Solo se construyeron tres unidades del Mercedes-Benz AMG SLC 450 MAMPE (C107). Una de ellas se destruyó durante unas pruebas que se realizaron, una segunda permanece en el Museo Mercedes en Stuttgart y el tercero está en posesión de un particular, debidamente legalizado para rodar por las calles en Europa y Estados Unidos.
De esta última unidad tenemos información interesante. Construida en 1980, su nombre completo es Mercedes-Benz 450 SLC AMG MAMPE Lufthansa Group 4. Su número de chasis es el WDB10702612002394. Su libro contiene documentación histórica de su participación en competiciones de la FIA, así como comunicados de prensa en revistas especializadas. Se construyó ex profeso para competir en el Campeonato Europeo de Turismos (European Touring Championship en inglés, ETCC) y las 24 Horas de Le Mans.
Su primera aparición en competición fue en el Campeonato de Europa de Turismos de Monza en 1978, consiguiendo un meritorio tercer puesto. Repitió el mismo puesto en el circuito de Salzburgo. Participó en los ETCC de Monza, Nürburgring, Zolder y Hockenheim en el periodo 1979-1981, de mano de los pilotos Clemens Schickentanz y Hans Heyer.
Solo se construyeron tres unidades. Una se destruyó durante una prueba, otra está en el museo de Mercedes-Benz en Stuttgart y el restante está en manos privadas
Se alzó por fin con la victoria en la última carrera del Campeonato Europeo de 1980 en el circuito de Nürburgring, a manos del dúo de pilotos Schickentanz/Denzel. Fue considerado por la FIA como vehículo apto para competir en carreras como Classic Le Mans 2008, Le Mans Legends y Tour de France Auto, entre otras. Pertenece al Grupo 4 de competición.
Su carrocería está construida en acero, fibra de vidrio y aleación de aluminio. Pintada en color plata su estado de conservación era excelente y su precio estimado en 2008 era de 74.900 euros. El chasis lo construyó Mercedes-Benz y se utilizaron acero y una aleación de aluminio para su construcción. Con todo ello se consiguió bajar de los 1.690 kg de un 450 SLC estándar hasta los 998 kg finales. Su deportiva suspensión llevaba amortiguadores Bilstein. Los frenos eran Ate-Racing y el equipo de ruedas mostraba unas preciosas llantas BBS de magnesio de 16 pulgadas, vestidas con neumáticos de competición Avon.
El interior está acabado en color negro, con un volante AMG-Momo y cuenta con su correspondiente sistema de extinción de incendios Heinzmann. Además, se ofrecía con diferentes repuestos, como un motor totalmente nuevo, un diferencial de deslizamiento limitado también sin estrenar, tres llantas BBS de 16 pulgadas, un pack de ruedas para mojado de 17 pulgadas, entre otras cosas.
El patrocinio del Mercedes-Benz AMG SLC 450 provenía de Mampe, fabricante de licores alemán, que quería promocionar su “cocktail Lufthansa”, una bebida que se servía en todos los vuelos de la aerolínea en los años 70
El grupo propulsor es obra de AMG, denominado MB 450 SLC 5.0 Grupo 4. Sus 4,5 litros de cilindrada entregaban 385 CV, 155 CV más de los 220 CV originales. También se incrementó el régimen de entrega de la potencia, pasando de 5.000 a las 6.550 RPM. La mayor parte de sus piezas -cigüeñal, bielas, árbol de levas, válvulas, volante motor, escape- estaban fabricadas por AMG en colaboración con otras marcas. El bloque sí es de Mercedes-Benz, y los pistones fueron obra de Mahle.
La caja de cambios era automática de cuatro marchas, fabricada por Mercedes-Benz. El sistema eléctrico corrió a cargo de Bosch -encendido, alternador y batería-. Sus dos radiadores, uno de agua y otro de aceite, eran de la casa Behr.
Desarrollado para la competición por AMG, su motor de 4,5 litros rendía 385 CV. Con un peso por debajo de la tonelada tuvo algunos triunfos en competición
Como todos los vehículos únicos y especiales, su entonces propietario en 2007, Jürgen Broedesser, retiró el coche del mercado para participar en la prueba Oldtimer de Nürburgring, junto al piloto Clemens Schickntanz. Dos años después, en septiembre de 2009, se lo vendió precisamente a este gran piloto.
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Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS