El Ford Fiesta S 16v es un gran desconocido, una versión que pasó algo desapercibida en su momento y que, después de su retirada del mercado, apenas se la recuerda. Y no es porque fuera un mal coche, el problema radica en otro lado, en su cercanía con el Fiesta XR2i en cuanto a precio y en que llegó casi al final de la vida comercial de la tercera generación del Ford Fiesta.
Las versiones deportivas en el segmento de los compactos han sido una constante desde hace décadas, hasta que la popularización de los SUV y la llegada de la electrificación cambiaron las tornas. Ha sido el único momento en el que se han dejado de ofrecer variantes con aspiraciones más dinámicas que de costumbre, entre los utilitarios, de hecho, incluso se han dejado de fabricar algunos modelos como el propio Ford Fiesta.
Antes, no había una versión deportiva, había varias entre las que elegir, variantes que se colocaban en lo más alto de la gama, tanto en lo referente al precio como, obviamente, en lo referente a las prestaciones. En cuanto a la tarifa, el Ford Fiesta S 16v costaba, sin opciones, 1.549.000 pesetas, 9.309 euros de comienzos de los 90 –21.885 euros si tenemos en cuenta el IPC– y la marca obligaba a pagar aparte por las llantas de aleación o el radiocasette, pero no ofrecía aire acondicionado ni como opción…
El Ford Fiesta S con motor mutiválvulas llegó, quizá, un poco tarde. Reemplazaba al anterior Fiesta S de 90 CV, y no solo ganaba más potencia, sino que contaba con una revisión casi completa de todos sus elementos, con el objetivo de hacerlo todavía mejor, pero mejor en el ámbito dinámico, un apartado que siempre han tenido bastante controlado entre las filas de Ford.
Sus 105 CV le hacían un coche muy interesante, pero el chasis no era todo lo redondo que cabría esperar
La mayor novedad era la adopción del “motor Zeta” con culata multiválvulas, un bloque de cuatro cilindros de 1.796 centímetros cúbicos –con una carrera de pistones bastante larga: 80,6 por 88 milímetros–, inyección electrónica y una compresión de 10:1, para rendir 105 CV a 5.500 revoluciones y 15,6 mkg a 4.000 revoluciones. Todo ello enviado a las ruedas delanteras mediante un cambio manual de cinco relaciones. Es el mismo motor y el mismo conjunto de transmisión que el usado por el Ford Escort 1.8 16v.
Entre las curiosidades interesantes que se pueden contar del Fiesta S 16v, están, por ejemplo, el apartado de recuperaciones. La cuarta marcha tenía un desarrollo tan corto –26,31 km/h a 1.000 revoluciones–, que para cubrir los 1.000 metros de aceleración había que recurrir a la quinta, que por desarrollo, presentaba un salto demasiado acusado –32,89 km/h a 1.000 revoluciones–. De todas formas, el 0 a 1.000 metros no lo hacía mal, necesitaba 31,13 segundos, y si se seguía con el acelerador a fondo, se podían alcanzar los 160 km/h poco después, ya que necesitaba 31,48 segundos para completar el 0 a 160 km/h.
Los cambios que traía el motor con 16 válvulas eran varios, como se ha dicho al comienzo. Entre lo más importantes estaba la suspensión, que tomaba prestados los cuatro amortiguadores del Fiesta XR2i, mientras que los muelles traseros se endurecieron un 20%, se redujo la altura en 10 milímetros y se montó una estabilizadora trasera de 20 milímetros. Delante había una estabilizadora de 16 milímetros y los muelles del Fiesta XR2i. La dirección era de relación variable, pero no tenía asistencia.
El Ford Fiesta S 16v, según al prensa de la época, ganó muchísimos enteros frente al Fiesta S anterior, pero no era todo lo bueno que debería haber sido. Tenía problemas de motricidad, era ligeramente subvirador y la precisión de la dirección dejaba mucho que desear.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS