Coche del día: Saab 9000 CS Aero

Coche del día: Saab 9000 CS Aero

Solo le faltaban las alas para volar


Tiempo de lectura: 3 min.

El Saab 9000 CS Aero se posicionaba como “lo más de lo más” en el catálogo del fabricante sueco en 1993 y los argumentos para justificar algo así eran más que buenos: motor turbo con culata de 16 válvulas y 225 CV, vestido con un traje que destilaba personalidad y carácter y completado con un equipamiento de primer nivel. Podía permitirse mirar de tú a tú a los modelos de la tríada germana sin mayores complicaciones –aunque Audi, por entonces, no era tan potente como lo fue después–.

Svenska Aeroplan Aktiebolaget, algo así como Sociedad Anónima de Aeroplanos Suecos. Qué interesante resulta un nombre así, ¿verdad? ¿Cómo serían los coches de un fabricante de aviones? Saab nos lo enseñó, y aunque no fue el único, sí que podía presumir de tener, posiblemente, los coches con más carácter y personalidad de todo el mundo. Desde el mismo día que comenzaron con la producción de automóviles, anduvieron su propio camino aunque, todo sea dicho, lo que había al final de dicho camino no fue un final feliz.

Pero, no obstante, allá por los años 90 no se había problemas, ni siquiera había miedo a una posible quiebra y los productos de la firma sueca eran realmente atrayentes. Solo hay que echar un vistazo al Saab 900 CS Aero para comprender esa predilección que sientes algunos por esta marca. Y eso que el Saab 9000 surgió de un acuerdo de colaboración con FIAT y que contó con unos primos que, reconozcámoslo, también tenían su interés: Alfa Romeo 164, Lancia Thema y FIAT Croma. De todos ellos, solo el modelo de Alfa podía igualarse en personalidad e imagen.

Saab 9000 CS Aero (3)

Aunque compartía muchas cosas con algunos modelos del Grupo FIAT, la calidad de fabricación estaba a otro nivel, al igual que el tacto de conducción y las prestaciones

En prestaciones, bueno, el Thema, con sus versiones Turbo y el 8.32 era capaz de ponerse a la altura del 9000, aunque hay cosas donde no podían competir. El motor del Saab 9000 CS Aero era un cuatro cilindros de 2.498 centímetros cúbicos, culata multiválvulas y dos árboles de levas, que gracias a un turbo, rendía 225 CV a 5.500 revoluciones y 35,5 mkg a 1.900 revoluciones. Era un motor poderoso –casi 350 Nm de par a 2.000 revoluciones son datos de motor turbodiésel del Siglo XXI–, pero también explosivo. La revista Autopista, en el número 1.772, decía que por debajo de las 2.000 revoluciones había poca cosa, pero desde ahí y hasta las 5.000 revoluciones, el motor era salvaje.

Las capacidades del motor ponían en aprietos a los neumáticos delanteros, los cuales, hoy parecerían pequeños –205/55 ZR 16–, aunque el 9000 CS Aero montaba sistema de control de tracción electrónico –se pagaba como extra–. De hecho, las ruedas delanteras tenían tantos problemas que la aceleración de 0 a 100 km/h se veía perjudicada. La marca homologó 6,9 segundos, pero los probadaores de Autopista fueron incapaces de bajar de los 7,6 segundos. No obstante, una vez lanzado, podía llegar a los 160 km/h en 17,67 segundos, hacer el kilómetro con salida parada en 27,92 segundos o el 80 a 120 km/h en quinta en 9,39 segundos.

El Saab 9000 CS Aero era un coche exclusivo y, obviamente, muy caro: 6.607.000 pesetas, casi 40.000 euros en 1993 –88.670 euros de 2025 si sumamos inflación–.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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