¿Recordáis el S7? Aquel superdeportivo de origen yankee y con motor V8 Ford, que tenía un aspecto increíble y que además, presumía de aerodinámica capaz de permitir una velocidad punta de 386 km/h. ¿Sí? Pues aquel coche solo era un modelo más en su catálogo, uno que permitió que conociéramos la compañía en todo el mundo.

Sin embargo, Saleen tenía, antes de ese coche, un largo historial de trabajos sobre modelos de Ford. En realidad, Saleen siempre ha sido un especialista en tuning y el S7 “solo” fue su tributo a las altas prestaciones con un modelo específicamente creado desde cero. Después de ese coche, han seguido con su trabajo de siempre, hacer del Ford Mustang una bestia como lo hace, por ejemplo, Shelby. Y su último trabajo es el Saleen 302 Black Label, un Mustang vitaminado hasta los 800 CV.

Han aprovechado la celebración del 60 aniversario del Mustang para presentarlo, por supuesto, a modo de homenaje. De hecho, han dado a conocer su creación durante la celebración del 60 aniversario del Ford Mustang de MCA en el Barber Motorsport Park de Birmingham, en Alabama y, como cabe esperar, han acaparado muchas miradas, tanto por su llamativo color anaranjado, como su diseño y prestaciones, que van de la mano de tan peculiar color. Saleen no solo trabaja con los motores, también desarrolla nuevos elementos para la carrocería, este 302 Black Label es un claro ejemplo.

No hay que fijarse mucho para ver las diferencias con cualquier otro Mustang. El frontal es nuevo, desde el capó hasta el paragolopes, todo diseñado no solo para darle un nuevo aspecto, sino para mejorar la ventilación del motor y el comportamiento aerodinámico. El capó, por ejemplo, permite extraer el aire a alta presión y evacuar el calor del vano, al tiempo que las aberturas laterales, liberan la alta presión del área de las ruedas.

Un enorme spoiler sobre la tapa del maletero trabaja con un nuevo difusor colocado en el paragolpes trasero, para generar mayor carga en el eje trasero y mejorar la estabilidad a alta velocidad. El escape con salida central, según la marca, es un guiño a los Salee clásicos.

El motor, el corazón de la bestia, es el mismo V8 5.0 del Mustang, pero tras pasar por las manos de la gente de Saleen, rinde, como hemos dicho antes, 800 CV, que se ven acompañados de casi 900 Nm de par gracias, entre otras cosas, a un nuevo sistema de sobrealimentación, control de acelerador de Saleen Performance, una bomba de agua con intercooler de alto rendimiento, un nuevo intercambiador de calor remoto, filtro de aire más abierto y una nueva línea de escape desarrollada por Saleen Performance. Se puede escoger el cambio manual o bien, el automático de 10 relaciones, que parece ser que soporta semejante paliza.

Suspensiones Racecraft Specific Rate y barras estabilizadoras son parte del equipo, pero se pueden sustituir por una suspensión ajustable R-Code Racecraft. Las llanas son de 20 pulgadas con gomas 275/35 y 305/30 delante y detrás respectivamente, que cubren unos frenos con discos ranurados de 353 milímetros de diámetro con pinzas de cuatro pistones y pastillas de alto rendimiento.

También cosas para interior, como unos asientos firmados por la propia Saleen, un tablero tapizado con costuras dobles, selector del cambio Saleen y una placa con el número de serie.

No llegará a Europa, a no ser que alguien se lo traiga por su cuenta y riesgo, pero para ello, tendrá que desembolsar 108.990 dólares, unos 102.415 euros.

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