Un experimento que no se ve todos los días. Le echas una ojeada a golpe de vista y notas que algo no encaja, que no es el Charger clásico de los años sesenta, y aunque deduzcas que tiene que haber algo detrás que explique lo que se ha pagado por él, en una primera instancia te parece exagerado que este ejemplar se haya vendido por 271.555 dólares. Entonces, todo sale a la luz de inmediato.
Un restomod para no extrañar al muscle car americano cualquiera sea su época. Imaginemos un estereotipo del Dodge Charger 1968. Paneles negros sin concesiones y el toque de la doble línea roja sobre el ala trasera. Los encargados de este mutante, la casa eXoMod con sede en Greenville, Pensilvania, tuvieron la deferencia de rendirle culto a esa apariencia. Bien. Un restomod inspirado en el Charger ’68. Ahora, un salto en el tiempo.
Hace poco más de un año que el Dodge Challenger pasó a mejor vida, a ganarse su merecido espacio en esos lugares que sólo están destinados a los íconos del pasado. En este caso, el concepto de heritage se puede tocar. Nada de herencia simbólica ni inspiración. Para este Charger/Challenger, el deportivo definitivo, un Challenger 2023, se ha entregado por completo y, así como su intervenido interior, ha donado su órgano más preciado: el corazón. Y he aquí una entre varias razones por las cuales este coche se ha vendido como si de un Ferrari 296 GTB se tratase.

Bautizado C68 Carbon, su forma adopta un estilo modernizado del Charger R/T de segunda generación y su nombre revela el material de sus paneles, una carrocería completa de fibra de carbono que luce las mencionadas líneas verticales laterales rojas en un tono manzana Kandy transparente. Especial atención a la zaga –esos pilotos LED con biseles en grafito satinado parecen que están tomándote una foto– y las ruedas, por la atemporalidad que aportan. La tapa de combustible es abatible, mientras que las llantas de 20 pulgadas Forgeline, en negro satinado con acero inoxidable pulido, lucen unos tapacubos cromados con el logotipo que llevaba el modelo de los sesenta y que hoy se refunda con la actual generación.
No hay mención alguna en eXoMod. Lo más cercano a una posible señal es el negro absoluto que cubre la carrocería. Sí, como todo un fantasma negro. Aunque no haya información oficial que confirme que en efecto es un “Black Ghost” convertido –que al parecer, por sus 31 millas recorridas al momento de su reciente venta, fue considerado por su anterior dueño como lo que era originalmente, una edición limitada de colección–, elijo creer que a eso se debió la selección del concepto exterior.
Mauro Blanco
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