El BMW M635 CSI –BMW M6 en Estados Unidos– era el modelo más rápido y deportivo que tenía la compañía alemana a mediados de los años 80. Presumía de una velocidad superior a los 250 km/h, de un comportamiento supereficaz y deportivo, así como, por supuesto, de un precio altísimo: 11.036.340 pesetas, 66.330 euros de 1984, una cifra que se transforman en 244.160 euros si tenemos en cuenta la inflación hasta 2024.
Después de retirar de producción el fantástico M1, BMW parecía haber cambiado un poco sus objetivos e incluso su personalidad, para centrar su atención en el lujo y en el confort. Aunque mantenía ese talante dinámico por encima de la media, la prensa de la época, en general, afirmaba que la firma alemana había perdido carácter. Fue justo entonces cuando comenzaron a poner en circulación una serie de modelos M que, como cabe esperar, acabaron con todas las habladurías de la época.
En el número 1.214 de la revista Velocidad –de diciembre de 1984–, lo contaban así: “Parecía que BMW tras los años 70 se había olvidado de esos vehículos intrínsecamente deportivos que tanto furor causaban en el público para sustituirlos paulatinamente por vehículos en los que el lujo, el confort y la representación fueran sus premisas. Pero, tras el efímero tiempo de existencia del modelo M1, se pudo comprobar que no se había echado en saco roto el carácter deportivo de la firma muniquesa, y, así, toda una serie de modelos bajo la sigla “M” (de Motorsport) están viendo la luz, siendo precisamente el M635 CSi el primero de ellos”.
Así, pues, BMW abría la puerta al desembarco de una generación de automóviles que fueron el paso previo para lo que vendría después, aunque eso no quiere decir que fueran un compromiso para animar un poco la gama de modelos. El BMW M635 CSI, y el BMW M535i que se presentó poco después, eran verdaderos deportivos capaces de plantarle cara a modelos de mayor índole, como ocurrió en unas de las muchas comparativas de la revista Autopista, quienes llegaron a enfrentarlo con el Porsche 928 S4.
![BMW M635 CSI (4)](https://espirituracer.com/archivos/2025/02/bmw-m635-csi-4.webp)
La imagen del M635 CSI era bastante discreta, aunque era algo normal en los fabricantes alemanes en los años 80
El BMW M635 CSI es uno de los coches más especiales de la marca, uno de los primeros M Motorsport. De primeras, escondía bajo el capó el motor del BMW M1 con algunas modificaciones –por eso pasó de M88 a M88/3–, un seis cilindros en línea de 3.453 centímetros cúbicos, culata con dos árboles de levas y cuatro válvulas por cilindro y aspiración natural, que rendía 286 CV a 6.500 revoluciones y 34,7 mkg a 4.500 revoluciones. En Estados Unidos, por cierto, no usaba este motor. El M6 que se vendió al otro lado del Atlántico equipada el motor S38, que era menos potente.
A este motor el acompañaba una puesta a punto que, como cabe esperar, hacía hincapié en la eficacia en conducción deportiva. De hecho, la antes mencionada revista Autopista afirmaba que, en zonas viradas, podía superar al Porsche 928 S4, lo que supone un verdadero halago para un coche que se había lanzado al mercado en 1976 –el E24, no el M635 CSI–. En carreteras más abiertas, los más de 300 CV del 928 marcaban la pauta, pero esto ya es otra cuestión.
El hecho era que el BMW M635 CSI podía ser realmente rápido en cuanto aparecían curvas, pero también se defendía más que bien en otros escenarios. Por ejemplo, la velocidad máxima rozaba los 255 km/h por muy poco, mientras que el 0 a 400 metros lo realizaba en 14,9 segundos y el 0 a 1.000 metros en 26,7 segundos. Los 400 metros en quinta desde 50 km/h los completaba en 17,8 segundos. Cifras más que buenas, que se combinaban con una usabilidad y una facilidad de conducción en condiciones diarias y que convertían al BMW M635 CSI es uno de los mejores coches de su categoría en aquellos años.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Algunos coches merecen el apelativo de leyenda y este podría ser perfectamente uno de ellos. Mas practico y habitable que el 928 y sin irle a la zaga en prestaciones. “Casí ná”
Ya solo por diseño merece ser recordado. Y encima, como bien dices, sin envidiarle nada a nadie. Me encanta.