Si os hablamos de Nardi, probablemente a la mayoría de vosotros se os venga a la cabeza una empresa italiana especializada en volantes deportivos y otros componentes para mejorar la estética de cualquier automóvil de corte deportivo. Pero la realidad es que esta marca ha realizado muchas más cosas dentro del automovilismo europeo, y entre ellas se encuentra la creación de algunos automóviles como nuestro protagonista de hoy, el Nardi 750 DS.
Pero antes de profundizar en este peculiar deportivo de la década de los 60, hay que puntualizar que su creador, Giovanni Michelotti, ya había experimentado unos años antes sobre el modelo en cuestión, pero utilizando como base el Fiat Nuova 500.
El diseñador turinés, junto al carrocero Alfredo Vignale, daban vida en 1956 al Fiat 600 Vignale, que después se convertiría en el Nardi 750 Vignale, convirtiendo al pequeño utilitario italiano en un rápido coupé con casi 50 CV de potencia capaz de batir a rivales de más caballaje, gracias a un ligerísimo peso y brioso motor. Además, de aquella primera versión del 750 coupé, Vignale también ensamblo unidades con mecánicas Abarth, por lo que podíamos encontrar diversas preparaciones dentro del modelo.
El Nardi 750 DS era la última versión realizada en territorio español sobre el deportivo italiano obra de Giovanni Michelotti, creador, entre otros, del mítico Alpine A110
Es en 1957 cuando Pelayo Martínez Hernández, amigo de Enrico Nardi, le propone al italiano fundar una delegación de su exitosa empresa en nuestro país, en primer lugar con la idea de distribuir los componentes que fabricaba la marca transalpina, pero más tarde para crear el Nardi 750 DS.
Así que los dos primeros años la nueva empresa fundada por Pelayo Martínez en sociedad con Nardi distribuye, además de volantes, marcadores y asientos deportivos entre otros, unos kits específicos para subir de cilindrada a varios modelos de SEAT, compitiendo en este apartado con la también italiana Abarth, consiguiendo alcanzar cilindradas de 750, 850 y 952 cc, dando lugar a preparaciones como la del Nardi 1000 GT sobre la base de un SEAT 600.
Pero la ambición de Martínez iba más allá de ser un mero suministrador de componentes y derivados de la automoción, así que tras el visto bueno de Enrico Nardi, y tras trabajar durante meses, se creaba una versión del Nardi 750 Vignale, que en esta ocasión usaba como base el SEAT 600, pero que al igual que el pequeño deportivo italiano, nada tenía que ver con el modelo español desde el que se partía.
La empresa española fundada por Pelayo Martínez se encargaba de distribuir los productos de Nardi en nuestro país, entre ellos, diversos kits de potenciación para los SEAT 600
Para 1959 ya estaban las primera unidades fabricadas del Nardi 750 DS, siendo su presentación oficial en Madrid en noviembre de 1960, cuando se tomaron las fotos sobre estas líneas. En él destacaba el propulsor del 600, asociado a propulsión trasera -como el 600- y un cambio de cuatro relaciones situado sobre el eje trasero, modificado hasta llegar a los 745 cc, con una potencia máxima de casi 50 CV y capaz de alcanzar una velocidad máxima de más de 160 km/h, gracias entre otras cosas a un peso de tan solo 550 kilogramos, que lo posicionaba dentro de los automóviles más rápidos del momento en nuestro país.
Su carrocería fabricada con partes en aluminio había sido rediseñada en algunas partes respecto al diseño inicial de Michelotti en el Fiat, y en ella destacaban sendas aletas traseras para conseguir una mejor carga aerodinámica a altas velocidades. También en su capó trasero resaltaba una toma de aire para mejorar la refrigeración del propulsor y una calandra trasera de tipo rejilla con el mismo propósito dotada con doble piloto a cada lado.
A nivel dinámico contaba con suspensiones independientes tanto en el frontal como en la zaga, disponiendo de amortiguadores helicoidales firmados por Koni y unas llantas específicas para el modelo fabricadas en 12 pulgadas que garantizaban, además de una mejor estabilidad, una buena ventilación de los tambores que se empleaban en la frenada de este escueto coupé.
La nueva versión del 750 era ensamblada de manera totalmente artesanal en las instalaciones que poseía la empresa de Nardi Española S.A., en Zaragoza
El frontal mantenía las líneas redondeadas del Fiat 750 y el capó delantero se abatía de forma lateral para poder acceder al hueco donde encontrábamos la rueda de repuesto y un pequeño espacio a modo de maletero. Como curiosidad, sus puertas, que comenzaban por delante de la luneta delantera y no a ras del marco de esta, algo que se acentuaba visualmente cuando estaban abiertas.
En el interior, y como no podía ser de otra manera, el sello de Nardi quedaba impreso tanto en su volante fabricado en madera o un salpicadero dotado de diversos relojes, emulando a los automóviles de competición del momento y que nada tenía que ver con el escueto tablero de instrumentos del SEAT 600.
Aquel pequeño deportivo fue fabricado desde aquel 1959 hasta finales del año 1964, de una manera prácticamente artesanal y con un precio aproximado de 180.000 pesetas del momento, unos 41.000 euros actuales, y al alcance de muy muy pocos en aquella época. Por cierto, las fotos de prensa en España corresponden al mismo coche en preparación, con matrícula TO-228854 (de Turín, no de Toledo).
El Nardi 750 DS se convirtió en el deportivo más rápido del momento en territorio nacional, hasta la llegada de los Alpine A110 de Renault
De hecho, y según se estima, tan solo se fabricaron unas 20 unidades de aquel automóvil en las instalaciones de Nardi Española S.A., a la par que se seguía con el resto de las actividades de la empresa, las cuales se prolongaron hasta 1969, aproximadamente, momento en el que cerró definitivamente sus puertas.
En la actualidad, encontrar alguna unidad de este legendario coupe de fabricación nacional es una ardua tarea, por el escueto número de ejemplares fabricados y, en cualquier caso, su precio estaría al alcance de muy pocos, dada la exclusividad e historia de este automóvil que ya forma parte de la historia del motor de nuestro país. Encontraréis más fotos e información en la página web de Nardi Española.
Fotografía de cabecera: Rosaflor
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS