La puesta en escena del Chrysler PT Cruiser, para muchos, no tiene el más mínimo sentido; el coche se veía feo desde que se mostró en formato concept y seguía con una imagen poco agraciada cuando se inició la comercialización. Y es cierto que se ven muy pocos por la calle, una señal que bien indica que se vendieron pocos, o que eran un coche problemático y se han deshecho de todos los que había.
El Chrysler PT Cruiser llegó al mercado en 1999 y estuvo a la venta casi 11 años –desde el año 2000 hasta septiembre de 2010–, durante los cuales, se vendieron más de 1,35 millones de ejemplares en todo el mundo. Un dato que nos indica que algo falla en nuestras sensaciones –¿dónde están los PT Cruiser españoles?– y además, también nos indica que no debe ser tan feo, aunque ya se sabe que para gustos los colores.
Seguro que muchos se habrán dado cuenta, pero el diseño del PT Cruiser estaba inspirado en los automóviles clásicos estadounidenses, con especial atención al Chrysler Airflow Imperial de 1934 y las letras “PT” hacían referencia a “Personal Transport”. En Estados Unidos demostró ser una buena base para customizaciones, pero en Europa no se le hizo mucho caso en ese terreno, pues tenemos una forma muy diferente de ver el tuning y se centra, principalmente, en las prestaciones. Y eso que el PT Cruiser tenía una variante muy interesante y muy potenciable: el Chrysler PT Cruiser GT 2.4 Turbo.
El PT Cruiser Turbo era una versión potente, la más potente dentro de la gama. Tenía un motor de 2.429 centímetros cúbicos con culata de 16 válvulas, inyección multipunto, turbo, intercooler y rendía 164 kW –223 CV– a 5.100 revoluciones y 332 Nm a 2.400 revoluciones.
Buenas cifras que se gestionaban mediante un cambio manual de cinco relaciones, que enviaba la todo el poderío del motor a las ruedas delanteras –205/50 17 de medidas de neumático–. No eran malas cifras, aunque tenían que mover un conjunto que superaba los 1.500 kilos, y que lograba una relación peso-potencia de 7,1 kg/CV.
Eso, junto a una aerodinámica no muy favorable, daban como resultado que no fuera un coche muy veloz en cuanto a velocidad máxima, pues según datos oficiales solo alcazaba los 200 km/h, pero hacía el 0 a 100 km/h en 7,5 segundos, los 400 metros con salida parda en 15,5 segundos y los 1.000 metros también con salida parada en 28,5 segundos.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Así mismo o los odias o los amas para mí el pt muy bueno me encanta para mí para otros no lo sé
Para mí igual. No hay coche más bonito
“O lo odias o lo amas pero no te puedes mantener indiferente”
yo con un último modelo (2010) Classic rojo fuego con sunroof, 8 años conmigo y sigue despertando envidias y comentarios. Para mí ha sido uno de los mejores y más cómodos autos que he tenido. me tocó la suerte 🍀 si lo quieren ver así. saludos desde ciudad de México.
Hola,te un precioso pt cruiser desde hace 6 años,lo compre de segunda y ni un solo problema .cdr motor 2.0 150cv diesel, motor mercedes con cadena. Sr alejandro,para gustos colores,no hace falta descalificar y menos compararlo con el multipla,nada que ver.J.R tenemos un gusto exquisito.Sera un clásico que se cotizará,solo hay que ver los precion,no bajan de 3.000€ aunque pasen años,por algo será.larga vida a chrysler!!!
Hola tengo Un 2.o del año 2oo2 y solo Le hé puesto goma nueva, vivo en holanda y voy cada rato a brucelas!!! Excelente linea , me fascina.!!!!
👍👏👏👏
Pues yo tengo uno (un 1.6 de gasolina). Lo compré nuevo hace 20 años y sigue funcionando perfectamente. Es un coche práctico, divertido de conducir, y a mí me sigue pareciendo precioso.
Mas feo que pegarle al padre, escupirle a la madre y robar a los abuelos todo junto; es el ejemplo perfecto (junto con el multipla) de algo que nunca debió existir.