Lunaz, una compañía británica, ha creado un proyecto especial para que los coches clásicos se sigan pudiendo usar, incluso con las restricciones de tráfico a los motores de combustión. Y la solución es sencilla: cambiar el motor original por uno eléctrico.
Una de las cosas que más dudas está generando el posible futuro electrificado del automóvil, es qué pasará con los vehículos clásicos e históricos. Hay empresas que ya están ofreciendo algunas soluciones al respecto, como la sustitución del motor original por otro eléctrico. Se trata de un trabajo que no gusta todos, pues se pierde la originalidad del modelo, pero se trata de un paso que, quizá, acabe siendo obligatorio si se quiere conservar algunos automóviles históricos circulando.
Sin embargo, Lunaz no realiza un simple cambio de motor, el proceso es mucho más complejo. En realidad es un restomod muy profundo, que tiene en cuenta cada detalle del coche a modificar para conseguir el mejor resultado posible. Según su fundador, David Lorenz, la empresa nace de una profunda pasión personal por la preservación de los coches más famosos de la historia.
“Para Luna, mi hija, no tener acceso a un automóvil como el Mercedes-Benz 190SL cuando está en edad de conducir sería una tragedia. Sin Lunaz, esa sería su realidad” – David Lorenz, fundador de Lunaz
La sede de la compañía está en Silverstone Technology Park, donde cada automóvil es estudiado al detalle, un análisis exhaustivo de su forma, del peso y de su comportamiento dinámico. Los vehículos se escanean en 3D, no sin antes retirar el motor y elementos asociados. De esta forma, se pueden lograr modelos a escala que sirven de referencia para el trabajo de desarrollo.
Mientras se llevan a cabo los cálculos y diseños pertinentes, el coche se somete a una restauración completa. Se retira la pintura original hasta dejar el metal desnudo, se sanean las partes que sean necesarias, se lija, se pule e, incluso, si el propietario así lo desea, se puede pedir cambios en el diseño original, ya sean estéticos o de equipamiento. No en balde, los precios son muy elevados.
Una vez desmontados los coches, se pesan todos los componentes para mantener la distribución de peso original y se desarrolla un grupo propulsor específico, que cuadre con su carácter y su dinámica original. Las suspensiones, aunque nuevas, buscan ofrecer la misma sensación que ofrecía el modelo antes de todo el proceso y para finalizar, se pueden añadir elementos modernos como un sistema multimedia con todo tipo de conectividad, navegador e incluso conexión WiFi o ayudas electrónicas a la conducción.
Los nuevos elementos, como cabe esperar, se adaptan al diseño original y la tapa de llenado del depósito, pasa a ser la toma de corriente para cargar las baterías. Cosas como el aire acondicionado o la calefacción son nuevos, mucho más modernos, eficientes y adaptados a la condición eléctrica del coche.
Actualmente, un Jaguar XK120 de 1953 está en fase final de proyecto al recibir unas baterías de 80 kWh, que alimentan dos motores eléctricos de 280 kW/375 CV y 700 Nm de par. Junto a él, dos ejemplares de Rolls-Royce, un Cloud de 1956 y un Phantom V de 1961 con ocho asientos, ambos con baterías de 120 kWh y también en la fase final de todo el trabajo.
Los precios arrancan en los 390.000 euros sin impuestos y las reservas se abrirán en el mes de noviembre de 2019.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS