Desde Stellantis han dejado clara su misión de redirigir la estrategia de mercado para no limitar su imagen a la intrínseca faceta que delinea con sus deportivos de alto rendimiento. En ese equilibrio que el grupo pretende a corto plazo para retirar del pozo temporal a su tridente italiano, Maserati, aparece una apuesta mayor a sus tope de gama. Claro, en una firma que históricamente ha congeniado lujo con poder de fuego, ¡cómo no incluir en su gama una edición limitada como la que ya ha revelado!
Aquí está la introducción, en una producción que de arranque gozarán 62 clientes, para luego abrir paso, vaya a saber uno, al destino incierto que les espera en un futuro. No hay misterios sobre los adinerados y uno de los deportes que más practican: adquirir, probar, poner en venta o subasta en un plazo no precisamente largo y así sucesivamente. Honestamente, poco me importa dirigirme a esos futuros propietarios, quienes, por cierto, ya están advertidos sobre lo que se encontrarán. Aquí, mi compromiso es con quienes ni por asomo podrían desembolsar ese millón de euros que la automotriz italiana le ha etiquetado, y aun así merecen por derecho de entusiastas del motor, estar al tanto de lo que tienen enfrente. Bienvenido, Maserati MCXtrema. Bienvenidos estos atributos que resumen su esencia.
1) Herencia que no se limita al MC20
Sobre la base del MC20, el tope de gama actual de Maserati, los cimientos de este MCXtrema han partido y se han desarrollado. Sin intenciones de anticiparme, este radical hipercoche replica el motor central del modelo de serie. Lo mismo ocurre con los pergaminos de su material principal. El MC20, que se lanzó como el primer Maserati de producción con monocasco de fibra de carbono, le transmite ahora esta carrocería a su hermano desquiciado. Con la suspensión no solamente se obtiene otro atributo del coupé en cuestión, sino que esa doble horquilla aplicada en las cuatro ruedas es un derivado del MC12, el GT1 que nos quedó pendiente ver en Las 24 Horas de Le Mans y que se tuvo que conformar con la versión norteamericana de la inoxidable carrera de resistencia.
2) Habitáculo de circuito a la vista
Una configuración de aerodinámica y potencia demasiada para cumplir con los requisitos de la FIA y entrar a competir, pero al menos adopta del ente especificaciones como la jaula antivuelco, en un habitáculo que obliga a llevarlo a la pista y experimentar a gusto. Interesantes imágenes las de Top Gear, que emitió su informe para la BBC con una cobertura que se encargó de descubrir un interior exageradamente de circuito. Todo orientado al conductor, desde los controles, la posición del volante y el asiento hasta la expresiva estructura moldeada en fibra de carbono del tablero.
3) Motor con más de 700 caballos
Decía al comienzo de esta breve lista que el motor central es el apropiado del MC20 y no he faltado a la verdad, pero en realidad hablamos de un seis cilindros que va mucho más allá. Es el mismo Nettuno V6 biturbo 3.0, pero que no se queda en los 630 CV del coche de producción, sino que, a través de un cambio secuencial de seis velocidades, envía al eje trasero con diferencial de deslizamiento limitado una potencia máxima de 724 CV. Un incremento que se explica en nuevos sistemas de admisión y en dos mejoras de competición que se agregan a su mecánica: turbocompresores más grandes y la eficiencia de su unidad de control electrónico.
4) Sensaciones de conducción: Un equilibrio que sorprende en un hiperdeportivo de tracción trasera
Hay algo en lo que nuestros colegas de Top Gear hicieron énfasis. Fue en las sensaciones de manejo, algo que les ha llamado la atención para bien, habida cuenta de que estamos frente a un italiano que parte de su rendimiento. Puede que el perfil de su ingeniería haya estado influenciado con el propósito de una edición limitada que apunta a un selecto grupo de clientes que no necesariamente tienen la experiencia suficiente como para dominar un hipercoche indomable.
No es este el caso, el MCXtrema no se presentaría como un Maserati indomable a pesar de sus prestaciones extremas. Una considerable carga aerodinámica de 1.000 kg ayuda a la estabilidad y a la accesibilidad de su conducción, pero no deja de ser uno entre otros factores, como un embrague que se presta, una dirección ligera, un control de tracción versátil y una interesante capacidad de respuesta del V6 a bajas revoluciones, teniendo en cuenta que su par máximo se traduce en 730 Nm a 3.000 revoluciones por minuto.
Me quedo con un pasaje del colega británico Jethro Bovingdon: “Hay un chirrido de los engranajes, un ruido del tren de válvulas, un rugido agresivo del escape y todo tipo de resoplidos, chirridos y silbidos de los turbos, pero la naturaleza relajada del MCXtrema hace que la banda sonora sea fascinante en lugar de amenazante”, describió en su artículo. Sobre esto, agregó una oportuna apreciación con la que pretendo concluir: el Maserati MCXtrema es un coche para experimentar en rectas por su elocuente poder de fuego, pero el placer de manejo que promete genera una simbiosis inesperada.
Mauro Blanco
COMENTARIOS