Coche del día: Lancia Lybra 1.8

Coche del día: Lancia Lybra 1.8

Suavidad y refinamiento al estilo italiano


Tiempo de lectura: 3 min.

El Lancia Lybra 1.8 contó con poca popularidad entre aquellos que pusieron sus ojos en el modelo italiano. Por lo general, la opción más vendida fue la equipada con el 1.9 JTD, lo que provocó que las prestaciones y la suavidad que ofrecía el Lybra 1.8 se quedarán en agua de borrajas.

A finales de los años 90, Lancia ponía en circulación un sedán con el que pretendía recuperar cuota de mercado y ganar, de paso, algo de notoriedad y dividendos. Era el Lancia Lybra, un coche que destacó por un diseño elegante, con mucho estilo italiano tanto fuera como en su habitáculo –que, además, presumía de tener una buena calidad– y que tampoco prescindía de tecnología, motores de última generación y la plataforma del Alfa Romeo 156, aunque con otro esquema de suspensiones.

El Lancia Lybra reemplazaba al Dedra, al que superaba en todos y cada uno de los apartados y hacía una clara apuesta por el confort y por al refinamiento. Sin embargo, llegó en un momento de altísima competitividad en el segmento y eso le pasó factura. No obstante, el Lancia Lybra 1.8 era un coche más que interesante, con un propulsor gasolina de los más potentes del segmento.

Bajo el capó. un cuatro cilindros de 1.747 centímetros cúbicos con cuatro válvulas por cilindro, dos árboles de levas en la culata, admisión variable e inyección Weber-Marelli, generaba 131 CV a 6.300 revoluciones y 16,7 mkg a 3.800 revoluciones. Cifras de potencia y par que pocos rivales con un motor de cubicaje similar podían alcanzar. El Renault Laguna 1.8, por ejemplo, anunciaba 120 CV tras el restyling y el Mitsubishi Carisma GDi 1.8 prometía 125 CV.

En cuanto a diseño y presentación, el Lybra 1.8 era un auténtico Lancia, aunque dejaba de lado el apartado deportivo

Lancia Lybra

Combinado con una caja de cambios manual de cinco relaciones –y desarrollos bien ajustados–, no era, sin embargo, el más veloz ni en línea recta ni en aceleración, con el tope en los 201 km/h, un 0 a 100 km/h en 10,3 segundos o un 0 a 400 metros en 17,89 segundos. Donde realmente destacaba el Lancia Lybra 1.8 era en el refinamiento de marcha y en la suavidad de funcionamiento de todos sus elementos.

Aunque se llevara el motor al límite, apenas llegaban vibraciones al habitáculo, el sonido del motor apenas se escuchaba y la confianza a los mandos era muy elevada. No se podía decir que fuera un coche ágil en carretera de montaña, pero tampoco era un modelo torpe. Dentro de su planteamiento señorial y confortable, el Lybra 1.8 aceptaba con buenas maneras una conducción decidida, pero no deportiva.

Sin embargo, no hacía falta apurar las prestaciones del motor para que los consumos se dispararan. La media registrada por revistas como Autopista se iba hasta los 8,9 litros, mientras que la circulación por autopista suponía gastar alrededor de ocho litros, mientras que en ciudad se iba hasta los 10,5 litros. Aun así, gracias a un depósito de 60 litros, la autonomía media era de 670 kilómetros.

Tampoco era un coche barato. El precio base del Lancia Lybra 1.8 era de 3.540.000 pesetas, 21.275 euros a finales de los años 90; 38.060 euros si añadimos IPC hasta 2024.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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