Coche del día: Mazda RX-01

Coche del día: Mazda RX-01

Estuvo a punto de haber llegado a serie con la intención de crear un deportivo tan espartano como efectivo


Tiempo de lectura: 5 min.

Posiblemente la última década de excesos en el mundo del automóvil fue la de los ochenta. Visualmente llamativa y mecánicamente dominada por prestaciones echadas al galope con la acción de los turbocompresores, en ella incluso se llegó al momento de apogeo de los Grupos B y C en el marco de la competición. Así las cosas, aún quedaba mucho de ese impulso incluso mediando los años noventa. Un contexto donde, de repente, Mazda se planteó la conveniencia de lanzar un modelo sencillo y espartano enfocado en la pura experiencia de conducción deportiva. Eso sí, varios peldaños por encima de su exitoso Miata y algunos otros por debajo del espectacular RX-7. Marco en el que nacía el Mazda RX-01.

Llegados a este punto, lo mejor será empezar por el comienzo. Un comienzo que podemos situar en los años sesenta. Algo que parece muy alejado del 1995 durante el cual fue presentado el Mazda RX-01 en el Salón de Tokio, aunque no por ello deja de ser el tiempo que ve nacer la definición de los deportivos japoneses. Así las cosas, mientras en Occidente los modelos más deportivos de la época se veían marcados por los poderosos V12 y V8 desarrollados en Italia, Reino Unido y Estados Unidos, la industria japonesa aún se encontraba en pañales a nivel tecnológico. De hecho, no fue hasta el lanzamiento del Toyota 2000GT cuando el mundo se dio cuenta de que allá, en un rincón del mapa en Oriente se estaba gestando una industria del automóvil realmente interesante.

Por ello, la deportividad en Japón no se entendió como algo necesariamente prestacional. Lejos de ello se tuvieron que incentivar las sensaciones aportadas por el vehículo a fin de contrarrestar las carencias en materia de motores. Algo que se entendió muy bien en el ámbito de los microcoches, con pequeños bicilíndricos como el Toyota 800 Sports aportando diversión a raudales gracias a su más que escueto peso. En suma, la idea era tender a lo simple para dar protagonismo así a la conexión entre el piloto, el coche y la carretera. Una forma de entender la conducción que, por cierto, es parte indisoluble para la definición de Mazda gracias al concepto Jinba-Ittai. Punto con el que se inició el diseño del RX-01 sabiendo que a veces menos es más.

mazda rx01 (2)

Estuvo a punto de salir a serie de no ser porque la nueva directiva controlada por Ford lo desestimó. Su posición era la de ocupar el puesto intermedio entre el Miata y el RX-7

Mazda RX-O1, el deportivo que estuvo a punto de llegar a serie

Con líneas aerodinámicas donde la forma va marcada por la función, el Mazda RX-01 se presentó como un proyecto de deportivo capaz de atraer al público entusiasta del Miata pero con posibilidades económicas para acceder a un vehículo bastante más exclusivo y potente. Además, como parte de su identidad portaba el nuevo motor rotativo 13B-MSP. Capaz de entregar 220 CV 8.000 revoluciones por minuto con un par no declarado en el caso de este prototipo.

En este sentido, lo cierto es que si hay una marca que se ha identificado con este tipo de motor es, precisamente, Mazda. Adaptado por Kenichi Yamamoto a partir de los planos del alemán Felix Wankel, el ingenio rotativo entró en la marca cuando ésta adquirió las licencias para su fabricación a finales de los años cincuenta con el apoyo financiero del gobierno japonés. Un proceso que no pudo ser más desalentador en sus comienzos, dando constantes fallos de fiabilidad derivados del desgaste del cilindro y las enormes necesidades de lubricación.

Sin embargo, según fue avanzando la década de los sesenta las constantes pruebas realizadas hicieron que el rotativo de Mazda comenzase a ser creíble de cara a la producción en serie. Especialmente en el ámbito de los deportivos gracias a su potente pero al tiempo progresiva respuesta. Llegados a este punto, en 1967 se lanzó el pequeño Cosmo Sport con sus suaves 110 CV a 7.000 revoluciones por minuto. Punto de arranque para una tradición de motores rotativos en la cual se inserta el Mazda RX-01 junto a modelos como el 787B ganador en Le Mans 1991.

mazda rx01 (3)

Insistió en una buena aerodinámica, un peso ligero y un motor rotativo en la mejor tradición de la marca desde los años sesenta. Era, sin duda, un proyecto de lo más interesante para los amantes de la conducción deportiva

No obstante, a pesar de haber contado con unas críticas muy favorables por parte de la prensa especializada que pudo probar en carretera abierta el prototipo del Mazda RX-01, éste no llegó a producirse debido la entrada de Ford en el accionariado de Mazda para mediados de los noventa. Mejor dicho, más que la entrada la participación mayoritaria, puesto que los inicios de la presencia americana en la gestión de Mazda están en 1973 con una participación del 25 %. Porcentaje que fue creciendo hasta hacerse con el control de la empresa japonesa en 1996, nombrando al primer director no japonés de la misma. Henry Wallace. Quien mejoró la logística y ayudó al nacimiento de elementos mecánicos tan asombrosos como el motor V6 con tan sólo 1.8 litros al tiempo que decidió dejar en el tintero al RX-01.

COMPARTE
Sobre mí

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Javier Gutierrez

Mauro Blanco