El Opel Meriva, aunque hoy no se acuerde casi nadie de él, fue el precursor del segmento de los monovolúmenes del segmento B. La compañía alemana, todavía en manos de General Motors, se adelantó a todos y puso en circulación un pequeño monovolumen que, además, se ofrecía con dos motores turbodiésel, o mejor dicho, con un motor turbodiésel que se podía escoger con dos niveles de potencia y que podía ser de hasta 100 CV.
Sí, es cierto, no es una gran cifra, pero el Meriva tampoco era un coche grande. La popularización del segmento de los monovolúmenes pequeños se parece mucho al segmento de los B SUV. Coches que toman como base de partida sus hermanos utilitarios y que desarrollan una transformación notable, que en este caso, buscaba ofrecer una mayor versatilidad interior con el objetivo de presentar una opción interesante para familias de no muchos miembros, que se realizaban principalmente desplazamientos urbanos. Un segmento que, a final, empezó a crecer y a ganar miembros tan rápido como lo hicieron los B SUV.
La versatilidad que ofrecía la configuración de sus plazas traseras era casi imposible de encontrar en otros modelos del segmento
El Opel Meriva más interesante era el equipado con el motor 1.7 CDTI en su versión de 100 CV antes mencionada. Un motor de origen Isuzu que también montó, por ejemplo, el Opel Astra G. Tenía, concretamente, 1.686 centímetros cúbicos, turbo de geometría variable, intercooler, un solo árbol de levas e inyección common-rail. La potencia llegaba a 4.400 revoluciones y además, presumía de 24,5 mkg de par, unos 240 Nm, a 2.300 revoluciones. Para su tamaño y para sus aspiraciones, no ofrecía malas prestaciones. La velocidad máxima era de 180 km/h y un 0 a 100 km/h en 13,2 segundos, mientras que el consumo era, oficialmente, muy contenido: 5,3 litros cada 100 kilómetros de media.
No obstante, realmente, lo más interesante del Opel Meriva era su versatilidad y su capacidad de conversión de las plazas traseras. Opel lo llamaba FlexSpace, que básicamente suponía poder desplazar los asientos traseros y configurar, por ejemplo, una zona trasera con solo dos asientos que, además, tenían más espacio para los codos con respecto a las puertas –se podía eliminar la plaza central y acercar los asientos laterales al centro, por ejemplo–. También se podía montar un lector de DVD con pantalla TFT, que se situaba en la parte central del techo.
Según las pruebas de la época, el motor movía muy bien todo el conjunto, con una entrega de potencia brillante y una sensación de empuje agradable, pero se criticó en casi todas las pruebas la blanda calibración de la suspensión. Los movimientos bruscos de volante, al perecer, no era de su agrado, pero su estabilidad en curva, una vez apoyado, era buena.
El Opel Meriva 1.7 CDTI 100 CV costaba 17.110 euros allá por los primeros compases del Siglo XXI. No era un coche caro, aunque tampoco se podía decir que fuera barato.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".La Chevrolet Meriva es la Mejor es para mi lo mejor que han inventado, en mi opinión vehículos como este para un mercado como el de Venezuela, los vendedores de repuestos se mueren de hambre xq no les conviene y lo negrean corriendo la voz de que no es comercial para q la gente que come con cuento no los busque , pero el que tiene uno no lo suelta, como yo y si es de venderlo es bien vendido, los que para ellos si es comercial son otros vehículos xq tu los ves accidentados a cada rato y venden… Leer más »
Lo había estado buscando para comprar hace un tiempo porque me parecían muy prácticos, pero de precursor tenia poco, el Ford fusión, el Hyundai matrix y sobre todo el Mitsubishi Space Star son más antiguos, este último desde antes del 98 o por ahí. Más de este tipo de coches, y no SUVs es lo que necesitamos, pero por lo visto no lo que queremos.
Yo pienso que sí que es lo que queremos, más allá de los deseos de los “geniecillos” del marketing
Hombre, ni Ford Fusión, ni tampoco el Mitsubishi Space Star, eran monovolúmenes como lo era el Meriva. Puedo aceptar el Hyunda Matrix como monovolumen –su carrocería está más cerca de tener dos volúmenes que uno–, pero no tenía la versatilidad del Meriva. Este coche fue el primero en ofrecer esa posibilidad de configurar el interior dentro del segmento B.
En cuanto a lo que queremos y necesitamos… podría ser un debate de varios días, pero las ventas hablan por sí solas: la gente quiere SUV y, por tanto, compra SUV. Pocos usuarios compran coches “que necesitan”, compran coches “que quieren”.
Cierto, de los primeros monovolúmenes del segmento era el más versátil y pionero en esa practicidad. Completamente de acuerdo en cuanto a lo de que queremos y necesitamos. Aprovecho para felicitar a todo el equipo de espirituracer por el gran trabajo que hacéis recompilando información sobre lo que para muchos son “hierros viejos” pero para otros un trocito de historia. Os he estado leyendo desde hace un tiempo, pero nunca me había animado a comentar. Muchas gracias
Muchas gracias por tu apoyo. Con la sección “Coche del día” buscamos precisamente eso, recordar coches que en el fondo, son un trocito de historia, sobre todo estos con motores diésel.
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