El FIAT Punto Cabrio pertenece a una época pasada, en la cual, los utilitarios también servían de base para toda clase de creaciones, ya fueran muy deportivas o bien, como es el caso, muy lúdicas. De todas formas, cuando se presentó el FIAT Punto Cabrio, 1994, no había muchas opciones similares en el mercado y, en el fondo, era un rara avis con el que se pretendía, según afirmó la marca en su momento, ofrecer el descapotable más barato del mercado.
Los coches descapotables siempre han tenido algo especial, algo que provoca que todas las miradas se concentren en ellos y que, además, sean vehículos muy deseados. Un “algo especial” que para muchos tiene que ver con su vertiente lúdica y pasional, mientras que para otros se centra en el hecho de ser “coches de capricho”, por los que se paga una mayor cantidad de dinero y que se compran no porque sean necesario, sino, como se les denomina, por capricho. Una forma de entender el automóvil que no cuadra mucho con la categoría de los “polivalentes”, que por lo general, son coches relativamente económicos y versátiles.
Sin embargo, el FIAT Punto supuso una apuesta muy fuerte por parte de la firma italiana y se buscó ofrecer una nutrida oferta sin réplica en ninguno de los rivales. De hecho, la revista Automóvil, en su número 197 –junio de 1994– afirmaba que “pocos rivales, por no decir ninguno, cuentan con una oferta tan nutrida y con un abanico de elección tan amplio” y destacaba, al final, que ninguno de sus rivales directos disponía de una versión descapotable.
Cuando el FIAT Punto Cabrio salió al mercado, no había más descapotables en su categoría
El diseño del FIAT Punto Cabrio fue cosa del señor Giorgetto Giugiaro, un diseñador altamente versátil y prolífico, al que se suele prestar menos atención de la que realmente merece –obra suya son algunos de los mayores éxitos de la industria del automóvil–, mientras que la producción era cosa de Bertone, pues en aquellos años Giugiaro formaba parte del equipo de trabajo del famoso carrocero italiano. Se basaba en la carrocería de tres puertas y, obviamente, contaba con los refuerzos necesarios para compensar la pérdida de rigidez al eliminar el techo –los largueros laterales eran más gruesos y se añadieron refuerzos en al parte delantera del chasis y en el centro–. El parabrisas, como suele ser costumbre, hacía las veces de arco antivuelto.
La gama del Punto Cabrio se ofrecía, al menos cuando iniciaron las ventas, en dos versiones: S y ELX, con esta última como la más equipada de las dos. el FIAT Punto Cabrio S tenía un motor 1,2 litros con 60 CV y un equipamiento algo justo, donde no entraban ni las llantas de aleación. El FIAT Punto Cabrio ELX era la variante más equipada que, esta sí, contaba con cosas como las llantas de aleación –opcionales–, antinieblas delanteros, capota eléctrica… Aunque lo mejor estaba bajo el capó, el motor de 1.581 centímetros cúbicos, culata de dos válvulas por cilindro e inyección, capaz de rendir 90 CV a 5.750 revoluciones y un par de 12,95 mkg a 2.750 revoluciones.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".El 205 cabrio ya debia estar antes, y es de su misma categoria.
Sí, el Peugeot 205 Cabrio es anterior, pero la revista de la que saqué la información decía que no disponía de rivales. Eso, a mi entender, es que no había más descapotables de su categoría. Sé que el 205 Cabrio se presentó en 1986, pero no recuerdo ahora –ni tampoco encuentro– hasta cuando se fabricó. Quizá estuviera fuera de mercado cuando se lanzó el Punto Cabrio.