A mediados de la segunda década del Siglo XXI, los coches de alta gama habían experimentado un aumento de las ventas, un aumento notable, que entre otras cosas, permitió a Mercedes AMG superar las 40.000 unidades. Puede parecer poco, pero no debemos olvidar que hablamos de coches deportivos con precios especialmente alto, por lo que sus ventas suelen ser más reducidas. Dichas ventas provocaron que Mercedes decidiera ampliar la gama AMG y añadir un escalón más entre los AMG Line, que venía a ser básicamente un acabado, y los AMG “de verdad”.
Ese nuevo escalón fueron los AMG Sport, unas versiones que además de pequeños detalles estéticos, también añadían retoques en frenos, suspensiones y motores más potentes, algo de lo que no podían presumir los AMG Line. Aunque, como era de esperar, se quedaban algo por debajo de los AMG “a secas” en cuanto a equipamiento, prestaciones y puesta a punto.
Así, el primer modelo de esta nueva línea fue el Mercedes C450 AMG Sport, variante que se colocaba un escalón por debajo del Mercedes C63 AMG –que costaba, el de 476 CV; 92.400 euros– y que servía, de alguna manera, como acceso a la gama AMG. Este C450 AMG Sport se presentó en el salón de Detroit de 2015 y se ofrecía tanto en carrocería sedán como en familiar –los de la estrella los llaman State– e iba dirigido a una parcela de mercado donde estaban el Audi S4, el BMW 340i o el Jaguar XE S, todos ellos versiones deportivas con alrededor de 350 CV y una puesta a punto más dinámica que el resto de la gama, pero en el caso de los Audi y BMW; algo por debajo del máximo exponente deportivo de sus respectivas gamas.
Esta versión tomaba como punto de partida el Mercedes C400, que entre otras cosas, contaba con un motor V6 biturbo de 333 CV, que después de algunos cambios, pasó a rendir 367 CV a 5.500 revoluciones y 520 Nm de par entre 2.000 y 4.200 revoluciones. La potencia llegaba al suelo mediante el conocido sistema de tracción total 4MATIC de Mercedes, tarado para enviar un 33% del par a las ruedas delanteras y un 67% del mismo a las ruedas traseras, lo que otorgaba un comportamiento de coche de propulsión. La caja de cambios era la 7G-Tronic. Un motor, por cierto, que fue diseñado en la época que Mercedes adquirió Chrysler, se lanzó al mercado en 2010 y estaba fabricado con aluminio.
Como era de esperar, ofrecías unas buenas cifras. El 0 a 100 km/h se completaba en 4,9 segundos, los 200 km/h los alcanzaba en 17,5 segundos y las recuperaciones de 80 a 120 km/h se lograban en 3,2 segundos, aunque con el cambio automático las recuperaciones suelen algo más rápidas porque siempre baja de relación. La velocidad estaba limitada a 250 km/h.
El precio de venta del Mercedes C450 AMG Sport era de 68.400 euros cuando salió al mercado en 2015 y con el tiempo, acabaría por cambiar su denominación a Mercedes C43 AMG.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS