Fue en 2005 cuando Lexus, como marca Premium, cambió el statu quo lanzando el primer híbrido de gama alta de la edad actual, el Lexus RX 400h. Con el tiempo, llegó una gama de varios modelos, y así hasta el día de hoy. En Europa casi todo lo que vende Lexus es híbrido, aunque a nivel mundial es más bien una venta de cada cuatro. En 30 años Lexus ha vendido un total de 10 millones de coches, de los cuales 1,45 millones han sido híbridos.

También fue la primera marca Premium en Europa en desengancharse de las mangueras negras, tras haber tenido únicamente dos modelos a gasóleo en su gama, Lexus IS 220d y 200d. Ahora la asociación “híbrido Premium” y “Lexus” es automática. Sin embargo, no puede vivir eternamente de esas rentas, tiene que dar un salto a la siguiente fase, la de los eléctricos puros.

Yoshihiro Sawa, presidente de Lexus International, dijo: “Definitivamente necesitamos un eléctrico en el futuro”. En el Salón de Shanghái, además del nuevo LM -que también tendrá versión híbrida-, el ejecutivo dijo que no sabrá “cuándo o cómo” llegará el primer modelo. Desde luego ya se trabaja en ello, desde que Toyota diese el pistoletazo de salida al desarrollo acelerado -para lo que son ellos- de una gama de vehículos eléctricos.

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Como otras tantas marcas, Lexus ha considerado durante años que los eléctricos no eran capaces de satisfacer las necesidades de sus clientes, pero el estado de la tecnología -o del arte- ha evolucionado a marchas forzadas y ahora sí es posible colmar las necesidades de un cliente de gama alta con vehículos a baterías que no necesiten ningún motor térmico como apoyo. El año pasado mostró su primer prototipo eléctrico, el LF-1 Limitless Concept.

En esta “etapa de transición”, como dijo el ejecutivo, Lexus está probando varias alternativas. Además de los eléctricos puros se están valorando híbridos enchufables -el camino emprendido por casi toda la competencia- e incluso la pila de combustible de hidrógeno. Toyota ya inició las ventas del Mirai, pero siguen siendo una gota en el océano por su elevado precio y baja cadencia de producción.

Y la necesidad de tener eléctricos no es tanto de márquetin o para quedar bien con sus clientes, sino con las autoridades. En China hay que vender eléctricos sí o sí desde este año, y en la Unión Europea, a menos que Lexus no reduzca radicalmente el consumo de sus modelos, se va a pasar de emisiones medias de CO₂; necesitan modelos de emisiones cero. En mercados como el estadounidense, uno de sus feudos, desde luego no parece una prioridad.