En el año 2005, más concretamente en el mes de abril, BMW ponía en circulación una versión más de su roadster más interesante en aquellos momentos, el Z4. Era una versión que no está entre las más apreciadas y por lo general, se le tacha de “un poco cepo” y un coche que no merece la pena comprar: el BMW Z4 Roadster 2.0i, la variante menos potente de la gama.
Por lo general, tenemos como coches “apetecibles” aquellos que tienen mucha potencia o una relación peso-potencia muy favorable, pero se suele dar de lado a otras variantes por la simple razón de la poca potencia. Sin embargo, el Mazda MX-5 ha triunfado desde su primer día con motores poco poderosos y las unidades de segunda mano se venden a pecio de oro. ¿Por qué´un BMW Z4 no puede ser así?
El BMW Z4 Roadster 2.0i estaba equipado con un motor de cuatro cilindros y dos litros, que tenía todas las virguerías que había desarrollado la firma alemana hasta ese momento: distribución variable de los árboles de levas, VALVETRONIC, dos ejes de compensación y un cambio manual de seis relaciones. La potencia era de 150 CV y el par llegaba a los 200 Nm a 3.600 revoluciones, con los que BMW homologaba un 0 a 100 km/h en 8,2 segundos, mientras que los 400 metros con salida parada se lograban en 16,3 segundos y el kilómetro, también con salida parada, en 29,8 segundos. Los 160 km/h llegaban tras 22,9 segundos de aceleración al máximo y la velocidad máxima declarada era de 220 km/h.
Sí, estaba lejos de ser el roadster más rápido del mercado, pero como el Mazda Miata y, básicamente, como los tradicionales roadster ingleses, el Z4 2.0i, con sus 150 CV, jugaba la baza de las sensaciones, incluso montaba unos “pequeños” neumáticos 205/55 R16, lo que permitían que sus reacciones fueran más suaves y controlables que cualquier versión con mayor calzado.
Curiosamente, BMW presumía con esta versión de ser “la mejor compra de su categoría” de Euro-NCAP, al ser el roadster con mejores resultados en sus pruebas de impacto y por su equipamiento de seguridad, entre lo que Euro-NCAP descató cosas como control de estabilidad con control dinámico de frenos o el control de frenado en curva-.
El BMW Z4 se había presentado en 2001 como reemplazo del BMW Z3, un modelo que, aunque mucha gente no lo sabe, había sido desarrollado para militar en el segmento del Mazda MX-5 fue un auténtico éxito, aunque si que se sabe. El Z4 no se quedó atrás, pues cuando se presentó el Roadster 2.0i, ya se había vendido cerca de 100.000 unidades. Y eso que su diseño fue obra de Anders Warming, bajo las órdenes de Chris Bangle y con la colaboración de Adrian van Hooydonk, equipo que también se hizo cargo del BMW Z4 Coupé, que se presentó ese mismo año 2005.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS