Hay momentos que, independientemente de lo bueno que seas, tienes un futuro poco prometedor. Quizás eso fue lo que ocurrió con este deportivo alemán, el Artega GT, presentado en el salón de Ginebra de 2008 en plena recesión y puesto venta al público justo un año después.
Estéticamente, el nuevo Artega mezclaba rasgos de diferentes marcas, dándole un aire sobre todo a modelos de la marca de Stuttgart sobre todo al Cayman, con el que venía a competir directamente en el segmento de los deportivos intermedios. El caso es que la fórmula no podía ser más alentadora y Henrik Fisker, su diseñador, metió todos los ingredientes en la coctelera para crear un coche llamativo y efectivo a la vez.
Entrando en detalles, este deportivo biplaza cuenta con un propulsor en posición central suministrado por Volkswagen y ya empleado en el Passat R36 del momento, con configuración V6 de 3,6 litros y 300 CV de potencia, asociado a un cambio automático secuencial DSG de seis velocidades, también de la casa, pero con propulsión trasera.
El par declarado era de 350 Nm y se disponía de el a partir de las 2.400 RPM, unido a un peso de apenas 1.285 kilos, gracias fundamentalmente al empleo de materiales ligeros como el poliuretano para su carrocería, reforzado con fibra de carbono, o aluminio para fabricar su chasis. Y todo unido a un precio ajustado rondando los 70.000 euros, lo hacían bastante atractivo cara a su público.
El Artega GT llegaba al mercado con una buena carta de presentación, capaz de dar el Do de pecho frente a sus competidores más directos, entre los que destacaba el Porsche Cayman
Las prestaciones del nuevo modelo alemán iban a la par de las especificaciones, pudiendo alcanzar los 100 km hora desde parado en apenas 4,8 segundos y superar la barrera de los 270 km/h de velocidad punta. Las medidas finales del Artega GT quedaban en 4.015 mm de longitud, por 1.882 mm de anchura y 1.180 mm de altura, con una distancia entre ejes de 2.460 mm.
Iba calzado con llantas de 19 pulgadas con neumáticos en medidas 235/35 en el tren delantero y 285/30 en su parte posterior. Un kit de frenado acorde a las prestaciones del modelo, con discos de 316 mm en ambos ejes mordidos por pinzas de cuatro pistones delante, y flotantes de un solo pistón en su parte trasera, eran los encargados de detener a este coupé deportivo.
En el interior nos encontrábamos con unos asientos deportivos Recaro y un puesto de conducción bien resuelto, aunque la calidad de sus materiales y acabado estaban por debajo de los de un Cayman. ABS, ESP y cuatro airbags se ofrecían en el equipamiento de serie. Además, también montaba dentro del equipamiento base una pantalla de 6 pulgadas en la que se manejaba desde el sistema de navegación hasta el teléfono manos libres por Bluetooth.
Por desgracia, tras apenas 130 unidades y tres años de fabricación, la empresa se declaró en quiebra y detuvo la producción del GT. En la actualidad y según su página oficial han retomado la actividad y puesto en marcha varios proyectos, entre ellos el Artega Scalo, basado en el GT y que emplea un sistema eléctrico para su propulsión.
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS