De unos veinte años a esta parte el auge de los SUV ha hecho que se mezclen no pocos conceptos en el mundo del automóvil. En ese sentido, llama la atención cómo se ha hibridado el concepto de superdeportivo con el de todoterreno. Dos categorías a priori antagónicas que casaron cuando Lamborghini presentó durante el Salón de Pekín 2012 el prototipo del Urus. Un automóvil grande, pesado y sobreelevado pero dotado de motores prestacionales diseñados bajo el amparo de Volkswagen. Además, sus cualidades dinámicas sobre el asfalto lo hacían comportarse de una forma mucho más ligera que la esperada. Pero, ¿y si esta hibridación hubiera sido diferente? ¿Y si lo triunfante hubieran sido modelos como el Audi Nanuk?
Al fin y al cabo, si lo que estaba en juego era conjugar capacidades sobre tierra con las prestaciones de un deportivo de alta gama esto se puede hacer de diferentes maneras. De esta forma, Italdesign presentó en el 2013 un interesante ensayo llamado Parkour. Algo novedoso, ya que en este coupé con motor central las ruedas y la plataforma sobreelevada se adaptaban a poder circular por caminos. Llegados a este punto, el prototipo propuesto por la empresa de Giorgetto Giugiaro daba una vuelta de tuerca a ideas sólo vistas antes en competición, siendo lo más cercano el Porsche 911 SC Safari.
Modelo con una altura libre al suelo de hasta 28 centímetros, del cual sólo se fabricaron dos unidades para el Rally Safari de 1978. Una creación extremadamente concreta, pero que de una forma u otra ya ponía sobre el tapete el sueño de un superdeportivo con capacidades de todoterreno. Idea que quedó guardada en el cajón hasta la presentación del Parkour, la cual fue seguida a las pocas semanas por el Audi Nanuk. Un derivado del primero con el que la empresa alemana parecía pensar en la posibilidad de un vehículo muy especial explorando una faceta inesperada a partir de la idea del R8 de 2006. Sin embargo, el mercado apuntaba hacia otras direcciones.
Justo en el momento en el que los SUV de alta gama comenzaron a aparecer, llegó el Audi Nanuk representando otra forma de hibridar el deportivo prestacional con el vehículo todoterreno
Audi Nanuk, el concepto mixto que no terminó de cuajar
Lo cierto es que lo propuesto por el Audi Nanuk no es algo que se pueda dedicar a la gran serie. Sin embargo, sí podría haber encontrado un hueco dentro de los escuetos nichos de mercado propios de la gama alta. Entonces, ¿por qué no prosperó la idea? Respecto a ello no hay una razón específica declarada por Audi, aunque examinando el mercado podemos aventurar una teoría. Teoría que se basa en el crecimiento del mercado chino y el número de nuevos millonarios en un mundo paradójicamente menos cohesionado en lo social. De esta forma, una gran cantidad de público no purista de la conducción deportiva pero sí anhelante de un vehículo muy llamativo estaba ahí esperando para comprar.
Con este contexto, la solución vino con los SUV de alta gama. Un segmento en el que ya estaba jugando Porsche, pero que marcas como Lamborghini o Bentley se encargaron de llevar a otro nivel. De hecho, como sabemos hoy en día incluso Ferrari tiene previsto el lanzamiento de un modelo así. Coches que, aún beneficiándose de un magnífico desarrollo, no dejan de ir en contra de todos los planteamientos lógicos que han dominado durante décadas la construcción de deportivos. Eso sí, lo que pierden en efectividad lo ganan en altura, tamaño y vistosidad. Justo las características que muchos de los compradores de estos SUV como el Urus buscan al desembolsar altas sumas.
Por todo ello, en la encrucijada de construir un vehículo a medio camino entre todoterreno y superdeportivo la balanza se inclinó del lado de los modelos más grandes y no de otros más perfilados como el Audi Nanuk. De esta forma, este prototipo quedó varado como una rareza aún montando soluciones tan llamativas como un V10 TDI con doble turbo capaz de entregar 544 CV. Propulsor que hacía despegar al Audi Nanuk hasta los 100 km/h en tan sólo 3’8 segundos a pesar de entregar en báscula 1.900 kilos.
Siguiendo la estela del Parkour, el Audi Nanuk quedó para la historia como un prototipo extraño y sugerente caído en desgracia por el auge de los SUV más prestacionales
Una masa importante, la cual se asienta en un sistema de suspensión ajustable en tres modos mediante el cual se puede subir la altura del coche en 40 mm o reducir en 30 mm. Todo ello llevando la potencia al suelo a través de un sistema de tracción total Quattro con eje trasero direccionable. Datos que junto al chasis Audi Space Frame dan a entender el nivel tecnológico de este prototipo, el cual representa una de las creaciones más curiosas y fallidas en toda la historia de Audi.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS