El Renault 19 GTS es, aunque pueda parecer lo contrario, una de las opciones más modestas de cuantas se ofrecían del compacto francés a finales de los 80. Una versión que se podía combinar con el recién estrenado, en aquel entonces, motor Energy de 80 CV, cuyo precio “en la calle” era de 1.450.000 pesetas. 8.715 euros de 1988, equivalentes a unos 24.742 euros si tenemos en cuenta el IPC desde entonces hasta diciembre de 2024.
Cuando hubo que reemplazar al Renault 11, es evidente que en la marca tenía un arduo trabajo por delante. El 11 fue un coche de enorme éxito de ventas y tenía una fuerte reputación entre usuarios y aficionados, así que había que desarrollar un coche con la suficiente personalidad y las suficientes capacidades para hacer olvidar al R11.
Sin embargo, la puesta en escena del 19 ya contó con alguna crítica que otra, como por ejemplo la que hacía Máximo Sant en la revista Autopista –número 1.526–, donde afirmaba que, estéticamente, el nuevo R19 no tenía tanto gancho como el “viejo” 11, era demasiado clásico y conservador, aunque claramente más aerodinámico y estaba mucho mejor resuelto en algunos apartados, como los acabados.
Con el Renault 19 GTS se ponía en circulación un coche relativamente simple, de hecho, entre las cosas que montaba de serie se indica el estárter manual, la llave única para todas las funciones –hace muchos años, los coches llevaban consigo varias llaves para puertas, encendido y maletero–, preinstalación de radio o servofreno. Esto permitía que fuera, como ya hemos comentado, barato, y como bien dice Máximo en la prueba antes mencionada, servía para que se posicionara como una de las principales opciones para los usuarios.
El equipamiento del Renault 19 GTS era tan básico, que ni siquiera tenía tacómetro, pero era la única forma de poder venderlo a bajos precios
Sin embargo, aunque austero en equipamiento, el R19 GTS debaja notar un salto importante en calidad de fabricación y en elección de materiales para el salpicadero, pero sobre todo, estrenaba el motor Energy que tantos modelos de Renault movilizó. Un cuatro cilindros de 1.390 centímetros cúbicos, árbol de levas en culata, dos válvulas por cilindro y carburador de doble cuerpo, que rendía 80 CV a 5.750 revoluciones y un par de 11 mkg a 2.750 revoluciones –unos 100 Nm–.
Propulsor que movía con cierta soltura los 940 kilos que pesaba todo el conjunto, gracias a un cambio de cinco relaciones bien escalonado, que permitía aprovechar las bondades del motor. La velocidad máxima, por ejemplo, era de 172 km/h en quinta y ligeramente superior, 173,4 km/h, en cuarta. El 0 a 100 km/h lo hacía en 12,9 segundos y los 1.000 metros con salida parada los completaba en 34,41 segundos. Curiosamente, la prueba no muestra el tiempo necesario para completar el 80 a 120 km/h, muestra la recuperación de 90 a 120 km/h, que se completaba en cuarta en 10,9 segundos y en quinta, en 14,84 segundos.
De todas formas, en una versión con aspiraciones modestas, las prestaciones, por lo general, quedan en un segundo plano, no son la compra de alguien que busque poderío o aceleraciones fulgurantes, sino simplicidad, economía y usabilidad. Y ahí, el Renault 19 GTS cumplía con un comportamiento dinámico “muy bueno en curva” –según se decía en la prueba de la revista Autopista–, con un ligero subviraje que no afectaba a la agilidad general del coche.
La suspensión tenía un tarado algo suave, ideal para ofrecer comodidad en cualquier terreno y también para otorgar un buen control en caso de ser necesario. Sin embargo, como curiosidad, el Renault 19 GTS mostraba una ligera falta de aplomo en recta a alta velocidad y obligaba a realizar pequeñas correcciones con el volante.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS