Mercedes ha electrificado su stand en Frankfurt de forma espectacular. Solo el Mercedes EQS acapara gran parte de la atención de los visitantes y medios. Junto a él, la marca ha mostrado dos nuevas versiones que pronto se podrán ver en las tiendas. Ambas propuestas llegan con formato SUV híbrido enchufable, pero de formas diferentes. Por un lado, el Mercedes-Benz GLC 300 e 4MATIC con motor de gasolina. Por otro, el GLE 350 de 4MATIC con motor diésel, una combinación similar al E 300 de, que ya analizamos a fondo.
El Salón del Automóvil de Frankfurt de 2019 está siendo dominado por la electrificación. Eléctricos puros, híbridos e híbridos enchufables campan a sus anchas y anuncian un futuro con menos emisiones (o eso al menos esperamos). La Unión Europea presiona mucho a los fabricantes para que reduzcan rápidamente sus emisiones de CO2, y sin electrificación marcas como Mercedes-Benz no lo conseguirían.
Además, la hibridación también presenta un futuro interesante para los motores diésel, que junto a la electricidad podrán explotar al máximo sus cualidades y bajos consumos. Unos, como Audi, emplean la hibridación suave para los TDI (sistema de 48 V autorrecargable), y otros, como Mercedes-Benz, apuestan por los híbridos enchufables para sus motores de gasóleo. La relación coste/beneficio es muy diferente.
La idea de juntar diésel y electricidad no es nueva, ya se empleó anteriormente, pero es ahora cuando se está incorporando con mucha más fuerza y mayores posibilidades. En el caso del Mercedes GLE 350 de 4MATIC, los datos ofrecidos por la marca son bastante interesantes. El conjunto propulsor se compone de un motor diésel con 2 litros de cilindrada que rinde 194 CV y 400 Nm, asistido por un motor eléctrico de 136 CV/100 kW y 440 Nm. En conjunto, la potencia aumenta hasta los 320 CV y el par asciende a los 700 Nm.
Acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y puede alcanzar los 210 km/h, siendo la punta de 160 km/h en modo eléctrico, pero lo mejor es el consumo, pues homologa 1,1 litros cada 100 kilómetros. Para lograr una cifra así es imprescindible contar con carga en las baterías (en caso contrario, no es posible ni acercarse), circular en modo híbrido y durante una distancia levemente superior a los 100 kilómetros.
Las baterías son de iones de litio con 31,2 kWh de capacidad y ofrecen un máximo de 99 kilómetros de autonomía según ciclo WLTP. Se puede cargar en tomas rápidas de corriente continua y para llegar del 10 % al 80 % de carga tan solo requiere 20 minutos. No obstante, para completar las baterías desde el 10 % se emplean sólo 10 minutos adicionales. En todos los procesos de carga de baterías de automoción la última parte es la más lenta para balancear la carga de todas las celdas.
La presencia de las baterías, colocadas en la parte trasera, ha obligado a rediseñar dicha zona, al igual que el eje trasero. De esta forma, no se pierde espacio en el maletero. La capacidad de estas baterías es más propia de un coche eléctrico que de un híbrido enchufable. Por ejemplo, el Nissan Leaf de la primera generación acabó su vida comercial con 30 kWh de capacidad, pero homologaba como el doble de recorrido con la misma carga. Consulta en nuestro archivo la prueba del Leaf de 30 kWh.
Es posible circular en áreas urbanas y periurbanas con un uso mínimo del motor diésel, reservando su utilización para carretera y autopistas/autovías. No solo se ahorrará bastante en combustible, también supone menos problemas a largo plazo, ya que el motor diésel funcionará donde tiene que hacerlo y trabaja mejor, y la parte eléctrica se ocupará de lo que mejor sabe hacer.
Si llega al cliente adecuado, el GLE 350 de contaminará muy poco y tendrá una gran salud mecánica incluso con cientos de miles de kilómetros, ya que habrá trabajado poco y en condiciones menos exigentes
Respecto al Mercedes GLC 300 e 4MATIC, las soluciones son diferentes y los resultados algo menos llamativos, aunque igualmente interesantes. La potencia conjunta final es la misma, 320 CV y 700 Nm de par, pero se llega de manera diferente. La unidad de potencia se compone en este caso de un motor alimentado por gasolina, el ya conocido 2.0 turboalimentado de 211 CV y 350 Nm, mientras que la parte eléctrica añade 120 CV/90 kW y 440 Nm. Es el mismo propulsor eléctrico del GLE 350 de, pero su configuración es diferente debido a las baterías.
Las baterías del GLC 300 e son más pequeñas, 13,5 kWh, y solo permiten una autonomía de 43 kilómetros y una velocidad de 130 km/h en modo eléctrico. En otras palabras, acumulan casi un tercio de energía y no pueden dar tanta potencia en un momento dado, limitando al motor. Aún así el consumo es muy bajo, la marca anuncia entre 2,2 y 2,5 litros cada 100 kilómetros en ciclo WLTP. En esta carrocería no es tan fácil colocar muchas baterías, es más compacta.
El beneficio de la parte eléctrica es evidentemente menor en el GLC 300 e
Por el momento, la marca no ha facilitado precios ni fechas de comercialización, aunque seguro que abrirán pedidos antes de que finalice el año con entregas en 2020. Los precios no serán en absoluto bajos dadas las cifras de potencia y el posicionamiento de las versiones EQ Power. Para la mayoría de clientes seguirán siendo interesantes las mecánicas diésel de cuatro cilindros.
Eso sí, los híbridos enchufables tienen distintivo Cero de la DGT, ya que superan los 40 kilómetros de autonomía, una diferencia importante respecto a los diésel con distintivo “C”. De momento los híbridos enchufables se benefician de poder aparcar gratis en algunos sitios con estacionamiento regulado, como Madrid capital, la utilización de carriles VAO, acceso a Madrid Central e inmunidad contra restricciones de circulación, reducciones en el impuesto de “circulación” (IVTM), peajes reducidos, etc.
Estas ventajas son bastante apreciadas por aquellas personas que pueden sufragar cómodamente vehículos de más de 60.000 euros o una cuota de renting que pasa holgadamente de los 600 euros al mes. De momento, los híbridos enchufables de Mercedes-Benz son un producto de gama muy alta, no una solución para reducir el consumo al mínimo para las personas más concienciadas con el medio ambiente.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS