El Lexus LFA es lo más especial que ha creado nunca la compañía japonesa, un automóvil superlativo en todos los sentidos, y con un fondo y unas raíces bastante pasionales. Se fabricaron un total de 500 ejemplares entre 2010 y 2012, pero, curiosamente, no fue un éxito inmediato, sino que fue poco a poco, tardó algo de tiempo en calar entre los amantes de los coches de altas prestaciones. Un contraste bastante notable con su apreciación actual, considerado uno de los superdeportivos modernos más espectaculares.
Se suele decir que el tiempo coloca a cada uno en su lugar y el LFA parece que ha logrado llegar a donde se merecía por ficha técnica y por diseño. Ahora, los coleccionistas empiezan a ver el superdeportivo japonés con otros ojos y los precios suben como la espuma. De hecho, ya se paga más del doble de su precio original por algunas unidades, como bien podría ser este ejemplar pintado en un bonito tono rojo, aparecido en Bring a Trailer.
Para muchos aficionados, que un coche como este se guarde sin usar no tiene sentido alguno, pero parece ser lo más normal cuando se trata de esta categoría de coches. Sobre todo si se trata de una unidad con unas especificaciones poco comunes como el Lexus LFA a la venta en Bring a Trailer. Por lo visto, hay muy pocos ejemplares de color rojo, que por cierto, le sienta la mar de bien, combinado con llantas BBS de 20 pulgadas –calzados con neumáticos Bridgestone Potenza S001– y pinzas de freno de color amarillo. El habitáculo forma un conjunto con el exterior muy estilo Ferrari, ya que se combina piel de color crema muy claro, con superficies de color negro y zonas adornadas con fibra de carbono –como el volante–. Una combinación que, para ser sinceros, le resta algo de deportividad, pero potencia mucho su aura de lujo y exclusividad.
Este Lexus LFA tan poco común es de origen yankee, concretamente se vendió en primera instancia en Texas y se entregará a su comprador con un juego de maletas –dos piezas de fibra de carbono–, una funda para el propio coche, diferentes accesorios, una segunda llave y un informe de Carfax.
A modo de recuerdo, el Lexus LFA estaba animado por un soberbio motor V10 de 4,8 litros, aspiración natural por su puesto, que rendía 560 CV a 8.700 revoluciones y 480 Nm de par a 6.800 revoluciones, encargados de mover un conjunto de 1.555 kilos. Su precio era de 415.000 euros, motivo más que suficiente para que sus ventas no tuvieran el éxito que suelen tener cuando se habla de este tipo de coches. Esta unidad, a fecha de publicación de este texto, el coche se había vendido por 890.000 dólares, 825.430 euros al cambio.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS