Coche del día: SEAT León 1.8 TSI Sport-Up (1P)

Coche del día: SEAT León 1.8 TSI Sport-Up (1P)

Una versión totalmente eclipsada por los TDI


Tiempo de lectura: 4 min.

El SEAT León 1.8 TSI Sport-Up apareció en un momento bastante particular que no le permitió brillar con las luz que se merecía. Los diésel dominaban las lista de ventas desde hace ya un buen puñado de años, y los motores de gasolina habían quedado como la opción minoritaria. Eso provocó que el precio de la gasolina estuviera por debajo del precio del gasóleo, un suceso que no se había vivido hasta ese momento.

La era de los diésel fue una época bastante interesante. Se vivió una evolución brutal de la tecnología turbodiésel; las potencias de paraban de subir, mientras que los consumos bajaban con cada nueva generación, al tiempo que se lograba niveles de refinamiento nunca vistos en un diésel. La gasolina se había quedado para superdeportivos, para versiones con algo más de “espíritu” y alguna opción económica y para usuarios que hacían pocos kilómetros al año. Para todos los demás: diésel.

El diésel llegó a ser la opción de gente que apenas hacía 10.000 kilómetros al año, cuando lo mejor para ese usuario habría sido un gasolina. Esa obsesión hizo que, en algunos casos, versiones muy interesantes pasaran desapercibidas, como el SEAT León 1.8 TSI. Una variante del León 1P –la segunda generación–, que ofrecía no solo prestaciones, también una finura de funcionamiento y una suavidad que no podía igualar el turbodiésel. Y no solo eso, los consumos tampoco eran exagerados y era más barato que León TDI equivalente.

SEAT León 1 8 TSI Sport Up (2)

A pesar del abrumador éxito de los turbodiésel, el desarrollo de motores gasolina nunca se detuvo, de hecho, ese éxito de los diésel sirvió para ciertos avances en gasolina, como ocurrió con el 1.8 TSI De Volkswagen

Por 23.150 eros –de finales de 2007, 31.670 euros si contamos IPC hasta 2024–, el SEAT León 1.8 TSI ponía sobre el asfalto un conjunto 2.000 euros más barato que el León TDI con 170 CV, con una puesta a punto decididamente deportiva y un tacto general que estaban por encima, según la prensa de la época, de cualquier versión diésel. Incluso se llegó a comparar con los TDI en la faceta ahorrativa, y se decía que el diésel no se más rentable que el gasolina hasta haber recorrido 144.000 kilómetros.

El dato del kilometraje era algo habitual cuando se hablaba de versiones gasolina, era la forma de justificar su compra, cuando lo mejor habría sido, simplemente, comprar lo que a uno le gusta y le apetece sin tener que dar explicaciones, ¿verdad? Y el León 18 TSI era muy interesante y apetecible, lo suficiente para comprarlo y disfrutarlo todos los fines de semana sin tener en cuenta nada más.

Bajo el capó había un cuatro cilindros de 1.798 centímetros cúbicos, culata de cuatro válvulas y dos árboles de levas, inyección directa, turbo e intercooler, que anunciaba 160 CV entre 5.000 y 6.200 revoluciones, así como 25,5 mkg entre 1.500 y 4.200 revoluciones. Era un propulsor de carrera larga –82,5 por 84,2 milímetros para diámetro y carrera respectivamente–, que tenía bastante temperamento y una entrega de potencia lineal, pero contundente. Se combinaba con un cambio manual de seis relaciones cuyos desarrollos estaban, según las pruebas que se publicaron, bien ajustados a las prestaciones del motor –la quinta era de 36,37 km/h a 1.000 revoluciones y la sexta, de 43,90 km/h a 1.000 revoluciones–. Como curiosidad, los datos del banco de potencia marcaban 184 CV y 28,7 mkg de par.

SEAT León 1 8 TSI Sport Up (4)

El poderío del motor se apreciaba en las cifras que publicó, por ejemplo, la revista Autopista. El 0 a 100 km/h lo completaron en 7,15 segundos y el 0 a 160 km/h en 19,62 segundos. Los 400 metros con salida parada necesitaron 15,32 segundos y los 1.000 metros en idénticas condiciones se fueron hasta los 28,36 segundos. El 80 a 120 km/h en quinta lo completaron en 8,66 segundos y en sexta, en 11,48 segundos.

Son muy buenos números, se acompañaban de consumos más que aceptables para el potencial del motor y el peso del conjunto –1.389 kilos–. La media se cifró en 8,8 litros cada 100 kilómetros y la autonomía en 625 kilómetros con un deposito de 55 litros, pero lo mejor estaban en su comportamiento en carretera, claramente deportivo. No en balde, el motor 1.8 TSI solo se podía escoger con el acabado Sport-Up, el más deportivo de la gama sin tener que entrar en el terreno del los FR.

Dicho acabado tenía muelles y amortiguadores más firmes, así como neumáticos más anchos –225/45 R17–. La dirección era muy rápida, los cambios de apoyo igualmente veloces y la estabilidad en curva notablemente alta. Apenas había movimientos de la carrocería y el aplomo era máximo. Solo había una pega, por así decirlo: su conducción no era muy exigente y cualquiera podía ir muy rápido con él. Eso restaba un poco de emoción a su conducción.

COMPARTE
Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.

Javier Gutierrez

Mauro Blanco