El SEAT Ibiza 1.4 16v Sport tuvo una vida bastante complicada, y no porque fuera una mala opción, sino porque tenía la misma potencia y costaba poco menos que el Ibiza 1.9 TDI también con 100 CV. Y en La era de los diésel, eso significaba pasar totalmente desapercibido, aunque en este caso, las ventas no fueron malas del todo.
La tercera generación sel Ibiza –la marca lo considera tercera generación porque el 6K2 fue un restyling, aunque uno muy profundo– supuso un enorme paso adelante con respecto a la anterior edición del modelo. El diseño, obra de Walter de Silva, fue todo un acierto, al igual que las mejoras en equipamiento, calidad de fabricación o comportamiento.
Con el Ibiza 6L, SEAT ya podía medirse, con todas las garantías, con lo más granado del segmento de los utilitarios y toda la reputación que se había ganado el SEAT Ibiza 6K, se vio reforzada con esta nueva generación. Incluso con el motor 1.4 16v de 100 CV, un propulsor que movía con más soltura de la que parece al modelo español.
La gama del SEAT Ibiza 6L contaba con varios motores gasolina que se veía casi siempre eclipsados por las opciones diésel, que se basaban, todas, en el mítico 1.9 TDI –o en su versión sin turbo, el 1.9 SDI–. Sin embargo, y como se decía en aquellos tiempos, un diésel no siempre es la mejor opción y el Ibiza 1.4 16v Sport abría la puerta a todos los amantes de la gasolina y a todos aquellos que no querían un diésel ni en pintura; hoy se les llamaría “haters” y había más de los que parecía.
El SEAT Ibiza 6L mejoró mucho a la anterior generación, pero lo más destacable fue el diseño de Walter de Silva; es uno de los Ibiza más bonitos
Bajo el capó, el Ibiza 1.4 16v tenía un cuatro cilindros de 1.390 centímetros cúbicos de cotas supercuadradas –más diámetro que carrera para los pistones: 76,5 por 75,6 milímetros–, culata de 16 válvulas y un solo árbol de levas, que rendía 100 CV a 6.000 revoluciones y 12,8 mkg a 4.400 revoluciones –126 Nm–. El cambio era manual de cinco relaciones y, obviamente, era tracción delantera.
Este motor también lo tenía el SEAT Arona 16v, un auténtico juguete por su pequeño tamaño. En el Ibiza no rendía mal, y el peso tampoco era disparatado, pues la marca homologó 1.073 kilos en orden de marcha, pero era una mecánica que requería revoluciones. Funcionaba sin mayores problemas a bajas revoluciones, pero si se quería algo de garra y un buen empuje, había que ver como la aguja del tacómetro pasaba de las 4.000 revoluciones –y según Motor 16, podía subir hasta 1.000 revoluciones más allá de la línea roja, lo que significa pasar, y por mucho, de las 7.000 revoluciones–.
Lo mejor del SEAT Ibiza 1.4 16v Sport era su chasis ágil, que se hizo famoso cuando la marca lo puso en circulación –una puesta a punto específica y unos silect blocks en el eje trasero que potenciaban la agilidad– con la intención de ser los más deportivos del Grupo Volkswagen. A ese chasis ágil, había que sumarles unas buenas cifras de prestaciones. La velocidad máxima se iba hasta los 191 km/h, el 0 a 100 km/h en 12,5 segundos, los 400 metros con salida parada en 18,5 segundos y los 1.000 metros con idénticas condiciones, se hacían en 34,1 segundos.
Era ligeramente más lento en aceleración y recuperaciones que el Ibiza 1.9 TDI de 100 CV –salvo en recuperaciones de 80 a 120 km/h en quinta, donde podía perder nada menos que tres segundos–, y los consumos, con una media de 8,3 litros –según datos registrados por la revista Motor 16–, hacía que no fuera tan llamativo como el diesel. Pero el precio de 2.239.721 pesetas –13.461 euros–, era más bajo y el equipamiento era el mismo.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS