Como absorbida por las tendencias de estos años en el mercado europeo, Smart se expande. La subsidiaria de Mercedes-Benz ha dejado de ser aquella limitada a microcoches y pequeños hatchback urbanos. Marcada por contratiempos vinculados a bajas demandas y producciones tambaleantes padecidas por coches como el Smart ForFour, hoy presenta una oferta de modelos menos específica.
Atrás parecen haber quedado los días en que esta automotriz alemana se permitía experimentar. ¿Quién recuerda, por ejemplo, al Smart Crossablade, una versión limitada a 2.000 unidades fabricada sobre la base del ForTwo, pero sin techo, sin parabrisas y sin puertas, al punto tal de asemejarse al cochecito de un bebé? Pues, hoy no solamente su gama se limita a la propulsión eléctrica, sino que, gobernada por los numerales, propone un concepto de flota más lineal, en la que dominan los SUV con longitudes por encima de los cuatro metros y en la entrada te espera un digno rival de Mini.
Para competir con los SUV cupé a batería, luego apareció el Smart #3, que no aportó una considerable diferencia respecto del Smart #1 en cuanto a autonomía, lo que sí viene a cumplir el Smart #5. Con éste, la firma ha establecido un punto de inflexión en todo aspecto: dimensiones, espacio interior, rango de manejo, capacidad de batería y tiempos de carga.

El Smart #5 es autonomía máxima y un espacio interior inédito en la marca
En cuanto a los tiempos rápidos de carga, si en el SUV de diseño cupé la opción de potencia de carga más alta es la de 150 kW y su 10 al 80 por ciento en unos 30 minutos, en el Smart #5 está un escalón debajo de la que permite la carga más inmediata tomando como parámetro dicha transición entre capacidades. En corriente continua, se necesitarán unos 18 minutos para alcanzar el 80 por ciento. Esto es porque el vehículo se ha desarrollado bajo la plataforma de 800 voltios, que trae una batería de 100 kWh capaz de soportar una potencia de carga de 400 kW.
Con esta plataforma eléctrica y esta batería, este nuevo SUV ha establecido notables brechas de autonomía con los otros integrantes de la flota. El Smart #5 no cuenta con el diseño aerodinámico del que se sirve el SUV cupé para ganar algunos kilómetros extra, de manera que requería de un esquema mayor para obtener las capacidades superiores. Salvo la versión de acceso Pro, que estará disponible con una batería de 76 kWh y la mencionada potencia de carga de 150 kW, el resto de los acabados del Smart #5 traerán la de 100 kWh y, con ella, una autonomía cercana a los 600 km. Unos 590 km, para ser exacto.
Pero la novedad mayor en relación al nuevo buque insignia radica en las medidas. Jamás un coche de la marca ha tenido sus dimensiones y es por eso que, firmando una longitud de más de 4.700 milímetros, estamos en presencia del primer SUV mediano de la firma. Por dentro promete un habitáculo espacioso que parte de una batalla de casi tres metros –2.900 milímetros– y nos adelanta que, así como el coche mismo, podremos estirarnos. Más de 30 compartimentos y un maletero delantero de 72 litros para complementar el volumen de 1.530 litros del espacio trasero, pero, ante todo, este SUV prioriza la comodidad y la amplitud para las piernas en particular. Definitivamente, Smart ha pegado el estirón.
Mauro Blanco
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