El SEAT León 1.9 TDI con 110 CV es, sin lugar a dudas, el mejor representante de la vida comercial del compacto de origen español. Fue una de las versiones más populares, solo igualada por la variante de 90 CV y eso que no era un coche barato: 3.040.000 pesetas con el acabado Sport, 18.270 euros –32.685 euros con IPC hasta 2024– o bien, unos 2,6 millones de pesetas en el acabado más básico, el Signo.
Corría el año 1999 cuando SEAT daba comienzo a las ventas de un coche que estaba llamado a ser un pilar de la marca: el León. Un modelo que iba directo a uno de los segmentos más competidos de Europa y en el que la firma de Martorell llevaba algunas décadas sin estar presente: el segmento C, el de los compactos.
Esta parcela de mercado ha sido durante años el centro de las batallas en la industria del automóvil y cuando se popularizaron los motores turbodiésel, la competitividad fue a más y alcanzó un nivel que no se había visto nunca. La rivalidad entre marcas, por lo general, suele ser buena para el consumidor y ahí estaban los motores HDi, los TDCi, los DTi, los dCi y, por supuesto, los TDI, por nombrar algunos. Todos motores turbodiésel pertenecientes a una generación de motores diésel que sorprendieron a propios y extraños.
Por entonces, la tecnología tubodiésel de Volkswagen ya se había ganado una fama de potencia y consumos reducidos que le dio al SEAT León 1.9 TDI un peso en el mercado que llegó a poner contra las cuerdas al intocable Volkswagen Golf. De hecho, las revistas no tardaron casi nada en poner en impresión comparativas entre el Golf y el León equipados, obviamente, con ese motor que ya es icono de la tecnología diésel.
El SEAT León 1.9 TDI –con la letra I de color rojo, recordad–, combinó un diseño que resultó ser todo un acierto, con un talante claramente dinámico y juvenil, así como unos acabados que, sin llegar al nivel de Volkswagen, eran de los mejor que se podía encontrar en la marca de Martorell. La prensa española lo acogió con un entusiasmo muy sorprendente y en ocasiones, las alabanzas era, quizá, un poco excesivas. Sin embargo, las ventas hablaron por sí solas y el León se convirtió en un éxito extraordinario para SEAT, sobre todo con el ya mencionado 1.9 TDI.
La versión de 110 CV –a 4.150 revoluciones–, también ponía sobre el asfalto 235 Nm a 1.900 revoluciones. Mismas cifras que anunciaba el Golf 1.9 TDI e incluso el Audi A3. No en balde, todos compartían el mismo motor de cuatro cilindros, 1.896 centímetros cúbicos, turbo de geometría variable e intercooler. La caja de cambios también era la misma, de tipo manual de cinco relaciones y un desarrollo en quinta de 45,2 km/h.
El León fue un revulsivo en SEAT y un éxito de ventas notable, tanto como para convertirse en uno de los coches más icónicos de la marca
Sin embargo, aunque sobre el papel sea el mismo motor, en la práctica no lo era porque cambiaba la electrónica. La revista Coche actual, por ejemplo, en una comparativa entre el León 1.9 TDI y el Golf 1.9 TDI, obtuvo en banco de potencia 120 CV para el primero y 128 CV para el segundo. Unos resultados que llevaron a pensar, en algunos casos, que los coches que se prestaban a la prensa estaban algo “tocados”.
Pero, obviando estas cosas, el SEAT León 1.9 TDI de 110 CV estaba entre los mejores de su clase por prestaciones y consumos. Por ejemplo, los mil metros con salida parada los completaba en 32,7 segundos, el 80 a 120 km/h en cuarta lo hacía en 9,9 segundos y para alcanzar los 100 km/h desde parado necesitaba 11,2 segundos. Mientra tanto, el consumo en ciudad era de 8,4 litros, a 120 km/h se quedaba en 5,5 litros y la media era de 6,3 litros cada 100 kilómetros.
Curiosamente, incluso con el acabado Sport, la prensa dijo que el SEAT León con motor TDI pecaba de suspensiones algo suaves y con un largo recorrido, aunque también se dijo que resultaba ágil, estable y divertido de conducir.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Para mí el mejor sea león es 2005 edición limitada
Un coche muy equilibrado y de indudable practicidad y valor estético. De lo mejorcito que ha hecho nunca Seat. Ojalá vuelvan a ese camino.