La próxima era de automóviles que nos espera, toda ella dominada por las “cero emisiones”, conseguidas de una forma u otra –por ahora, todo apunta hacia la electricidad–, provoca muchas dudas con respecto a ciertos segmentos de mercado, como los deportivos. ¿Serán capaces, los coches “cero emisiones”, de levantar y proporcionar las mismas sensaciones? ¿Se mantendrá la pasión por los coches? Muchos dudan de estas cosas y eso, nos hace ver los actuales deportivos con otros ojos.
Por ejemplo, RM Sotheby’s puso bajo el martillo un McLaren P1 muy especial, apodado “The Professor” por su exclusivo color azul “Professor 2 Blue” –solo esta unidad se pintó en este color–, nos hace pensar en si veremos un trío de coches tan impactantes como fueron el LaFerrari, el Porsche 918 Spyder y el propio McLaren P1. Son automóviles espectaculares, los cuales, han cumplido ya 10 años. Una década desde que se lanzaron al mercado y todavía tienen prestaciones totalmente actuales.
El McLaren P1 ha sido, posiblemente, uno de los coches más increíbles de la firma británica. Muchos lo consideraron el sustituto espiritual del McLaren F1, aunque en realidad la conexión entre ambos modelos eran más bien escasa. Una conexión que se centraba, básicamente, en el logotipo que los adornaba y en el origen de su tecnología y de su desarrollo: la Fórmula 1.
Aquel trío de supercoches, tenían una cosa en común, y era que todos contaban con algún tipo de hibridación, que trajo consigo, obviamente, alguna que otra crítica. Era un primer paso hacia lo que tenemos actualmente y hacia lo que nos espera, pero en aquel momento, apenas nos dimos cuenta de lo que se fraguaba y nadie esperaba que se plantearan, ni por asomo, la prohibición de vender coches y furgonetas con motores de combustión. Y esta diferenciación es importante, porque en la normativa que quiere poner en marcha Europa, no están reflejadas las motocicletas, que podrán seguir con sus motores de combustión.
Pero dejemos estas cosas de lado y recordemos los detalles más interesantes del McLaren P1, cuyo diseño, por cierto, se mantiene tan actual como su tecnología. Su corazón, un bloque V8 biturbo de 737 CV, estaba asistido por un pequeño motor eléctrico capaz de generar 179 CV, cuya combinación generaba 916 CV. Además, contaba con una función llamada IPAs, Instant Power Assist System, que permitían, mediante un botón, contar con toda la potencia del motor eléctrico de forma inmediata. Y por si fuera poco, McLaren decía que en conducción urbana, a una media de 48 km/h, podía recorrer 20 kilómetros solo con el motor eléctrico.
Frank Stephenson, director de diseño de McLaren en aquel momento, comentó cuando se presentó el P1, que “quería crear un coche que resultara ligero a la vista, que fuera espectacularmente esbelto. Un coche que no tuviera ni un gramo de grasa, solo piel y mecánica. Quería que pareciera que se había introducido un tubo y se había succionado todo el aire hacia afuera, que tuviera unas líneas muy marcadas, honestas, pero muy hermosas. Reducir peso de forma obsesiva era parte del enfoque tanto a nivel de ingeniería como de diseño.
Solo se fabricaron 375 unidades del McLaren P1 y, curiosamente, cuando se habla de superdeportivos míticos, muchos se olvidan de este modelo. Fue uno de los McLaren más salvajes y espectaculares de la historia de la marca, solo superado en misticismo por el McLaren F1, y en prestaciones por el McLaren Speedtail, y sin embargo, todo el mundo se acuerda más del LaFerrari o del Porsche 918 Spyder, que del P1. A nosotros nos vale cualquiera, pero bien es cierto que la unidad que subastó RM Sobtheby’s el pasado día 8 de diciembre, con ese color azul, nos atrae especialmente.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS