Hace casi 10 años que Audi mostró su primer prototipo e-tron en el Salón de Frankfurt, en 2009. Aquel primer coche fue una declaración de intenciones, una suerte de R8 con tracción total pero totalmente eléctrico. Tardó tiempo en materializarse, ya en la segunda generación llegó a haber un R8 e-tron y se presentó en 2015. No se vendieron ni 100 unidades, solo se ofreció en Europa y bajo estricto pedido. Más numerosos serán los R8 Decennium, la edición conmemorativa que fue primicia en Ginebra este año.
En aquel momento -que no está tan lejos- el R8 eléctrico contaba con una potencia de 340 kW (462 CV), un par máximo de 919 Nm y buenas prestaciones: casi 4 segundos para alcanzar 100 km/h y una punta de casi 250 km/h. Para lograr una autonomía -NEDC- de 450 kilómetros precisaba unas baterías de 92 kWh en forma de “T”, refrigeradas por líquido. No debió salirle muy barato a aquellos pioneros.
A pesar de que aquella experiencia de comercialización no se puede tildar de “éxito”, es un anticipo de lo que va a pasar. Audi está decidida a electrificar sus modelos, contando a su vez con versiones gasolina, diésel y de gas natural (g-tron) para satisfacer todas las necesidades de sus acólitos y clientes. La gama e-tron 100 % eléctrica, va a ir creciendo, y hasta los modelos RS acabarán pasando por el aro, confirmado por parde de Audi. Eso incluye al R8.
Según CAR, en 2022 veremos el e-tron GTR, un modelo eléctrico que reemplazará -o complementará- al R8 con motores Lamborghini. Perderá algo en términos de sonido y tacto, pero no ofrecerá precisamente aburrimiento. Sin llegar a los niveles de potencia absurda de modelos como el NIO EP9, no se quedará corto: 500 kW de potencia (680 CV) y 0-100 km/h en unos 2 segundos.Fuentes internas en Audi citadas por CAR hablan de baterías de 95 kWh de estado sólido -que no están disponibles en el mercado-, posibilidad de recarga inalámbrica en plazas de garaje especiales, una autonomía de unos 500 kilómetros, chasis monocasco de aluminio, etc. La tracción total la mantendrá sin árbol de transmisión, repartiendo el esfuerzo en tres motores; lo razonable es que sea uno delantero y dos traseros. CAR cree que se basará en la plataforma J1, la misma del Porsche Taycan.
Quedan tres años hasta ese momento, así que hay margen para que la tecnología mejore. En motores no hay mucho que mejorar, pero sí en baterías que soporten gandes descargas de energía sin sobrecalentarse, recargas muy rápidas, con un peso contenido y con más resistencia a la degradación. El estado sólido parece la respuesta, de momento.
Si bien todo esto no implica que el Audi R8 desaparezca tal y como lo conocemos en 2022, sí es cierto que su permanencia como modelo 100 % gasolina es bastante dudosa. De una forma o de otra acabará siendo electrificado, desde un semihíbrido hasta un eléctrico puro. Ya no es solo para reducir emisiones de CO2, es que una marca que dice estar a la vanguardia de la técnica tiene que adoptar tecnologías punteras.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS