Coche del día: Caterham 620R

Coche del día: Caterham 620R

Tiene 310 CV y el mismo peso que cualquier otro Caterham


Tiempo de lectura: 3 min.

El Bugatti Veyron, cuando salió al mercado, rompió todos los moldes. Eran 1.000 CV para algo más de 1.900 kilos. Una barbaridad de cifras, que podemos resumir con una relación peso-potencia de 1,96 kilos por caballo. Por lo general, para hacernos una idea de esa cifra, podemos decir que cualquier coche con una relación peso-potencia de 10 kilos por caballo, se puede considerar rápido, pero a partir de 5 kilos por caballo, entonces, hablamos de un deportivo. Como ejemplo, un Toyota GR Supra tiene una relación peso-potencia de unos 4,4 kilos por caballo.

Así, no cabe duda de que el caso del Veyron es, sencillamente, espectacular, aunque una tara de casi 2.000 kilos no es la mejor para enfrentarse a una buena carretera de curvas a velocidades no confesables. No obstante, existe un aparato que tiene la misma relación peso potencia que el supercoche francés, pero basado en un concepto totalmente diferente de coche: el Caterham 620R. Es evidente que el Carterham poco tiene que ver con el Bugatti, pero tienen una relación peso potencia que apenas se diferencian –1,98 frente a 1,99 kilos por caballo–, pero en una carretera de montaña, posiblemente, el Veyron sería incapaz de mantener la distancia con el Caterham.

El 620R es una de las versiones más radicales de este peculiar modelo británico, tan peculiar que, no nos olvidemos, se trata, ligeramente evolucionado, del mismo Lotus Seven que diseñó el señor Colin Chapman y como buen Lotus –los de antes, nada que ver con los actuales–, lo apuesta todo por la ligereza y la máxima deportividad. Ni siquiera tiene un techo que realmente sea digno de ese nombre, como tampoco tiene vulgaridades tales como el aire acondicionado o la dirección asistida –la dirección solo tiene 1,93 vueltas de volante–. Aquí si no sirve para correr y para potenciar esa pasión por los coches y las sensaciones, no sirve.

Bajo el escueto, aunque largo capó, hay un motor Ford Duractec con turbo, capaz de rendir 310 CV y de girar a 7.900 revoluciones. Según la revista alemana Auto motor und sport, el escape, que viene a ser un tubo con lo imprescindible para circular por la calle –filtros varios y catalizador–, alcanza un volumen de casi 100 decibelios. Todo sello está rematado por un cambio secuencial de seis relaciones Sadev, que permite subir marchas “a saco”, aunque requiere de pisar el embrague para reducir.

Pero el Caterham 620R no es solo relación peso-potencia, también ofrece otras interesantes soluciones. Por ejemplo, monta llantas de magnesio de solo 13 pulgadas, pero calzadas con gomas Avon ZZR, unos neumáticos superradicales. Los asientos son de fibra de carbono y la suspensión, como cabría esperar, es tan rígida que da la impresión de no llevar nada.

El Caterham 620R es un coche para track days, aunque también, si te ves capaz de soportar la paliza, puedes atacar un buen puesto de montaña. Para tener una idea más nítida de lo que ofrece este cacharro, es tan rápido como un Porsche 991 II Turbo –520 CV para algo más de 1.600 kilos– en el circuito de Hockenheim.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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