A veces, hay que cambiar totalmente las cosas para poder superarnos a nosotros mismos. No suele ser fácil, pero si lo logras, todo suele ir sobre raíles. Así le ocurrió a Ford cuando tuvo que reemplazar uno de sus best seller, el Ford Sierra. El Sierra fue un coche que se podría considerar bastante rompedor en algunos apartados, como su diseño –en el que, por cierto, trabajó Patrick Le Quement–, y se convirtió en todo un coche de culto.
Por eso, para poder superar sus propios límites, Ford tuvo que invertir nada menos que 4.600 millones de dólares y cinco años de desarrollo a inicios de los años 90, para crear el Ford Mondeo, el que sería el sustituto del Ford Sierra, un coche que estuvo a la venta durante 10 años y obtuvo éxitos tanto en las tiendas como en competición. El nuevo Mondeo no lo tenía fácil, y por eso llamó la atención que diera la espalda a todas las características del “Serrucho”.
El nuevo Ford Mondeo, nuevo en todos los apartados, abandonaba la propulsión y adoptaba la tracción delantera. Los motores pasaban de estar en posición longitudinal a estar transversales, el diseño era más clásico, menos innovador y entre las opciones de carrocería desapareció la de tres puertas. Fue un cambio de tercio enorme, lo que a su vez le hizo perder un poco de carácter y la fuerte personalidad que tenía el Sierra.
La puesta en escena del Ford Mondeo en 1993 no convenció a todo el mundo, principalmente a los seguidores del Serrucho, pero en realidad, el Mondeo superaba al Sierra en infinidad de apartados. Por ejemplo, la calidad de realización y de materiales era bastante superior, al igual que la ergonomía, la seguridad o el equipamiento. El Mondeo era más fácil de conducir, más cómodo y gastaba menos. Además, Ford siempre ha destacado por su habilidad para poner a punto los chasis y en el caso del Mondeo no hubo excepción.
El Ford Mondeo se puso a la venta en 1994 con tres carrocerías: sedán de cuatro puertas, berlina con cinco puertas y el familiar. Llegó a tener motores V6 de más de 200 CV, pero nunca contó con el talante que tenía el Sierra. El Mondeo era un coche más convencional, aunque no por ello era un mal coche. Quizá por eso fue capaz de hacer olvidar al Sierra tan rápido, incluso llegó a obtener el premio al coche del año en 1994. No en balde, ya de serie, desde las versiones más básicas, contaba con airbag de conductor, ABS y control de tracción.
Se vendió en Estados Unidos como Ford Contour y Mercury Mystique, recibió un restyling en 1996 que redondeó mucho sus formas y mejoró algunos apartados como el de la seguridad al montar airbags laterales de serie. Se dejó de fabricar en el año 2000, cuando se dio a conocer la segunda generación del modelo.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS