El Alfa Romeo 155 2.5 TD se ganó el respeto de la prensa por sus prestaciones y por sus bajos consumos, pero, por otro lado, no se ganó el favor del público y, por tanto, no se tradujo en ventas. La imagen de Alfa Romeo, que venía de los problemas con algunos modelos, y un precio de 3.141.000 pesetas, que lo ponían casi a la altura de un BMW Serie 3, frenaron el éxito que podría haber tenido.
Cuando se puso el Alfa Romeo 155 en circulación, no fueron pocos los que criticaron el modelo al ser un tracción delantera y no propulsión como el modelo al que reemplazaba, el Alfa Romeo 75. Sin embargo, el apartado estético era, como siempre en la compañía, irreprochable, al igual que su comportamiento en carretera. El Alfa Romeo 155 fue un coche que concentraba el famoso “Cuore Sportivo” de Alfa Romeo, pero adaptado a una nueva era bajo el amparo de FIAT y sobre una plataforma compartida con coches muy dispares.
El Alfa Romeo 155 2.5 TD era la variante turbodiésel, encargada de representar al Biscione en la guerra que se libraba en el segmento, una guerra que todavía no había alcanzado su punto culminante, pero que ya permitía ver por donde irían los derroteros. Bajo el capó escondía un cuatro cilindros diésel con 2.500 centímetros cúbicos –92 por 94 milímetros para diámetro y carrera–, con culata de aleación y dos válvulas por cilindro, así como un árbol de levas –accionado por piñones–. La alimentación corría a cargo de una bomba de inyección, de un turbo IHI que soplaba a 1,1 y de un intercooler.
Cuando se puso en el mercado el Alfa 155 2.5 TD, era uno de los turbodiésel más ágiles y deportivos de su categoría
Se anunciaban 125 CV a 4.200 revoluciones y 30 mkg a 2.000 revoluciones –unos 290 Nm–, capaces de lanzar al Alfa 155 2.5 TD hasta los 195 km/h, completar el 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y de gastar, de media, 8,6 litros por urbano y 7,2 litros a 120 km/h. Era un diésel muy rápido, capaz de completar el 0 a 400 metros en 17,26 segundos, y de hecho, según la revista Autopista, que lo pudo probar en su momento, había muy pocos coches que podían hacerle frente. Mencionaban al BMW 325 td, uno de los referentes entre los sedanes de tamaño medio con motor turbodiésel, aunque con la notable diferencia de no contar con la suavidad del seis cilindros bávaro.
Entre las particularidades del 155 2.5 TD, cabe mencionar que montaba el mismo equipo de ruedas del Alfa Romeo 155 V6, unos 205/50 VR15, los cuales se consideraron excesivos en cuanto a perfil y diámetro de llanta –de decía que sería más adecuados unos 195/55, por ejemplo–. La cuestión era, entre otras cosas, que el aislamiento del 155 2.5 TD no era el mejor del mercado y llegaban al habitáculo los sonidos de diferentes fuentes, como el motor y los neumáticos. Además, según Antonio Roncero, quien firmaba la prueba antes mencionada, con las gomas de 195/55 o había grandes pérdidas en cuanto a agilidad y precisión de guiado, y se ganaría en confort, así como en consumo y recuperaciones.
Al final, el Alfa Romeo 155 2.5 TD se ganaba una puntuación de notable, gracias a unas suspensiones muy eficaces, unos frenos potentes, una dirección muy progresiva y eficaz, así como, por su puesto, un motor que resultaba potente y consumía poco. El notable alto se lo habría ganado con una mayor insonorización y una monta de ruedas más adecuadas, y el sobresaliente, si la postura al volante hubiera sigo mejor y el nivel de acabado fuera más alto.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".El bueno era el 1.9 de 90cv. Parecía más rápido de lo que aparentaba el motor, y era muy duro.
El motor del reportaje, el 2.5, era el famoso motor de culatines VM derivado de un motor de embarcación.
Fue el diesel más rápido del mercado durante mucho tiempo, pero tenía problemas de refrigeración y que los culatines eran un engorro cambiarlos,
Cierto es, pero si te soy sincero, ni me he acordado al escribir la nota. Al tomar pruebas de la época como referencia, donde no se dicen estas cosas, hay veces que se olvidan datos. Gracias por el apunte.