Hoy día, eclipsados por el GTI, muchas versiones del Peugeot 205 apenas se recuerdan o, por el contrario, no se valoran. Si bien es cierto que el GTI fue un coche soberbio y capaz de superar a sus rivales, no es equivocado decir que junto a él, hubo otras versiones interesantes, como el Peugeot 205 GT.

Casi todos los coches, por lo general, cuentan con su versión estrella, ya sea la más potente y veloz o la más lujosa y equipada, y toda una pléyade de opciones por debajo que, muchas veces, ocultan opciones que pueden ser más interesantes que la más representativa del catálogo. En este caso, no nos atrevemos a decir que el Peugeot 205 GT fuera más interesante que el 205 GTI, pero es evidente que no estaba falto de argumentos para que, al menos, fuera más apreciado actualmente.

Fabricado en Villaverde, en la antigua factoría de Barreiros, el Peugeot 205 GT presumía de equilibrio y de prestaciones más que decentes, aunque también presumía de diferencias con el 205 GT que se fabricaba en Francia, detalle que, en aquellos años, solía ser muy normal. Así, el modelo francés montaba un motor de 1.360 centímetros cúbicos y 80 CV –motor de la familia Douvrin–, mientras que en España se optó por el motor de 1.442 centímetros cúbicos y 83 CV, que, además, se combinaba con una transmisión de reciente aparición, con relación semicerrada y grupo corto –misma transmisión que la montaba en el 205 GTI, todo sea dicho–.

El cambio de motor se debió, básicamente, a disponibilidad en el banco de órganos, y aunque supuso un ligero aumento de potencia y par, también se ganaron 50 kilos de peso adicionales. Eso, según cuentan en las revistas de la época, provocó que la dirección fuera más pesada de accionar en parado y algo más lenta en circulación, aunque no afectó al comportamiento general del 205 GT. De hecho, se destacó su capacidad para ir deprisa y sus capacidades ruteras, intrínsecas a todo modelo de Peugeot.

Otro de los apartados que se elogiaron durante las pruebas en aquellos años, fue el consumo de combustible. Obviamente, están lejos de cualquier coche moderno, y el mejor ejemplo es el consumo en circulación urbana, que según mediciones de la revista autopista –número 1.287, 17 de marzo de 1984–, se quedaba en 11,82 litros, siendo muy buen registro. También registran una cifra de 10,85 litros a 140 km/h, un dato que si es bastante cercano a más de un modelo actual.

El Peugeot 205 GT también contaba con algunos detalles que, en su momento, fueron referencia en el segmento, como el cierre centralizado y los elevalunas eléctricos, aunque según parece, el precio de venta en España no era precisamente bajo: 1.415.000 pesetas, 8.504,32 euros sin contar inflación.