Con casi 180 CV y un diseño atractivo, el Alpine A290 resulta muy interesante, ¡ojalá no fuera eléctrico!

Con casi 180 CV y un diseño atractivo, el Alpine A290 resulta muy interesante, ¡ojalá no fuera eléctrico!

Pequeño y potente, un deportivo “made by Renault” que solo tiene una pega


Tiempo de lectura: 5 min.

El Alpine A290 es la versión deportiva del nuevo Renault 5 eléctrico, un coche que, como antaño, busca contentar a los usuarios más racing aunque, en esta ocasión, mediante soluciones en plena tendencia, como es el motor eléctrico. Esto, por sí solo, no es un problema, ni mucho menos. Los motores eléctricos tienen un enorme potencial, aunque habría que buscar algo más de pasión; al menos una pasión que los amantes del motor de combustión podamos entender.

No nos dejemos llevar por radicalismos o purismos, no son buenos compañeros y suelen cegar. La electricidad ha llegado para quedarse y, aunque todo parece apuntar hacia un retraso en su implantación obligatoria, es evidente que se trata de una tecnología que no desaparecerá y al final, pasará como con los motores turbodiésel, que acabaron por llegar a ser incluso motores muy deseados y estuvieron presentes en modelos de aspiraciones deportivas.

La cuestión es, al menos en el caso de un eléctrico con intenciones de ser deportivo, la autonomía de la batería y las opciones de recarga en ruta. Recordemos que la electricidad no tiene la misma facilidad de repostaje –si es que se puede definir así una recarga– y el tiempo necesario para obtener una autonomía óptima puede ser un problema.

Alpine A290 (2)

Con poco más de 350 kilómetros, la autonomía es muy escasa

Hablar de coches deportivos, es hacerlo de coches que pasarán cierto tiempo en carreteras de montaña, con curvas y con una conducción donde la contención de consumo es simplemente ignorada. Con un coche con motor de combustión, tener una autonomía reducida no es un problema, siempre hay una gasolinera donde repostar y en apenas 10 minutos se puede volver a la ruta. Sin embargo, con un eléctrico no es tan sencillo, no hay tantos cargadores y las autonomías en conducción deportiva se reducen mucho más rápido que con un motor de combustión.

El Alpine A290 en su versión de 180 CV –existe otra con 220 CV, el A290 GT Performance y el A290 GTS–, tiene una autonomía de 378 kilómetros gracias a una batería de 52 kWh. Es evidente que resulta un alcance muy reducido para salir a cualquier ruta de montaña, solo llegar hasta la carretera que queramos recorrer ya nos consumirá una buena parte de la batería y luego, a poco que subamos el ritmo como en teoría te permite el A290, casi te obligará a darte la vuelta nada más llegar. Si tienes un cargador en la ruta y no te importa invertir al menos una hora en recargar –de otra forma, quizá, no tengas carga para volver–, no será un problema.

Ahí radica, en parte, el problema que nos encontramos en el Alpine A290. Desde la puerta de nuestra casa hasta la carretera que solemos visitar hay 26 kilómetros, todos casi cuesta arriba y de velocidad media –entre 90 y 100 km/h– y la ruta que hacemos son cerca de 150 kilómetros a buen ritmo –a veces más–. Luego, otra vez de regreso los 26 kilómetros hasta casa. ¿Nos llegaría con los 378 kilómetros de autonomía anunciada? La suma total nos da 202 kilómetros, así que, teóricamente, a ritmo “de señales”, podría alcanzar. El caso es que un coche como este es para disfrutar, para ir un poco más rápido y ahí, la autonomía se pierde demasiado rápido y recuperar autonomía para regresar a casa supondría al menos 30 minutos enchufado –y daría para poco más que llegar a casa a ritmo tranquilo–.

Alpine A290 (3)

Por prestaciones, nos gusta, aunque para su tamaño pesa mucho

El Alpine A290 es algo así como el Renault 5 Copa, es más potente, tiene una puesta a punto más deportiva y es, sobre el papel, más rápido. La potencia que homologan desde Alpine es de 130 kW, son unos 177 CV, más 285 Nm de par. Son buenas cifras para un coche de cuatro metros de largo –3.997 milímetros– y con una batalla de poco más de 2,5 metros. Los 7,4 segundos para el 0 a 100 km/h son un ejemplo del buen desempeño, pero su peso es un problema: 1.554 kilos. Un SEAT Ibiza 1.5 TSI FR, con 150 CV, pesa menos –1.166 kilos–, tiene más autonomía y es más barato. Es más lento en cosas como la aceleración, pero en cuanto a velocidad punta, el A290 está limitado a 160 km/h y el Ibiza roza los 220 km/h.

Por precio, es un coche carísimo: 38.700 euros. Si tomamos el mencionado Ibiza FR como referencia, estamos ante una diferencia de casi 10.000 euros. El Ibiza FR con 150 CV –el acabado FR XM; el segundo más alto del catálogo–, tiene un precio de 27.087 euros. Sí, es caro, casi 30.000 euros por un Ibiza es una pasada, pero es muchísimo más accesible que el Alpine A290. Vale, no tienes ese aura de último lanzamiento, ni muchos de sus sistemas de última generación, ni tampoco un diseño como el que luce el A290, pero aun así, el Ibiza nos parece más interesante porque no presenta los inconvenientes de la autonomía y la recarga, ni los problemas de peso, y ya no digamos nada sobre el precio…

Todo esto nos hace pensar en… ¡¡Ojalá no fuera eléctrico!! A simple vista, el Alpine A290 nos parece más que atractivo, incluso la decoración del habitáculo nos parece acertada, pero su condición de coche eléctrico es un inconveniente. Se ha dicho mucho sobre el A290, se le ha considerado como “el regreso del utilitario picante” y se ha alagado su comportamiento y su tacto de conducción, pero es claramente un coche deportivo para ciudad. Y por casi 40.000 euros hay muchas opciones más interesantes.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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