A principios del siglo XXI hubo una tónica bastante repetida entre muchas marcas de coches: rescatar viejas glorias automovilísticas adaptándolas al nuevo milenio, pero manteniendo de la manera más fiel la estética de entonces o pudiendo llegar a reinterpretarla al completo en muchos casos.
Ejemplos tenemos varios. El Volkswagen New Beetle, el MINI de BMW, el Fiat 500, o cruzando el charco para encontrarnos con el Ford Mustang de quinta generación o el 2006 Dodge Challenger y sucesivos; entre otros muchos. Tendremos que desplazarnos hasta el imperio del sol naciente donde nos toparemos con el todoterreno -que no SUV- que nos ocupa hoy, el Toyota FJ Cruiser.
Presentado como concept car en el Salón del Automóvil de Detroit de 2003, debutaría como versión de producción en el mismo Salón, pero de 2005. Solo habría que esperar un año más hasta 2006 para encontrarlo en los concesionarios de numerosos países. Toyota decidió reinterpretar la estética del Land Cruiser FJ40 de los años 60, cambiándola casi por completo y adaptándola al siglo XXI, pero cogiendo de manera más o menos calcada elementos como las ópticas delanteras y la parrilla del frontal.
Aquel FJ40 era un todoterreno pensado para el trabajo duro y el ámbito militar -no es casualidad que estuviera inspirado en el Jeep original-. Muy espartano en su concepción, su reinterpretación -y aunque capacidades offroad no le faltaban-, acabó siendo el “utilitario” favorito de la gente cool estadounidense.
Un aspecto que no se pasaba por alto del FJ Cruiser era que, aunque desde fuera pareciera un tres puertas, tenía trampa. Tras abrir las grandes y pesadas puertas delanteras, se encontraban dos portezuelas traseras de menor tamaño y con apertura “suicida”. Facilitaban el acceso a las plazas traseras -donde había cabida para tres pasajeros- por la ausencia de pilar B y además no “rompían” la estética del coche.
Una estética que, siguiendo la línea del MINI, era bastante personalizable: numerosos elementos decorativos para el exterior, colores vistosos para su carrocería o la posibilidad de escoger el techo en colores de contraste con la carrocería.
Bajo su capó delantero se alojaba un motor gasolina de 4 litros y seis cilindros en uve de la casa. Montado en posición longitudinal, generaba una potencia máxima de 240 CV a 5.200 vueltas y un par motor de 280 Nm a 3.700 cuando salió al mercado en 2006. Diversas evoluciones posteriores hicieron incrementar la potencia final hasta unos 270 CV.
La fuerza era enviada a ambos ejes, ya que bajo su chasis de largueros y travesaños montaba un sistema de tracción total permanente con la posibilidad de bloqueo del diferencial trasero. Para las caja de cambios había dos opciones según mercados: por un lado una caja de cambios automática de cinco velocidades y por otro una manual de seis relaciones.
Las prestaciones eran decentes para esta mole de 2 toneladas de peso y unas dimensiones de 4.670 milímetros de longitud, 1.905 mm de anchura y 1.830 mm de altura: 175 km/h de velocidad máxima y una aceleración hasta los 100 km/h por debajo de 9 segundos. Sus neumáticos estaban pensados para fuera del asfalto y tenían unas dimensiones de 265/70 R17. La distancia al suelo era de casi 250 milímetros, lo que contribuía a su buen hacer fuera del asfalto.
El consumo medio en conducción normal de este FJ Cruiser era difícil bajarlo de 13 litros a los 100 km, aunque gracias a su gran depósito de 72 litros se aseguraba una autonomía real superior a los 500 km. Aun así, y si tenías espíritu aventurero, podías solicitar un segundo depósito de combustible en algunos mercados.
Su interior, al que se accedía con total comodidad a sus plazas delanteras -eso sí, prestando atención a la cercanía de vehículos aparcados cerca por el tamaño de sus puertas- y con relativa facilidad a las traseras, gracias a las mencionadas puertas de apertura “suicida”.
Desentonaba con sus líneas exteriores un insulso salpicadero con inserciones en plástico que imitaba al aluminio -o inserciones plásticas en diversos colores-, que iba rematado en su totalidad con plásticos duros. Aunque sí que es verdad que estaba bien ejecutado, pero se podrían haber esmerado un poco más para un coche de su precio y categoría. Su aspecto aventurero quedaba demostrado con unos asientos de tela impermeable y una cúpula sobre la consola central con una brújula, termómetro e inclinómetro.
Descatalogado en su principal mercado -el estadounidense- en 2014, sus ventas se extenderían en otros países hasta 2017, como en su país natal, donde se despediría con una edición final limitada. A fecha de 2020 aún seguían vendiéndose unidades en Sudáfrica y Emiratos Árabes. Coches con poco cambios -el equipo multimedia y poco más- con respecto a las primeras unidades de 2006. Las imágenes corresponden al 2007 Toyota FJ Cruiser para mercado estadounidense.
No se vendió de manera oficial en Europa, no obstante se ven algunas unidades importadas por nuestras calles. Si te quieres hacer con uno prepara desde unos 15.000 euros, aunque lo habitual es que las unidades más cuidadas partan de los 24.000, o más. Es un coche que ha mantenido muy bien su valor a lo largo del tiempo y que está cerca de convertirse en todo un clásico.
Calcula cuánto cuesta asegurar un Toyota FJ Cruiser con nuestro comparador de seguros.
Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)COMENTARIOS