Era el año 1995 y el Audi TT, todavía en forma de prototipo, se dejó ver por primera vez. Fue tal el entusiasmo de la prensa y del público en general, que casi en el mismo salón se dio luz verde a la producción del modelo. Hay que haber vivido aquella época para poder entender el impacto que tuvo el pequeño coupé alemán en la conservadora gama de Audi y en el mercado en general. El Audi TT marcó un hito en la historia del diseño del automóvil y más de 20 años después, luce igual que el primer día.
La versión de producción, con muy pocos cambios comparado con el prototipo, se presentó en 1998 y desde ese mismo día se convirtió en un éxito. El Audi TT es un icono para la compañía alemana y uno de los modelos que permitieron asentar a la marca como fabricante premium y además, asentar también el diseño de la compañía, el cual, había sido presentado con el Audi A4 en 1994. Fue Freeman Thomas, bajo la supervisión del entonces diseñador jefe, Peter Schreyer, quien dio forma al TT, nombre que hacía referencia al Tourist Trophy de la Isla de Man, pero también al NSU TT de la década de los 60.
El Audi TT ha sido el único modelo que se ha salido de la nomenclatura que se estrenó con el A4, en un esfuerzo por demostrar la importancia del coche en la gama. Un detalle que se ha conservado 25 años después, cuando el modelo dejó la producción sin reemplazo. Han sido tres generaciones, tres iteraciones que han mantenido la denominación y su condición única dentro de la gama de Audi, aunque en el fondo, bajo su reconocible silueta, había muchas cosas compartidas con otros coches.
Cuando se proyectó el Audi TT se buscó la contención de costes para poder luchar con garantías contra modelos como el BMW Z3 o el Mercedes SLK –R170–. Por ello, se tomó la plataforma de los compactos de VAG, entonces la PQ34 –la usaba el Audi A3, el Volkswagen Golf, el SEAT León, el Škoda Octavia… –, aunque gracias a su diseño y a que era un coche más corto que todos los mencionados, las diferencias eran apreciables.
La primera generación se lanzó al mercado en 1998 y solo se ofrecía con una opción mecánica, al menos durante los primeros momentos de comercialización. Esa opción era el 1.8 20vt del Grupo Volkswagen en su versión de 180 CV a 5.700 revoluciones y 235 Nm de par entre 1.950 y 5.000 revoluciones. Es, posiblemente, el motor que más se ha usado en todo VAG para distintos modelos. Con el tiempo apareció una versión con 150 CV que hacía como modelo de acceso a la gama, aunque el Audi TT fue el responsable de estrenar una nueva variante del motor que alcanzaba los 225 CV –versión que luego pasó al Audi S3 y al SEAT León Cupra R, por nombrar unos ejemplos–.
Aquella primera versión con 180 CV solo se ofrecía con tracción delantera, pero se podía combinar con un cambio manual de cinco relaciones y un automático Tiptronic también de seis relaciones –el DSG todavía no estaba en producción–. Sin embargo, la marca buscó un coche ágil y divertido, pero tras dos años en el mercado tuvo que realizar algunos cambios en la puesta a punto, ya que el modelo estaba adquiriendo una mala fama, aunque en realidad era problema de conductores inexpertos. Se cambió el tarado y la configuración general de la suspensión trasera y se instaló un spoiler en la tapa del maletero para mejorar la estabilidad. La estabilizadora delantera era ligeramente más gruesa y se retrasaron 45 milímetros los puntos de anclaje de los brazos transversales de la suspensión delantera.
La primera entrega del Audi TT con 180 CV y cambio manual de cinco relaciones, abandona la producción en septiembre de 2002. A día de hoy, esta versión es todo un clásico, con el que, además, se puede disfrutar de una conducción deportiva sin ningún problema con unas prestaciones decentes. El peso es de “solo” 1.280 kilos y la relación peso-potencia de 7,1 kilos por caballo. El 0 a 100 km/h se completaba en 7,4 segundos, los 400 metros con salida parada en 15,7 segundos y los 1.000 metros en 28,6 segundos.
Como curiosidad, el precio nuevo en 1999 era de poco más de 30.000 euros.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".¡Qué buenos recuerdos! Jamás pensábamos que aquel “concept-car” se llevara a la realidad pero así fue. No se vendió más por el problema de “mala fama”, que discrepo fuera por tema de conducción, sino de un diseño no apropiado para lo que se esperaba de un deportivo. La nueva versión lo solucionó a costa de ponerle un horrible alerón. Tampoco ayudaba que el coche costaba puesto en la calle casi 6.000.000 de pesetas, equivalentes a más de 60.000 a día de hoy (los 30.000 euros que pone el artículo eran FF y de aquellos años), cuando ya empezaba a haber… Leer más »
Jorge, obviamente, el precio de aquellos años y equivalen a unos 5.000.000 de pesetas. Pero bueno, da igual, el tema es que el coche se ha convertido en un icono del diseño, pero la primera generación, las siguientes no han logrado tanto impacto. Lo malo es buscar uno ahora de segunda mano, te puedes echar a llorar…
Qué cantidad de faltas de ortografía, por Dios. Un desastre de artículo.
Javi, muy buenas. Hemos revisado el artículo y no hemos visto tantas faltas de ortografía como dejas entender. Se han corregido tres, ¿podrías indicarnos el resto de faltas, por favor?