me hizo, fue una mezcla de coches clásicos del DTM de los 80 y 90, más algunos artistas invitados del BTCC (British Touring Car Championship). Ver a los “abuelos” de los coches actuales dándolo todo en la pista, algunos conducidos por los mismos pilotos que lo hicieron años atrás, es algo muy especial para cualquiera que le guste este mundo.
El paddock
El DTM te ofrece la posibilidad de entre carrera y carrera, darte una vuelta por el paddock (comprando un suplemento que merece mucho la pena). Allí vas a tener los stands de las marcas que compiten (Audi, BMW y Mercedes) enseñando sus modelos de calle, algunos modelos clásicos y repartiendo pósters y banderas para que decores tu casa cuando vuelvas del circuito.
Aparte de esto, los pilotos de las distintas marcas firmaban autografos a los aficionados, un detalle que te permite acercarte a los pilotos y llevarte otro recuerdo. Los coches de las series de apoyo estaban allí expuestos con sus equipos para que hicieras fotos, preguntas, charlaras con el personal y si tenías suerte, hasta meterte en la cocina… siempre que no molestaras a la gente que estaba haciendo su trabajo.
Y la última joyita de la experiencia era que, como no todos los boxes estaban ocupados, la organización dejó unos cuantos habilitados para que la gente se pudiera asomar a través de unas ventanitas a ver como trabajaban los mecánicos en los prototipos. Para mí uno de los mejores momentos del fin de semana fue cuando estando al lado de uno de los Audi y los mecánicos decidieron encenderlo sin previo aviso. Creo que hay muy pocos niños que en navidad disfruten más que yo ese ratito. Luego pasó lo mismo en el box de BMW, no se si es que me querían matar de un infarto o que no me fuera de allí.
Cómo llegar al circuito
Al Hockenheimring se puede llegar en tren. Bajándote en el pueblo de Hockenheim te encontrarás un autobús que te lleva al circuito sin coste y luego te traerá de vuelta. Sí, lo sé, esto es espíritu RACER y aquí no cogemos el tren si se puede conducir, pero yo tengo que dar la opción.
En coche hay aparcamientos y encontrar un hueco en un fin de semana de DTM, o de otro campeonato que no sea Fórmula 1, no es ningún problema. Si por otro lado quieres empaparte más del ambiente, el circuito tiene un pequeño camping donde puedes pasar el fin de semana y que los coches te despierten a primera hora de la mañana. Yo pasé por delante y el ambiente me recordaba un poco al camping de Le Mans, pero a una escala muy pequeñita.
Dónde sentarte para verlo bien
En Hockenheim no hay pelousse, todo son tribunas. Está la Nordtribüne, al final de la recta de meta, la Haupttribüne, la lado de la línea meta y enfrente de los boxes, la Südtribüne, que se extiende por las dos últimas curvas del circuto. La Innentribüne, sobre la Sachskurve, también conocida como el sitio donde a Vettel le gusta aparcar el coche y por último, la Mercedes Tribüne justo detrás de la Sachskurve. Mi recomendación son las tres últimas.
En la tribuna Mercedes vas a poder ver muchísima acción en esa curva porque, como has podido leer, es muy propensa a los adelantamientos. La Sachskurve es una curva peraltada muy delicada con escapatoria de grava. No es raro que aquí la gente se salga y puedes ver de cerca a los coches. En la Südtribüne no vas a ver las salidas de pista que hay en Sachskurve, pero si que vas a poder ver la Sachskurve, las dos últimas curvas del circuito, la de antes de llegar a Sachskurve y las que enlazan con las dos últimas del trazado. Además aquí es donde tienen lugar los donuts de las celebraciones.
La próxima cita será de nuevo en Hockenheim, el 4 de Mayo de 2019, con nuevas normativas, nuevos coches, nuevos pilotos y mucha expectación por todas las novedades que llegan. Nos vemos el año que viene en Hockenheim.
José Miguel Romero
Hace muchos años visualizaron el automóvil como un medio para mover mercancías y personas de forma rápida y eficaz. Otros pensaron en que esos cacharros podían ir más y más rápido y ser divertidos o ir de lado. Yo me quedo con esos!COMENTARIOS