Ayer Honda confirmaba una mala noticia: va a proceder al cierre de su fábrica en Swindon, Reino Unido. Las razones son diversas, pero el famoso Brexit ha influido en la decisión. Casi al mismo tiempo, Ford anuncia el cierre de su fábrica más antigua en Brasil, la de São Bernardo do Campo. Parece que se avecinan tiempos de recortes.
La fábrica de Honda en Swindon cerrará en 2021 llevándose por delante 3.500 empleos directos y otros tantos indirectos. El fabricante japonés no menciona el Brexit entre las razones de su cierre, pero sin duda tiene un gran peso en la decisión. Según Honda, el cierre es debido al enfoque en el coche eléctrico y la reestructuración de sus capacidades de fabricación.
Una de las razones de peso para el cierre es la baja producción de la planta. Centrándose únicamente en el Civic, Swindon produce unos 150.000 vehículos al año, cuando su capacidad es de 250.000. Tener una fábrica infrautilizada cuesta mucho dinero, y en Honda prefieren ahorrárselo y recolocar esa producción en otras fábricas.
Los británicos están sintiendo las consecuencias que tendrá en sus vidas haber votado a favor del Brexit. Pero esto es solo el comienzo de lo que vendrá, si hay Brexit “duro”, será peor
Al mismo tiempo, también van a dejar de producir el Civic Sedan en Turquía en 2021, por lo que la planta de Gebze no tendría sentido, ya que su producción de 38.000 vehículos al año puede ser realojada en otra fábrica que no se encuentre al 100 % de su capacidad.
“Nos comprometemos a tomar las medidas adecuadas para impulsar el crecimiento rentable y maximizar los rendimientos de nuestro negocio a largo plazo.” – dijo Jim Hackett, CEO de Ford, en abril de 2018
Pasando al fabricante del óvalo azul, ya anunció un plan de reestructuración importante, siguiendo con sus malos resultados anuales. En Europa habrá recortes importantes de plantilla y se prevé algún cierre de fábrica, aunque hasta marzo la empresa americana no concretará sus planes de recortes. La reorientación hacia los SUV, dejando de lado el resto de segmentos, es una apuesta a una sola carta, que les puede salir muy bien o muy mal, no habrá término medio.
Donde ha comenzado a sentirse la reestructuración de Ford es en Brasil, donde acaba de anunciar el cierre de la planta de São Bernardo do Campo, que producía camiones de la serie F-4000, F-350 y Cargo, junto al Fiesta. Esto se lleva por delante el trabajo de 2.782 operarios, sin contar el impacto en proveedores que toda fábrica de automoción conlleva. Los gastos de cerrar la planta se calculan en unos 460 millones de euros.
Como parte de su estrategia para centrarse en los SUV y pickups, Ford también cesará la producción del Focus en Argentina, lo que se une al goteo de cierres y despidos de la marca americana. Aparte de esto, lanza un aviso a navegantes: si hay Brexit “duro”, Ford cerrará sus dos fábricas de Reino Unido y 13.000 personas se irán al paro. Ya no fabrican coches en Reino Unido desde hace años, serían componentes para otras plantas.
Pero ascendamos un poco y tomemos una visión más general. Ayer mismo conocíamos que las ventas de coches en China descendían por séptimo mes consecutivo, confirmando una recesión en la economía del país asiático. El descenso interanual de las ventas es del 15,8 %, un valor muy notable, que como es evidente, impacta en todos los fabricantes de automóviles, pues las ventas en este país son muy importantes.
Según apuntan algunas voces, parece ser que puede ser debido parcialmente a los nuevos aranceles impuestos por Trump y su guerra comercial con el mundo. De ser cierto, esto es solamente el comienzo de lo que está por venir, pues las consecuencias económicas de las guerras comerciales tardan en observarse en la economía doméstica, pero cuando llegan, son irremediables.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.Desconcierto e incertidumbre.
Solo el campo de la neurología podría pronosticar consecuencias precarias, primarias, provisionales; y no es poco. Estando las economías mundiales interconectadas y girando al son de multinacionales, y estas al compás de un conjunto de oligarcas de un nivel superior, no me sorprende, por desgracia, cataclismos de este estilo. Rabia me da por el currela vecino -paradójicamente el más borrego, a favor- y vergüenza su política exterior -divinamente, convierten agua en vino-. En fin, lucky y adiós.
Gracias Rest. La pena es que las malas decisiones de algunos “iluminados” las pagamos luego el resto de los mortales. Ojalá me equivoque, pero tiene pinta de que viene otra recesión de las grandes.