Coche del día: Toyota TF102

Coche del día: Toyota TF102

Protagonista del estreno de la casa nipona en la F1, este modelo estuvo inserto entre dos escándalos más que polémicos


Tiempo de lectura: 5 min.

A pesar de los pobres resultados exhibidos durante su estreno en la temporada del año 2002, el Toyota TF102 es uno de los diseños más simbólicos en la historia de la casa japonesa. Es más, gracias al mismo pudo estrenarse en la F1, culminando una transición que la llevó desde los rallyes hasta los trazados de asfalto en menos de una década. Pero vayamos por partes. Para empezar, hemos de situarnos en 1990. Un año especialmente recordado por los aficionados españoles, ya que Carlos Sainz se hacía con el primero de sus dos campeonatos mundiales. Ambos conquistados con Toyota, la cual también sirvió a Juha Kankkunen y Didier Oriol de cara a lograr los campeonatos de 1993 y 1994 respectivamente.

Es decir, la casa nipona se encontraba en lo más alto del mundo de los rallyes, habiendo tomado el relevo de la hegemonía interpretada por Lancia antes de dejar el testigo a la supremacía exhibida por Mitsubishi y sus cuatro victorias consecutivas desde 1996 hasta 1999. Sin embargo, quizás ese mismo éxito hizo que Toyota perdiera el contacto con la realidad, creyéndose intocable hasta el punto de utilizar piezas ilegales. Debido a esto, a finales de 1995 fue duramente sancionada con un año de retiro forzoso. Algo que puso la imagen de la marca a los pies de los caballos, inclinándola a centrar su atención en otro tipo de competiciones.

Así las cosas, en 1997 Toyota anunciaba su intención de participar en las 24 Horas de Le Mans del año siguiente con el GT-One. Dotado de un excelente rendimiento en relación con el cronómetro, este modelo finalmente quedó en la cuneta de la historia debido a sus constantes problemas de fiabilidad. Sin embargo, ya se había puesto en pie el precedente necesario para el regreso de Toyota a la prueba francesa en 2012 con sus exitosos modelos híbridos, ganadores en las últimas cinco ediciones hasta la fecha presente. Además, gracias a la dinámica de equipo generada los directivos de la casa nipona decidieron usar todo lo aprendido en Le Mans de cara a entrar en la F1. De esta manera, en el año 2000 el grueso de su potencial competitivo se orientó a la categoría reina del automovilismo.

Tras el escándalo protagonizado en el Mundial de Rallyes, Toyota se inclinó por desarrollar un modelo para Le Mans del cual sacó lecciones de cara a entrar en la F1

Toyota TF102, probar es la base de todo

“ Un pedazo de mierda “. Éstas fueron las palabras que Mika Salo – uno de los pilotos de Toyota – dedicó en 2001 al TF101. La base desde la cual se preparó el TF102 como protagonista para el estreno en la F1 durante el año siguiente. Y es que aquel prototipo era lento, pesado e ingobernable. Un diseño en las antípodas de poder demostrarse competitivo en la categoría reina, poniendo encima de la mesa los evidentes problemas producidos por querer ingresar desde cero en lo más granado del automovilismo deportivo. Y es que, lo hecho por Toyota, se salía valientemente de la norma.

Un hecho que viene marcado por no querer colaborar con ningún especialista externo. Es decir, lejos de asociarse con alguna escudería o fabricante del británico Motorsport Valley, Toyota se acuarteló en Alemania a fin de crear un monoplaza totalmente diseñado por ellos. De hecho, siquiera pidieron ayuda externa en elementos como el chasis. Lejos de ello, todo estaba diseño desde un folio en blanco por los profesionales a sueldo de la casa. Eso sí, entre ellos se encontraba gente con tanta experiencia en la F1 como Gustav Brunner – antiguo trabajador de Arrows, Ferrari y March Engineering – o Luca Marmori.

Ni más ni menos que con una experiencia de diez años en la Scuderia Ferrari. Volviendo a ella tras los años transcurridos en Toyota para llegar a ser su jefe de motores y electrónica desde el 2009 hasta el 2014. Una figura trascendental para el TF102, ocupándose del diseño de su mecánica V10 con tres litros y 835 CV. Adecuada en términos de potencia y, tras el fiasco producido en Le Mans con el GT-One, muy cuidada en términos de fiabilidad. Además, el chasis era un monocasco en fibra de vidrio para dejar el conjunto en tan sólo 600 kilos.

toyota TF102 (1)

Hoy en día Toyota ha vuelto a reinar en el Mundial de Rallyes, aunque al poco de entrar a la F1 volvió a interpretar un polémico episodio de espionaje a Ferrari del cual tuvo que responder ante los tribunales alemanes

Así las cosas, el TF102 hizo su estreno en 2002 sumando tan sólo dos puntos pero dando muestras evidentes de ser un modelo en el que, de base, se podía confiar. De esta manera, Toyota siguió invirtiendo en la F1 aunque, en el 2004, se produjo otro desagradable incidente como el que nueve años antes se había dado en el Mundial de Rallyes. Esta vez relacionado con el espionaje industrial, investigado por la fiscalía alemana – Toyota F1 tenía su sede en las cercanías de Colonia – a instancias de Ferrari, la cual se sabía burlada por la filtración de datos relativos a F2003- GA. En fin, otra de las muchas batallas legales dadas en esta categoría, la cual a veces tiende a reproducir los vicios de la política internacional.

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Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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