Daimler ha anunciado su nueva estrategia comercial que implica recortar gastos en mil millones de euros a través de la reducción de más de mil empleos en Mercedes-Benz para finales de 2022. Concretamente un recorte del 10 % que buscará ahorrar más de 300 millones de euros en personal y otros 250 millones en costes fijos de su división de camiones.

De acuerdo con el comunicado de prensa, el CEO de Daimler, Ola Källenius, está buscando formas de aumentar las ganancias decrecientes de la compañía y garantizar al mismo tiempo que el fabricante alemán se mantenga a la vanguardia de las nuevas tecnologías. Daimler, que aspira a ahorrar más de 1.500 millones de euros en su grupo, no dijo dónde caerían los empleos, pero se espera que sea en roles de gerencia y administrativos.

La costosa transición hacia los vehículos eléctricos y la conducción autónoma, así como la guerra comercial en curso entre Estados Unidos y China, ha presionado a la matriz de Mercedes-Benz para que encuentre formas de mejorar sus márgenes de beneficio. Los recortes, que según los informes llevarán a la pérdida de más de un millar de empleos, se producen cuando la empresa se enfrenta a los nuevos y duros desafíos de objetivos de emisiones.

“Los costes de cumplir con los objetivos de CO₂ requieren medidas integrales para aumentar la eficiencia en todas las áreas de nuestra empresa”, dijo Källenius. “Esto también incluye la racionalización de nuestros procesos y estructuras. Pesará en nuestros resultados previstos para 2020 y 2021. Para tener éxito en el futuro, debemos actuar ahora y aumentar significativamente nuestra fortaleza financiera”. No es sorprendente que Daimler esté apretándose el cinturón.

A pesar de que Mercedes-Benz goza de un buen estado de salud en cuanto a ventas brutas se refiere últimamente (tanto en turismos como comerciales), las ganancias han sido muy pobres y los costes han sido altos. Por ejemplo, han recibido una “pequeña” multa de 870 millones de euros relacionada con el escándalo de las emisiones de las mecánicas diésel, sin mencionar el impacto de una llamada a revisión para lidiar con airbags potencialmente defectuosos.

“Daimler necesita alejarse urgentemente de su filosofía de inversión de ‘rociar y orar’ hacia una asignación materialmente más enfocada y más precisa de sus fondos”, dijo Arndt Ellinghorst, un analista con sede en Londres de Evercore ISI, a Automotive News. “De lo contrario, el grupo simplemente no podrá autofinanciar sus aspiraciones de movilidad premium”. A pesar de los mejores resultados del tercer trimestre, Källenius aún se enfrenta a múltiples vientos en contra.

Todos los fabricantes de automóviles se enfrentan al desafío de vender más modelos con bajas emisiones –o cero emisiones– para cumplir con los nuevos estándares impuestos por la Unión Europea. Según estas reglas, las emisiones promedio de dióxido de carbono de los automóviles nuevos vendidos en el Viejo Continente deben caer a 95 gramos de CO₂ por kilómetro para 2021, un recorte del 40 % frente a los niveles de 2007.

Daimler dijo que limitaría la inversión en propiedades, plantas y equipos y en investigación y desarrollo en los niveles actuales, con planes establecidos para reducir la inversión en el mediano plazo. La compañía dijo que esperaba lograr un retorno de las ventas de las actividades operativas en Mercedes-Benz Cars & Vans de al menos el 4 % en 2020 y al menos del 6 % en 2022, creciendo las ventas de automóviles en un 3 % de cara al próximo año.